Muñecos construidos de madera





En seguida llegó el fin, la pérdida, la destrucción, la muerte de aquellos maniquíes, muñecos construidos de madera. Entonces fue hinchada la inundación por los Espíritus del Cielo, una gran inundación fue hecha: llegó por encima de las cabezas de aquellos maniquíes, muñecos construidos de madera. El tzité fue la carne del hombre: pero cuando por los Constructores, los Formadores, fue labrada la mujer, el sasafrás fue la carne de la mujer. Esto entró en ellos por la voluntad de los Constructores de los Formadores. Pero no pensaban, no hablaban ante los de la Construcción. Los de la Formación, sus Hacedores, sus Vivificadores. Y su muerte fue esto: fueron sumergidos; vino la inundación, vino del cielo una abundante resina. El llamado Cavador de Rostros vino a arrancarles los ojos: Murciélago de la Muerte, vino a cortarles la cabeza: Brujo-Pavo vino a comer su carne: Brujo-Búho vino a triturar, a romper sus huesos, sus nervios: fueron triturados, fueron pulverizados, en castigo de sus rostros, porque no habían pensado ante sus Madres, ante sus Padres, los Espíritus del Cielo llamados Maestros Gigantes. A causa de esto se oscureció la faz de la tierra, comenzó la lluvia tenebrosa, lluvia de día, lluvia de noche. Los animales pequeños, los animales grandes, llegaron: la madera, la piedra, manifestaron sus rostros. Sus piedras de moler metales, sus vajillas de barro, sus escudillas, sus ollas, sus perros, sus pavos, todos hablaron; todos, tantos cuantos había, manifestaron sus rostros. “Nos hicisteis daño, nos comisteis; os toca el turno; seréis sacrificados”, les dijeron sus perros, sus pavos. Y he aquí lo que les dijeron sus piedras de moler: “Teníamos cotidianamente queja de vosotros; cotidianamente, por la noche, al alba, siempre: «Descorteza, descorteza, rasga, rasga» sobre nuestras faces, por vosotros. He aquí, para comenzar, nuestro cargo a vuestra faz. Ahora que habéis cesado de ser hombres, probaréis nuestras fuerzas: amasaremos, morderemos, vuestra carne”, les dijeron sus piedras de moler. Y he aquí que hablando a su vez, sus perros les dijeron: “¿Por qué no nos dabais nuestro alimento? Desde que éramos vistos, nos perseguíais, nos echabais fuera: vuestro instrumento para golpearnos estaba listo mientras comíais. Entonces vosotros hablabais bien, nosotros no hablábamos. Sin ello no os mataríamos ahora. ¿Cómo no razonabais? ¿Cómo no pensabais en vosotros mismos? Somos nosotros quienes os borraremos de la haz de la tierra; ahora sufriréis los huesos de nuestras bocas, os comeremos”: así les dijeron sus perros, mostrando sus rostros. Y he aquí que a su vez sus ollas, sus vajillas de barro, les hablaron: “Daño, dolor, nos hicisteis, carbonizando nuestras bocas, carbonizando nuestras faces, poniéndonos siempre ante el fuego. Nos quemabais sin que nosotros pensáramos mal; vosotros lo sufriréis a vuestro turno, os quemaremos”, dijeron todas las ollas, manifestando sus faces. De igual manera las piedras del hogar encendieron fuertemente el fuego puesto cerca de sus cabezas, les hicieron daño. Empujándose los hombres corrieron, llenos de desesperación. Quisieron subir a sus mansiones, pero cayéndose, sus mansiones les hicieron caer. Quisieron subir a los árboles; los árboles los sacudieron a lo lejos. Quisieron entrar en los agujeros, pero los agujeros despreciaron a sus rostros. Tal fue la ruina de aquellos hombres construidos, de aquellos hombres formados, hombres para ser destruidos, hombres para ser aniquilados; sus bocas, sus rostros, fueron todos destruidos, aniquilados. Se dice que su posteridad son esos monos que viven actualmente en las selvas; éstos fueron su posteridad porque sólo madera había sido puesta en su carne por los Constructores, los Formadores. Por eso se parece al hombre ese mono, posteridad de una generación de hombres construidos, de hombres formados, pero que sólo eran maniquíes, muñecos construidos de madera.

Popol  Vuh
Versión de Miguel Ángel Asturias y J. M. Gozález de Mendoza


El perfumista



Cuando Sudhana fue a Prthurashtra, vio al eminente perfumista Utpalabhuti y comprendió la dedicación de salvar a todos los seres sin apegarse a ninguna imagen de los seres.

La tierra es llamada Territorio Vasto para representar los votos a largo-plazo. El ser Utpalabhuti un perfumista es el símbolo de la combinación de conocimiento y compasión, el noúmeno y el fenómeno, el nirvana y el sámsara, y las ideas de corrupción y pureza, todas en una esfera mientras todavía libremente se les totaliza o distingue. Él es un lego que por su gran compasión, entra al nacimiento y muerte sin ser afectado.

La naturaleza de la fragancia descansa en nada, sin embargo ella irradia el bien y extingue el mal; esto simboliza los grandes votos que no dependen de nada y sin embargo emiten o irradian acciones que benefician a los seres.

La fragancia verdadera del conocimiento fundamental emerge de la ignorancia, la fragancia del conocimiento diferenciado emerge de las miríadas de objetos; así que el eminente dijo que él sabía de donde el rey de las fragancias había llegado y cómo las fragancias se constituían.

De acuerdo a Utpalabhuti hay en el mundo humano una fragancia que llega de la lucha de los espíritus del agua y que causa a aquellos que están ungidos con ella llegar a ser dorados en el color. Esto representa la primera morada, en la cual la tranquilidad y el discernimiento luchan con el condicionamiento, produciendo la
fragancia del conocimiento; aquellos que entran en ella logran el despertar verdadero.

También hay una clase de madera de sándalo cuya esencia protege a las personas de quemarse por el fuego. Esto representa la morada para preparar la base o fundamento en el cual el cuerpo de la disciplina es ungido con el principio de la no-sustancia o no-esencia de manera que se pueda entrar en el fuego de los tres venenos sin quemarse.

En el océano hay una fragancia llamada invencible, que cuando los tambores se pintan con ella, causa incluso el retiro de los adversarios valientes al escucharlos; esto representa el desarrollo de la aceptación de la realidad en la morada del cultivo práctico, causando que la maldad se retire espontáneamente.

Las diez clases de fragancias son mencionadas, representando las diez moradas; a través de combinar los dos aspectos de las diez moradas y las diez prácticas – lo absoluto y lo mundano, el conocimiento y la compasión – produciéndoles la liberación, y el método de la dedicación es creado.

