Popol Vuh - Tales fueron nuestros primeros padres



Popol Vuh - Tales fueron nuestros primeros padres
Hunahpu - Códice de Dresden


He aquí el comienzo de cuándo se celebró consejo acerca del hombre, [de] cuándo se buscó lo que entraría en la carne del hombre(1). Los llamados Procreadores, Engendradores, Constructores, Formadores. Dominadores poderosos del Cielo, hablaron así: "Ya el alba se esparce, la construcción se acaba. He aquí que se vuelve visible(2) el sostén, el nutridor, el hijo del alba, el engendrado del alba. He aquí que se ve al hombre, a la humanidad, en la superficie de la tierra", [así] dijeron. Se congregaron, llegaron, vinieron a celebrar consejo en las tinieblas, en la noche. Entonces aquí buscaron, discutieron, meditaron, deliberaron. Así vinieron, a celebrar Consejo sobre la aparición del alba: consiguieron, encontraron, lo que [debía] entrar en la carne del hombre. Ahora bien, poco [faltaba] para que se manifestasen el sol, la luna, las estrellas; encima, los Constructores, los Formadores.

En Casas sobre Pirámides, en Mansión de los Peces, así llamadas, nacían las mazorcas amarillas, las mazorcas blancas. He aquí los nombres de los animales que trajeron el alimento: Zorro. Coyote, Cotorra. Cuervo, los cuatro animales anunciadores de la noticia de las mazorcas amarillas, de las mazorcas blancas nacidas en Casas sobre Pirámides, y del camino de Casas sobre Pirámides. He aquí que se conseguía al fin la sustancia que debía entrar en la carne del hombre construido, del hombre formado: esto fue su sangre: esto se volvió la sangre del hombre: esta mazorca entró en fin [en el hombre] por los Procreadores, los Engendradores.

Se regocijaron, pues, de haber llegado al país excelente, lleno de cosas sabrosas; muchas mazorcas amarillas, mazorcas blancas; mucho cacao [moneda], cacao [fino]; innumerables los zapotillos rojos, las anonas, las frutas, los frijoles, los zapotes matasanos, la miel [silvestre]; plenitud de exquisitos alimentos [había] en aquella ciudad llamada Casas sobre Pirámides [cerca de la] Mansión de los Peces. Subsistencias de todas clases, pequeñas subsistencias, grandes subsistencias, pequeñas sementeras, grandes sementeras, [de todo esto] fue enseñado el camino por los animales. Entonces fueron molidos el maíz amarillo, el maíz blanco, y Antigua Ocultadora hizo nueve(3) bebidas. El alimento se introdujo [en la carne], hizo nacer la gordura, la grasa, se volvió la esencia de los brazos, [del los músculos del hombre. Así hicieron los Procreadores, los Engendradores, los Dominadores, los Poderosos del Cielo, como se dice. Inmediatamente fue [pronunciada] la Palabra de Construcción, de Formación de nuestras primeras madres, [primeros] padres; solamente mazorcas amarillas, mazorcas blancas, [entró en] su carne: única alimentación de las piernas, de los brazos del hombre. Tales fueron nuestros primeros padres, [tales] fueron los cuatro hombres construidos: ese único alimento [entró] en su carne.


1. El hombre no es ya una obra de arte, modelada, esculpida; su alimento hará su carne; ¿cuál alimento?: indudablemente, el maíz.


2. Visible para el espíritu.


3. Nueve, número sagrado, más especialmente de las cosas nocturnas, ocultas, misteriosas.

Popol Vuh, Libro del Consejo de los indios Quichés, cap.25