Porque primeramente esta dedicación entra en el océano de la gran compasión, uno puede apartarse de la atención del conocimiento; de manera que las diez fragancias son usadas para simbolizar el principio de las diez moradas. Porque un principio contiene todos los demás (todos los principios), esto se representa por la fragancia compuesta.

Avatamsaka Sutra

El Sutra de Amitabha



Así me dijeron. Una vez el Buddha estaba visitando el Jardín deAnathapindika, en el Floresta Jeta, en el estado de Shravasti, y con Él habían mil doscientos cincuentas grandes Bhikkhus, todos ellos Arahants famosos. Entre ellos estaban tales grandes discípulos como el Anciano Sariputra, Maudgalyayana, Mahakasyapa, Mahakatyayana, Mahakaushtila, Revata, Suddhipanthaka, Nanda, Ānanda, Rahula, Gavampati, Pindola-Bharahaga, Kalodayi, Mahakpphina, Vakkla, Anirouda, y también muchos Maha-Bodhisattvas como Manjusri, el Príncipe del Dharma; el Bodhisattva Ajita, el Bodhisattva Gandhahastin, y muchos otros. También estaban allí seres celestiales infinitos incluyendo a Indra Sakradevas. Mientras, el Buddha se dirigió al Anciano Sariputra de este modo: Pasando desde aquí sobre diez millones de tierras del Buddha, existe en el Oeste un mundo llamado Sukhavati (el territorio de la Felicidad Suprema), donde ahora, un Buddha conocido como Amitabha predica el Dharma (Ley). Oh Sariputra, ¿por qué ese mundo se llama “El Mundo Feliz”? Porque todos los seres que viven allí no sufren miserias de ninguna clase, sino que disfrutan la felicidad completa. Por lo tanto es llamado Sukhavati.

El Sukhavati está rodeado con siete líneas de balcones ornamentales, siete cortinas de tapices tejidos, y siete hileras de árboles-preciosos colocados en orden, y todos adornados con cuatro clases de gemas. Por lo tanto, es llamado Sukhavati.

De nuevo, Sariputra, en Sukhavati hay un lago de siete gemas, que fluyen con el agua de las ocho cualidades meritorias; su lecho está cubierto con arenas de puro oro; y sus cuatro bancos y paredes, de los preciados oro, plata, lapislázuli, y cristal. Arriba se yerguen los palacios de oro, plata, lapislázuli, cristal, berilo (1) , perlas rojas y cornerina. En el lago hay flores de loto, claras puras y fragantes, de colores azul, amarillo, rojo y blanco radiantes, y tan grandes como las circunferencias de las ruedas de los carruajes. Así es, Oh Sariputra, que Sukhavati ha surgido, en un estado glorioso de excelencia, a través de los meritos del Buddha Amitabha.

De nuevo, Oh Sariputra, en la tierra-de-Buddha, se oye frecuentemente música celestial. La mandarava (2)celestial florece seis veces durante el día y la noche girando en descenso, como la lluvia, sobre la tierra dorada. En la alborada, los habitantes de esta tierra reciben y cargan sus mantos con esas flores maravillosas caídas del cielo, presentándolos en un culto reverente a un millón de Buddhas de otras tierras de Buddha, y regresando a su propia tierra en el momento de los refrescos. Oh Sariputra, así es Sukhavati, que ha surgido al estado glorioso de excelencia, a través de los meritos del Buddha Amitabha.

De nuevo, Oh Sariputra, en esa tierra hay muchas clases de aves maravillosas de diversos colores: la cigüeña, el pavo real, la cotorra, el cisne, el jiva-jiva, la kalavinka (3) y muchos otros. Cantando armoniosamente para proclamar las cinco raíces de la virtud, (Pantcha-Indryani), los cinco poderes (Pantcha-Balani), el pasaje séptuplo del Bodhi (Bhodhyanga), el pasaje óctuplo de la santidad (Marga), y otras leyes nobles. Esto dirige los pensamientos de los habitantes a meditar sobre el Buddha, el Dharma y la Sangha. Oh Sariputra, no pienses que esas aves nacen a través de su karma maligno. En esta tierra de Buddha no están los tres dominios malignos (digamos, los animales, los fantasmas hambrientos y los prisioneros en el infierno). ¿Cómo pueden estas cosas existir donde inclusive, los nombres de ellas son desconocidos? El Buddha Amitabha hizo surgir estas criaturas a través del nacimiento de aparición, con el propósito de propagar los variados sonidos del Dharma.

Así que, Oh Sariputra, en esa tierra del Buddha los zafiros abanican los árboles de joyas y las cortinas preciosas en un movimiento gentil, de manera que emitan una música delicada y fascinante como de mil orquestas tocando en armonía. Y en las mentes de todos los que oyen esto, surge el recuerdo del Buddha, el Dharma y la Sangha. Así, Oh Sariputra, es Sukhavati, surgido al estado tan glorioso de excelencia, a través de los meritos del Buddha Amitabha.

Oh Sariputra, ¿qué piensas sobre el nombre del Buddha Amitabha? (En sánscrito “Amita” significa infinito, y “abha” significa esplendor). Se llama así porque el esplendor del Buddha es infinito, iluminando sin impedimento a través de las tierras del Buddha en las diez direcciones. También la vida de este Buddha y la de su pueblo son eternas, y comparables solamente a un número infinito (Assamkhyeyas) (4 ) de kalpas. Por lo tanto, el Buddha se ha nombrado así. Sólo diez kalpas han pasado desde que el Buddha obtuvo la Budeidad. Con ese Buddha, Oh Sariputra, hay un número incontable de discípulos-sravakas que está más allá de su computación; y todos ellos han obtenido el estado de arhat. Así también es con los Bodhisattvas. Así, Oh Sariputra, es Sukhavati, surgido al estado tan glorioso de excelencia, a través de los meritos del Buddha Amitabha.

De nuevo, Oh Sariputra, las personas nacidas en Sukhavati son Avarvartyas (ellas nunca retroceden del Bodhi). Entre ellas hay muchos Ekajati-Pratibuddhas (Buddhas electos) que obtiene lo antes mencionado en una vida más. Su numero es comparable solamente a un Assamkhyeyas de Kalpas.

Sariputra, todo los que oyen esto deben hacer la promesa ferviente de renacer en esa tierra, de manera que puedan estar en compañía de esos seres tan virtuosos. Pero Sariputra, uno no puede renacer allí con raíces de mérito o virtud insuficientes, ni con carencia de un buen nidana (previas acciones buenas y felicidad o contento). Sariputra y hombres y mujeres virtuosos oyeron el nombre de Amitaba y le llamaron por un día, dos días, tres días, cuatro días, cinco días, seis días, siete días, manteniendo sus mentes imperturbables, dicho sea de paso, cuando ellos lleguen a morir verán ante sus ojos la visión del Buddha Amitabha en su retina. Si él o ella, en su mente, mantiene intencionadamente la aspiración del renacimiento en Sukhavati (eliminando todos los deseos por las cosas mundanas), esa persona renacerá inevitablemente en la tierra feliz del Buddha Amitabha. Oh Sariputra, en vista de esas ventajas, he aconsejado que todos los que oigan este mensaje que deben aspirar a nacer en esa tierra-de-Buddha.

Sariputra, a medita que ahora alabo los méritos inestimables del Buddha Amitabha, así, en el Este, hay también otros Buddhas tales como el Buddha Akshobhya, el Buddha Merudhvaja, el Buddha Mahameru, el Buddha Meruprabhasa, el Buddha Manjudhvaja y muchos otros. El número de esos Buddhas es incalculable como las arenas del río Ganges. Cada uno en su propia tierra predica la Verdad con una lengua omnipotente en las vibraciones de tres millones de chiliocosmos, diciendo: “¡Qué todos los seres sintientes tengan fe en este sutra, que es protegido y favorecido por todos los Buddhas y que enaltece las bendiciones inconcebibles de Sukhavati!”.

Sariputra, igualmente en el Sur, están también el Buddha Chandrasuryapradipa, el Buddha Yasahprabha, el Buddha Maharchiskandha, el Buddha Merupradipa, el Buddha Anantavirya, y muchos otros Buddhas iguales en número a las arenas del río Ganges. Cada uno en su propia tierra predica la Verdad con una lengua omnipotente en las vibraciones de tres millones de chiliocosmos, diciendo: “¡Qué todos los seres sintientes tengan fe en este sutra, que glorifica las bendiciones inconcebibles de Sukhavati, y que es favorecido y protegido por todos los Buddhas!”.

Sariputra, así también en el Oeste, están el Buddha Amitabha, el Buddha Amitaskandha, el Buddha Amitadhvaja, el Buddha Mahaprabha, el Buddha Maharatnaketu, el Buddha Suddharasmiprabha, y muchos otros Buddhas iguales en número a las arenas del río Ganges, cada uno en su tierra predicando la Verdad con una lengua omnipotente, en las vibraciones de tres millones de chiliocosmos, diciendo: “¡Qué todos los seres sintientes tengan fe en este sutra, que glorifica las bendiciones inconcebibles de Sukhavati, y que es favorecido y protegido por todos los Buddhas!”.

Sariputra, así también en el Norte, están el Buddha Archiskandha, el Buddha Vaisvanaranirghosha, el Buddha Dushpradharsha, el Buddha Adityasambhava, el Buddha Jaleniprabha, y muchos otros Buddhas iguales en número a las arenas del río Ganges, cada uno en su tierra predicando la Verdad con una lengua omnipotente, en las vibraciones de tres millones de chiliocosmos, diciendo: “¡Qué todos los seres sintientes tengan fe en este sutra, que glorifica las bendiciones inconcebibles de Sukhavati, y que es favorecido y protegido por todos los Buddhas!”.

Sariputra, así también en el Nadir, están el Buddha Simha, el Buddha Yasas, el Buddha Yasahprabhava, el Buddha Dharma, el Buddha Dharmadhvaja, el Buddha Dharmadhara, y muchos otros Buddhas iguales en número a las arenas del río Ganges, cada uno en su tierra predicando la Verdad con una lengua omnipotente, en las vibraciones de tres millones de chiliocosmos, diciendo: “¡Qué todos los seres sintientes tengan fe en este sutra, que glorifica las bendiciones inconcebibles de Sukhavati, y que es favorecido y protegido por todos los Buddhas!”.

Sariputra, en el Cenit están el Buddha Brahmaghosha, el Buddha Nakshatraraja, el Buddha Gandhottama, el Buddha Gandhaprabhasa, el Buddha Maharchiskandha, el Buddha Ratnakusumasampushpitagtra, el Buddha Salendraraja, el Buddha Ratnotpalasri, el Buddha Saruarthadarsa, el Buddha Sumerukalpa, y muchos otros Buddhas iguales en número a las arenas del río Ganges; cada uno en su tierra predicando la Verdad con una lengua omnipotente, en las vibraciones de tres millones de chiliocosmos, diciendo: “¡Qué todos los seres sintientes tengan fe en este sutra, que glorifica las bendiciones inconcebibles de Sukhavati, y que es favorecido y protegido por todos los Buddhas!”.

Ahora Sariputra, ¿qué piensas tú, cuál es la razón por la que este sutra se titula “El Sutra Protegido y Favorecido por todos los Buddhas”? Sariputra, cada hombre y cada mujer virtuosos que recita este sutra, y que oye los nombres de los Buddhas que se encuentran en él, son protegidos y favorecidos por todos los Buddhas, y nunca perderán el conocimiento de la Suprema Sabiduría (Anuttara-Samyak-Sambodhi).

Esto es verdad para todos los seres que han estado en existencia, aquellos que han nacido ahora, y aquellos que nacerán. Por lo tanto, Sariputra, todos los hombres y mujeres virtuosos deberán tener el deseo de nacer en el paraíso de Amitabha, si ellos confían en este sutra.

Sariputra, a medida que ahora glorifico los méritos inconcebibles de todos los Buddhas, así también, ellos alaban los míos diciendo: “El Buddha Shakyamuni ha ejecutado una tarea difícil, un entendimiento único. A pesar de las cinco clases de corrupciones de este mundo de maldad: la corrupción de la era presente (kalpa), la corrupción de los puntos de vista erróneos, la corrupción de las pasiones, la corrupción de los seres variados, la corrupción del destino (Karma), Él es todavía capaz de lograr en este Mundo Saha (el Mundo de Sufrimientos), la Suprema Sabiduría (Anuttara-Samyak-Sambodhi), y predicarle a todos los seres esta Ley (la Doctrina de la Tierra Pura) que las personas de todos los mundos están inclinados a dudar, y que es difícil de convencerlos para que la acepten”.

Sariputra, debes entender que me es muy espinoso ejecutar esa tarea tan difícil de predicar esta Ley en la edad de los incrédulos, y en el medio de las cinco clases de corrupciones de este mundo-Saha, donde alcancé la Suprema Sabiduría (Anuttara-Samyak-Sambodhi).

Habiendo escuchado la prédica del Buddha de este sutra, el Anciano Sariputra, todos los Bhikkhus, los dominios de la humanidad, de los Devas y de los Asuras, la aceptaron con gozo, preparándose a practicar la enseñanza. Y entonces, habiendo brindado sus respetos al Honorable del Mundo, se retiraron.

1 Berilo: agua marina, esmeralda, gema.
2 Mandarava: La consorte india de Padmasambhava (ca 717).
3 Kalavinka: un ave del paraíso budista
4 Assamkhyeyas: un número infinito de kalpas.


Sukhavati-Vyuha

Himnos del cielo



"Y él se dirigirá al altar que está ante el Señor" [Lev. 16 : 18]. Al respecto, el Rabino Judah citó el verso: "Dios, Dios, el Señor ha hablado y ha llamado a la tierra desde donde sale el sol hasta donde se oculta" [Salmos 50: 1]. 

Él dijo: Se nos ha enseñado que al alba un coro de mil quinientas cincuenta miríadas canta himnos a Dios, y al mediodía mil quinientas cuarenta y ocho, y al momento conocido como "entre las tardes", mil quinientas noventa miríadas. 

El Rabino Yose comentó que a la hora crepuscular todas las legiones celestiales conocidas como "señores del grito" lo reciben con alabanzas, pues están todos jubilosos y entonces el juicio se ilumina. En este momento, el mundo se regocija y es bendecido y el Ser Supremo, bendito sea, levanta a Abraham [el representante de la Misericordia] y sostiene una alegre charla con él y le permite que gobierne al mundo. Pero en el momento conocido como "entre las tardes", los ángeles llamados 'maestros del aullido" levantan sus voces y a lo largo del mundo priva la conciencia. Entonces, el Ser Supremo, bendito sea, pidiéndole a Isaac [el representante del Juicio Severo] que se levante y vaya a juzgar a los transgresores de los preceptos de la ley. Vienen entonces siete ríos de fuego que descienden a las cabezas de los malos, y también los carbones ardientes de fuego. Ahora Abraham se retira, el día parte, y en Gehinnom los que han hecho el mal, gruñendo, claman: "¡Desdichados de nosotros!, pues el día declina, pues las sombras de la tarde se esparcen ya" [Jer. 6:4]. 

Así, a esta hora, un hombre debe tener cuidado de no olvidar su oración de la tarde. Con la llegada de la noche, se hacen venir desde afuera de la cortina las otras mil quinientas cuarenta y ocho miríadas y entonan himnos  ante lo cual los castigos del inframundo se levantan y vagan por el mundo, cantando alabanzas hasta la medianoche, que es un reloj y medio. Entonces, habiéndose ido y desatado el viento del norte, todos los presentes se congregan para cantar Salmos hasta el amanecer y hasta que entra la mañana y la alegría y la bendición regresan al mundo. 

Zohar. El libro del esplendor 
Selección y edición de Gershom Scholem 


Un gran e invisible río



Si vas en búsqueda del Gran Creador, volverás con las manos vacías. 

El origen del universo es en última instancia incognoscible, un gran e invisible río que fluye eternamente a través de un fértil valle. 

Silencioso y no creado, crea todas las cosas. Todas las cosas nacen del reino sutil al mundo manifestado mediante la relación mística del Yin y el Yang. 

El dinámico río Yang empuja hacia delante, el tranquilo valle Yin es receptivo, y mediante su integración nacen las cosas a la existencia. 

A esto se conoce como el Gran Tai Chi. 

El Tai Chi es la verdad integral del universo. Todo es un Tai Chi: tu cuerpo, el cuerpo cósmico, la forma, la apariencia, la sabiduría, la energía, las uniones de las personas, la dispersión del tiempo y de los lugares. 

Todo ello nace mediante la integración del Yin y del Yang, se mantiene y se dispersa sin la dirección de ningún creador. 

Tu creación, tu transformación, la acumulación de energía y sabiduría, la disminución y el término de tu cuerpo: todas estas cosas tienen su lugar por sí mismas sin la acción sutil del universo. Por ello, no es necesario el esfuerzo agitado. Sé simplemente consciente del Gran Tai Chi. 


Hua Hu Ching
Versión: Brian Walker

Mencio: La vaca y el cordero


2. Dijo el rey: «De qué forma se puede practicar la virtud para ser un buen rey.» Mencio respondió: «El que protege a sus súbditos es rey y no se puede impedir que lo sea.» 

3. «¿Acaso mi humilde persona», dijo el rey, «es capaz de proteger al pueblo?» Mencio contestó: «Sí.» A lo que el rey objetó a su vez: «¿Cómo sabe el maestro que yo sería capaz?» Mencio dijo: «He oído contar a Hú Hé que su majestad, en una ocasión en que sentado en el trono, vio pasar por el fondo de la sala a un hombre que arrastraba una vaca, al preguntar para qué era la vaca y recibir la contestación de que era para consagrar una campana con su sangre, dijo: liberadla, no puedo sufrir su aspecto asustado, como el de un hombre sin culpa al que llevan al suplicio. A esto le contestaron: ¿Debe pues ser abandonada la consagración de la campana? Su Majestad dijo: ¿Cómo podría abandonarse?, usad un cordero en lugar de la vaca. Yo no sé si esto es o no verdad.» 

4. El rey dijo: «Sí, es cierto.» Mencio prosiguió: «Esta bondad de corazón le permite a su majestad llegar a ser un verdadero rey. El pueblo en general pensó que su majestad quería ahorrar una vaca, pero yo sé que el rey no podía aguantar aquella visión.» 

5. El rey dijo: «Lo que el pueblo veía parecía ser la verdad, pero si bien Qi es un país pequeño, ¿cómo podría yo querer ahorrar una vaca? No es esto, sino que no pude soportar su aspecto de miedo, como el de un hombre sin culpa al que llevan al suplicio. Por eso se usó el cordero para la consagración.» 

6. Mencio dijo: «Su majestad no debe extrañarse de que el pueblo haya pensado que quería ahorrarse una vaca, ya que al cambiar un animal grande por uno pequeño, ellos ¿cómo podían saberlo? Si su majestad se dolía del que era llevado a la muerte sin culpa, ¿por qué elegir entre una vaca y un cordero?» El rey respondió riendo: «¿Cómo podía ser éste mi verdadero pensamiento? Yo no quería ahorrar riquezas, pero como cambié la vaca por el cordero, es normal que el pueblo pensara que yo era un avaro.» 

7. Mencio dijo: «No hay mal en esto, se trata de un artificio de benevolencia. Su Majestad había visto la vaca y no el cordero. El hombre superior en su relación con los animales, si los ha visto vivos no puede soportar verlos muertos, si ha oído sus sonidos de agonía no puede comer su carne. Por ello, el hombre superior se mantiene alejado de sus cocinas.»

Confucio-Mencio: Los cuatro libros.
Traducción: Joaquín Pérez Arrollo.



Palabras de Jesús sobre el perdón de los pecados


XLI 1.Y cuando Jesús hubo dicho estas palabras a sus discípulos, María le preguntó: Mi Señor y Salvador, ¿los hombres justos de toda justicia, y en quienes no hay ningún pecado, sufrirán o no los suplicios de que nos hablaste?

2. ¿Será este hombre admitido, o no, en el reino de los cielos?

3. Y el Salvador contestó a María: El hombre justo, del todo perfecto, limpio de pecado, y que no haya recibido ningún misterio de la luz, cuando llegue su hora y salga del mundo, será puesto en poder de los satélites de una gran triple potencia.

4. Y se apoderarán de su alma, y durante tres días recorrerán con ella el mundo, y el tercero la llevarán al caos, para conducirla al lugar de todos los suplicios.

5. Y Juan se adelantó y dijo: Señor, si un consumado pecador renuncia a todo por el reino de los cielos, y renuncia a todo pecado, y sabemos que ama a Dios, y le damos los misterios, y recae en sus pecados, y vuelve a hacer penitencia, ¿es tu voluntad que le remitamos siete veces sus faltas y le demos siete veces los misterios del primer orden?

6. Y el Señor contestó a Juan: En verdad os digo que no siete veces, sino que le remitáis sus pecados muchas veces siete veces, dándole todas ellas los misterios desde el comienzo hasta lo extremo de lo exterior.

7. Porque así podréis ganar el alma de nuestro hermano y darle posesión del reino de la luz.

8. Y cuando me habéis interrogado diciendo si podéis perdonar los pecados hasta siete veces, yo os he respondido en parábola.

9. Y os he dicho. Perdonadle los pecados no siete veces, sino setenta y siete veces.

10. Perdonadle, pues, muchas veces, para que reciba otras tantas los misterios y pueda salvarse el alma de ese hermano.

11. Porque en verdad os digo que el que haya vivificado un alma la conservará para su luz en el reino de la luz.
12. Y recibirá más gloria por el alma que haya salvado, y quien haya salvado muchas almas haciéndoles entrar en la gloria de su gloria tendrá tanta más gloria cuantas más almas haya salvado.

13. Y cuando el Salvador habló así, Juan le preguntó: Y si mi hermano, que es un gran pecador, renuncia al mundo y a sus vanidades, ¿cómo sabremos que no es hipócrita?

14. ¿Y cómo sabremos que es sincero para conocer si le podemos dar los misterios de segunda y tercera categoría, y si podemos darle todos los misterios para que participe del reino de la luz?

15. Y el Salvador contestó a Juan, rodeado de todos sus discípulos.

16. Y le dijo: Si conocéis de un modo seguro que ese hombre ha renunciado al mundo y a sus pecados, y que no es mentiroso ni hipócrita, y que ama sinceramente a Dios, no le ocultéis los misterios y hacedlo conocer los de segundo y tercer grado.

17. Hacedlo participar de los misterios de que lo creáis digno, y cuando le hayáis comunicado los misterios del
grado tercero y segundo, si recae en el pecado, no continuéis comunicándoselos.

18. Porque os digo en verdad que el hombre que haya recibido estos misterios y peque sufrirá una sanción rigurosa.

19. Porque será objeto de escándalo y no habrá para él desde entonces redención de su alma en este mundo.

20. Sino que su morada estará en la puerta de los dragones, en las tinieblas exteriores, allí donde es el llorar y el rechinar de dientes.

21. Y en la destrucción del mundo, su alma será atormentada por un hielo frigidísimo y un ardor cruel.

22. Y permanecerá sin existencia hasta la eternidad.

23. Mas si este hombre se convierte de nuevo y renuncia al mundo y a sus pecados, y tiene gran arrepentimiento y penitencia, la misericordia se tenderá sobre él.

24. Y su penitencia le será admitida en remisión de sus pecados.

25. Para que consiga el misterio del primer misterio y hasta el misterio del Inefable.

26. Y verá sus pecados remitidos, porque estos misterios son piadosos y perdonan el pecado en toda hora.


El Evangelio de Valentino (Pistis Sophia)

Jesús toma a Adán bajo su protección y los antiguos profetas cantan su triunfo


XXV 1. Y el Señor extendió su mano, y dijo: Venid a mí, todos mis santos, hechos a mi imagen y a mi semejanza. Vosotros, que habéis sido condenados por el madero, por el diablo y por la muerte, veréis a la muerte y al diablo condenados por el madero.

2. Y, en seguida, todos los santos se reunieron bajo la mano del Señor. Y el Señor, tomando la de Adán, le dijo: Paz a ti y a todos tus hijos, mis justos.

3. Y Adán, vertiendo lágrimas, se prosternó a los pies del Señor, y dijo en voz alta: Señor, te glorificaré, porque me has acogido, y no has permitido que mis enemigos triunfasen sobre mí para siempre. Hacia ti clamé, y me has curado, Señor. Has sacado mi alma de los infiernos, y me has salvado, no dejándome con los que descienden al abismo. Cantad las alabanzas del Señor, todos los que sois santos, y confesad su santidad. Porque la cólera está en su indignación, y en su voluntad está la vida.

4. Y asimismo todos los santos de Dios se prosternaron a los pies del Señor, y dijeron con voz unánime: Has llegado, al fin, Redentor del mundo, y has cumplido lo que habías predicho por la ley y por tus profetas. Has rescatado a los vivos por tu cruz, y, por la muerte en la cruz, has descendido hasta nosotros, para arrancarnos del infierno y de la muerte, por tu majestad. Y, así como has colocado el título de tu gloria en el cielo, y has elevado el signo de la redención, tu cruz, sobre la tierra, de igual modo, Señor, coloca en el infierno el signo de la victoria de tu cruz, a fin de que la muerte no domine más.

5. Y el Señor, extendiendo su mano, hizo la señal de la cruz sobre Adán y sobre todos sus santos. Y, tomando la mano derecha de Adán, se levantó de los infiernos, y todos los santos lo siguieron.

6. Entonces el profeta David exclamó con enérgico tono: Cantad al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho cosas admirables. Su mano derecha y su brazo nos han salvado. El Señor ha hecho conocer su salud, y ha revelado su justicia en presencia de todas las naciones.

7. Y toda la multitud de los santos respondió, diciendo: Esta gloria es para todos los santos. Así sea. Alabad a Dios.

8. Y entonces el profeta Habacuc exclamó, diciendo: Has venido para la salvación de tu pueblo, y para la liberación de tus elegidos.

9. Y todos los santos respondieron, diciendo: Bendito el que viene en nombre del Señor, y nos ilumina.

10. Igualmente el profeta Miqueas exclamé, diciendo: ¿Qué Dios hay como tú, Señor, que desvaneces las iniquidades, y que borras los pecados? Y ahora contienes el testimonio de tu cólera. Y te inclinas más a la misericordia. Has tenido piedad de nosotros, y nos has absuelto de nuestros pecados, y has sumido todas nuestras iniquidades en el abismo de la muerte, según que habías jurado a nuestros padres en los días antiguos.

11. Y todos los santos respondieron, diciendo: Es nuestro Dios para siempre, por los siglos de los siglos, y durante todos ellos nos regirá. Así sea. Alabad a Dios.

12. Y los demás profetas recitaron también pasajes de sus viejos cánticos, consagrados a alabar a Dios. Y todos los santos hicieron lo mismo.

El evangelio de Nicodemo

Viaje de María y de José a Bethlehem



Sagrada Familia - Icono en el Museo Copto de  El Cairo


II 1. El año 309 de Alejandro, ordenó Augusto que cada individuo fuese empadronado en su país. Y José se aprestó a ello, y, llevando consigo a María, su esposa, partió para Bethlehem, su aldea natal.

2. Y, mientras caminaban, José advirtió que el semblante de su esposa se ensombrecía por momentos, y que por momentos se iluminaba. E, intrigado, tomó la palabra, y preguntó: ¿Qué tienes, María? Y ella respondió: Veo, oh José, alternar dos espectáculos sorprendentes. Veo al pueblo de Israel, que llora y se lamenta, y que, estando en la luz, semeja a un ciego, que no percibe el sol. Y veo al pueblo de los incircuncisos, que habitan en las tinieblas, y que una nueva claridad se levanta para ellos y sobre ellos, y que ellos se regocijan llenos de alegría, como el ciego cuyos ojos se abren para ver la luz.

3. Y José llegó a Bethlehem para instalarse en su aldea natal, con toda su familia. Y, cuando llegaron a una gruta próxima a Bethlehem, María dijo a José: He aquí que el tiempo de mi alumbramiento ha llegado, y que me es imposible ir hasta la aldea. Entremos, pues, en esta gruta. Y, en aquel momento, el sol se ponía. Y José partió de allí presuroso para traer a María una mujer que la asistiese. Y halló por acaso a una anciana de raza hebraica y originaria de Jerusalén, a quien dijo: Ven aquí, bendita mujer, y entra en esta gruta, donde hay una joven que está a punto de parir.

III 1. Y la anciana, acompañada de José, llegó a la caverna, cuando el sol se había puesto ya. Y penetraron en la caverna, y vieron que todo faltaba allí, pero que el recinto estaba alumbrado por luces más bellas que las de todos los candelabros y las de todas las lámparas, y más intensas que la claridad del sol. Y el niño, a quien María había envuelto en pañales, mamaba la leche de su madre. Y, cuando ésta acabó de darle le pecho, lo depositó en el pesebre que en la caverna había.

2. Y la anciana dijo a Santa María: ¿Eres la madre de este recién nacido? Y Santa María dijo: Sí. Y la anciana dijo: No te pareces a (las demás) hijas de Eva. Y Santa María dijo: Como mi hijo es incomparable entre los niños, así su madre es incomparable entre las mujeres… Y la anciana respondió en estos términos: Oh, señora, yo vine sin segunda intención, para obtener una recompensa. Nuestra Señora Santa María le dijo: Pon tu mano sobre el niño. Y ella la puso, y al punto quedó curada. Y salió diciendo: Seré la esclava y la sierva de este niño durante todos los días de mi vida.

IV 1. Y, en aquel momento, llegaron unos pastores, y encendieron una gran hoguera, y se entregaron a ruidosas manifestaciones de alegría. Y aparecieron unas legiones angélicas, que empezaron a alabar a Dios. Y los pastores también lo glorificaron.

2. Y, en aquel momento, la gruta parecía un templo sublime, porque las voces celestes y terrestres a coro celebraban y magnificaban el nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo. Cuanto a la anciana israelita, al ver tamaños milagros, dio gracias a Dios, diciendo: Yo te agradezco, oh Dios de Israel, que mis ojos hayan visto el nacimiento del Salvador del mundo.

Historia árabe de José el carpintero

Jesús y los dragones



1. Habiendo llegado a una gruta, y queriendo reposar allí, María descendió de su montura, y se sentó, teniendo a Jesús en sus rodillas. Tres muchachos hacían ruta con José, y una joven con María. Y he aquí que de pronto salió de la gruta una multitud de dragones, y, a su vista, los niños lanzaron gritos de espanto. Entonces Jesús, descendiendo de las rodillas de su madre, se puso en pie delante de los dragones, y éstos lo adoraron, y se fueron. Y así se cumplió la profecía de David: Alabad al Señor sobre la tierra, vosotros, los dragones y todos los abismos.

2. Y el niño Jesús, andando delante de ellos, les ordenó no hacer mal a los hombres. Pero José y María temían que el niño fuese herido por los dragones. Y Jesús les dijo: No temáis, y no me miréis como un niño, porque yo he sido siempre un hombre hecho, y es preciso que todas las bestias de los bosques se amansen ante mi.

Evangelio del pseudo-Mateo

La mirada del elefante


[4.1.] {186} En aquella oportunidad, el Bienaventurado se levantó y se vistió temprano y, tomando su cuenco y el hábito externo, fue a Vesali en busca de limosnas. Después de haber retornado de su habitual ronda y  después de haber comido, el Bienaventurado echó una mirada de elefante [1] hacia la ciudad de Vesali y se dirigió al Venerable Ananda con estas palabras: "Esta es la última vez, Ananda, que el Bienaventurado echa una mirada hacia la ciudad de Vesali. Ven, Ananda, vayamos ahora a Bhandagama". - "Así sea, Venerable Señor", respondió el Venerable Ananda y el Bienaventurado estableció su morada en Bhandagama junto a un numeroso grupo de monjes.

[4.2.] En esta ocasión, el Bienaventurado se dirigió a los monjes con estas palabras: "Monjes, por falta del entendimiento, por falta de penetración de los cuatro principios, que el Tathagata, al igual que vosotros, tuvo que atravesar este interminable ciclo de nacimientos. ¿Cuáles cuatro principios? Estos son: la noble virtud, la noble concentración, la noble sabiduría y la noble liberación. Pero ahora, monjes, que estos principios han sido comprendidos y penetrados, se ha cortado la avidez por la existencia, se ha destruido aquello que conducía a nuevas existencias y, he aquí, que no hay más nuevos nacimientos".

[4.3.] Y habiendo dicho esto, el Bienaventurado, el Maestro, una vez más hizo el uso de la palabra, diciendo:

La virtud, la concentración, la sabiduría y la liberación sin igual.
Estos gloriosos principios Gotama descubrió.
Y conociendo este Dhamma, a sus monjes lo enseñó.
Él, el destructor del sufrimiento, el Maestro, el Conocedor, indica la paz del Nibbana.

[4.4.] Entonces, el Bienaventurado, mientras estaba en Bhandagama, ofreció este completo y detallado discurso: "He aquí, la moralidad, la concentración y la sabiduría. Cuando la concentración está imbuida con la moralidad, trae un gran beneficio y muchos frutos. Cuando la sabiduría está imbuida con la concentración, trae un gran beneficio y muchos frutos. La mente imbuida con la sabiduría, se libera completamente de las corrupciones de la sensualidad, de la existencia, de las falsas opiniones y de la ignorancia".


[1] De acuerdo a los Comentarios, los budas, cuando echan una mirada atrás, lo hacen como los elefantes, girando atrás todo el cuerpo.


Mahaparinibbana Sutta. Parte IV: La última comida
Fuente

El sacrificio de Isaac



El sacrificio de Isaac
The Sacrifice of Isaac, William Blake


a. Dios se le apareció a Abraham en Berseba y le dijo : "Toma a tu hijo y subid juntos a una montaña que yo te indicaré en la tierra de Moriá". Abraham preguntó: —Señor, tengo dos hijos. ¿Cuál de ellos tiene que ir conmigo? —Tu único hijo- —Señor, cada uno es el hijo único de su madre.

—Lleva al hijo que amas.

—Señor, amo a los dos.

—Lleva al hijo que amas más.

—Señor, ¿qué debo hacer en la tierra de Moriá? —Ofrece un holocausto en mi altar, —¿Soy un sacerdote para ofrecer sacrificios? —Yo te consagraré mi Sumo Sacerdote y tu hijo Isaac será el sacrificio(1).

Abraham se levantó temprano, aparejó su asno y, tomando consigo dos mozos y a Isaac su hijo, partió la leña para el holocausto y se puso en camino para el lugar que le había dicho Dios.

Al tercer día alzó Abraham sus ojos y vio de lejos el lugar. Y dijo a sus sirvientes: "Quedaos aquí con el asno; yo y el niño iremos hasta allí, y después de haber adorado, volveremos a vosotros".

Y tomando Abraham la leña para el holocausto, se la cargó a Isaac, su hijo; tomó él en su mano el fuego y el cuchillo y siguieron ambos juntos.

Isaac dijo : "Llevamos el fuego y la leña, pero la res para el holocausto, ¿dónde está?" Y Abraham le contestó: "Dios se proveerá de res para el holocausto, hijo mío". En la cima de la montaña Abraham erigió un altar de piedra y dispuso sobre él la leña, ató a su hijo y lo puso sobre el altar, encima de la leña. Pero cuando tomó el cuchillo una voz le gritó desde el cielo: "¡Abraham, Abraham!" Y él contestó: "Heme aquí, señor". La voz volvió a gritarle: "No extiendas tu brazo sobre el niño y no le hagas nada, porque ahora he visto que en verdad temes a Dios, pues por mí no has perdonado a tu hijo, tu unigénito".

Alzó Abraham los ojos y vio tras sí un carnero enredado por los cuernos en la espesura; lo sacrificó en vez de Isaac y llamó al lugar Yahvé-yiré, que quiere decir Yahvéh me ve.

Dios juró por Su Nombre que multiplicaría su descendencia como las estrellas del cielo y como las arenas de las orillas del mar, porque le había obedecido sin vacilar. Abraham e Isaac volvieron adonde estaban sus sirvientes y todos juntos fueron a Berseba(2).

b. Algunos dicen que esos sirvientes eran Ismael, el hijo de Agar, y Eliézer de Damasco, y que Ismael le dijo a Eliézer cuando estaban solos: "A mi padre le han ordenado que sacrifique a Isaac. ¡Ahora seré su heredero!" Eliézer le replicó:

"¿Tu padre no expulsó a Agar a pedido de Sara y así te desheredó? Seguramente me legará todos sus bienes a mí, que le he servido fielmente día y noche desde que me convertí en su siervo"(3).

c. Cuando Abraham subía al monte Moriá el ángel caído Samael se le apareció en la forma de un hombre entrado en años y humilde y le dijo: "¿Puede la orden de que mates al hijo de tu ancianidad provenir de un Dios de misericordia y justicia? ¡Te han engañado!" Abraham conoció a Samael a pesar de su disfraz y lo ahuyentó; pero reapareció en la forma de un joven hermoso que dijo en voz baja a Isaac: "¡Hijo desdichado de una madre desdichada! ¿Fue para esto para lo que ella esperó tu nacimiento durante tanto tiempo y tan pacientemente? ¿Por qué tu estúpido padre ha de matarte sin motivo? ¡Huye mientras estás todavía a tiempo!"

Isaac repitió esas palabras a Abraham, quien maldijo a Samael y lo envió a paseo(4).

d. En la cumbre del monte Moriá, Isaac consintió voluntariamente en morir y dijo: "¡Bendito sea el Dios Vivo que me ha elegido hoy en holocausto ante Él!"

Además entregó a Abraham piedras para que reconstruyera el altar roto que se alzaba allí; lo había erigido Adán y utilizado sucesivamente Abel, Noé y Sem(5).

Luego dijo: "Átame fuertemente, padre, para que no rehuya el cuchillo y haga tu ofrenda inaceptable para Dios. Luego lleva las cenizas y dile a mi madre Sara: Esto atestigua el sabor dulce de la carne sacrificial de Isaac”(6).

Después de sacrificar al carnero, Abraham rogó: "Cuando Tú exigiste la vida de mi amado hijo, ¡oh Señor!, yo podía haber exclamado airado: 'Ayer mismo me prometiste que él me daría una gran descendencia; ¿debo ahora quemar su cuerpo exangüe en Tu altar?' Sin embargo, permanecí como sordo y mudo. En consecuencia, te ruego que si mis descendientes obran mal alguna vez Tú también reprimas tu ira, y que cada año, cuando se arrepientan de sus pecados y el cuerno del carnero suene en el primer día del séptimo mes, recuerdes como até a mi hijo y, levantándote del Trono del Juicio, te sientes en el Trono de la Misericordia"(7).

e. Isaac pasó los tres años siguientes en el Paraíso; o, según dicen algunos, en la casa de Sem y Éber, donde estudió la Ley de Dios. Pero antes asistió al entierro de su madre Sara, quien, cuando se dirigía a Hebrón para tener noticias de él, oyó que se había salvado y murió de alegría, pues Samael le había asegurado que su hijo ya había sido sacrificado.

Sara murió a la edad de ciento veintisiete años. Abraham compró a Efrón, el hitita, la caverna de Macpela, por la que pagó cuatrocientos siclos de plata, enterró en ella a Sara y la lloró durante siete días(8).

1. Génesis XXIL1-2; Gen. Rab. 590,592; Tanhuma Buber Gen, 1 1 1 ; Pesiqta Rabbati 170a; PRE, c.3L
2. Génesis XXIL3-19.
3. Sepher Hayashar 76-77.
4. Sepher Hayashar 77-79; cf. Gen. Rab. 595-98.
5. Sepher Hayashar 8 0 ; PRE, c.3L
6. Sepher Hayashar 80.
7. Lev. Rab, 29,9; Gen. Rab. 607; Yer. Taamit 65d; Tanhuma Buber Gen.
8. Génesis XXIIL1-20; Mid- Wayosha, BHM i.35ss; PRE, c.32; Sepher Hayashar 81-83.

1. El sacrificio de los hijos primogénitos era común en la Palestina antigua y lo practicaban no sólo el rey moabita Mesa, quien quemó su hijo mayor al dios Kemós (2 Reyes 111,26-27), sino también los ammonitas, quienes ofrecían sus hijos a Molok (Levítico XVIIL21 y XX.2ss); los árameos de Sefarvaim, cuyos dioses eran Adram-melec y Ana-melec; y los reyes hebreos Ajaz (2 Reyes XVI.3) y Manases (2 Reyes XXI.6). La tentativa del rey Saúl de sacrificar a su hijo guerrero Jonatán después de un revés en la guerra filistea se insinúa en 1 Samuel XIV.34-46, aunque el ejército prefirió salvarlo.

2. En Éxodo XXII.28-29 se dice: "Me darás el primogénito de tus hijos. Así harás con el primogénito de tus vacas y tus ovejas; quedará siete días con su madre, y al octavo me lo darás", lo que Ezequiel (XX.24- 26) describió posteriormente como una de "las leyes que no eran buenas" y corrompían a Israel como castigo por su idolatría. Pero esta ley se refería al sacrificio de infantes más bien que al de jóvenes u hombres mayores, y se podía eludir mediante el sacrificio en prenda del prepucio del primogénito con la circuncisión. El sacrificio de Isaac era de aquellos a los que se recurría en las emergencias nacionales —como los realizados por Mesa, Ajaz y Manases— o en las ceremonias de fundación, como el realizado por Jiel en Jericó (1 Reyes XVI.34).

3, Salomón había introducido en Jerusalén el culto de Molok y Kemós (1 Reyes XL7J, a los que se sacrificaba niños en el valle de Tofet, alias Gehenna (2 Reyes XXIII.10), Algunas de estas víctimas parecen haber sido sacrificadas como sustitutos del Rey, el dios Sol encarnado, en una abdicación anual de la corona, Miqueas (VI,7), Jeremías ( VII , 3 1 ; XIX.5-6; XXXII,35) y Ezequiel (XVI.20; XX.26) denunciaron esa práctica, contra la que se legisló también en Deuteronomio XIL31 y en Levítico XVIIL21 y XX.2ss, Éxodo XXXIV.20, una enmienda de XXIU8-29, iguala al primogénito del hombre con el del asno: ambos eran redimibles con un carnero o con dos pichones (Éxodo XXXIV-20; Levítico XII-6-8), El interrumpido sacrificio de Isaac por Abraham muestra su absoluta obediencia a Dios y la misericordia de Dios al desistir de la "ley que no era buena" como reconocimiento por la obediencia. Pero Isaac no era ya un infante, sino un muchacho capaz de llevar una pesada carga de leña, y Abraham lo redimió con un carnero, y no un cordero. Un midrás que considera la muerte de Sara como una consecuencia directa de habérsele atado a Isaac, deduce noventa años —la edad que tenía cuando dio a luz a Isaac, de los 127 que contaba cuando falleció— y atribuye a Isaac treinta y siete.

4. El carnero "enredado en la espesura" parece tomado de Ur de Caldea, donde en una tumba regia de fines del cuarto milenio a. de C. se encontraron dos estatuas sumerias de carneros de oro, concha blanca y lapislázuli, parados sobre sus patas traseras y atados con cadenas de plata a un arbusto dorado alto y florido. Este tema es común en el arte sumerio.

5. La tentativa de Abraham de sacrificar a Isaac tiene su análoga en el mito griego: la fábula cadmea de Atamas y Frixo. Estos cadmeos ("Orientales" en hebreo) descendían de Agenor ("Canaan"). En el siglo XI a. de C. algunos de ellos parecen haber viajado desde Palestina a Cadmea en Caria, cruzado el Egeo y fundado la Tebas beocia. Los cadmeos figuran también como "Hijos de Quedma" en la genealogía de Ismael (véase 29.5), Esta analogía resuelve tres problemas importantes que plantea el Génesis: primero, puesto que Abraham no fundaba una ciudad, ¿qué emergencia lo impulsó a sacrificar a su hijo ya crecido? Segundo: ¿por qué no fue elegido su primogénito Ismael con preferencia a Isaac? Tercero: la disputa por la precedencia entre Sara y Agar, tan importante en los capítulos preliminares, ¿tenía alguna relación con el sacrificio?

6. He aquí la fábula cadmea. El rey beocio Atamas, que se había casado con la reina Nefele de Pelión, quien le dio un hijo llamado Frixo, posteriormente engendró un hijo, Melicertes (¿Melkart? "gobernador de la ciudad") con la rival de Nefele, la cadmea Ino. Cuando Nefele se enteró de eso, maldijo a Atamas y Melicertes; inmediatamente Ino creó un hambre resecando en secreto el maíz para sembrar, y sobornó a la sacerdotisa de Apolo para que anunciase que la tierra recuperaría su fertilidad solamente si Atamas sacrificaba al hijo de Nefele, Frixo, su heredero, en el monte Lafístio. Atamas empuñaba ya el cuchillo de los sacrificios cuando Heracles le ordenó que desistiera, diciéndole: "Mí padre Zeus, Rey del Cielo, aborrece los sacrificios humanos". Entonces apareció un carnero de vellocino de oro, y Frixo huyó montado en él a la tierra de Cólquida, donde prosperó- Ino huyó con Melicertes de la ira de Atamas y se arrojó al mar, pero ambos fueron salvados y divinizados por Zeus, Ino como la Diosa Blanca y Melicertes como el Dios del Año Nuevo de Corinto.

7. Esto sugiere que, en el mito original, Agar se vengó de Sara atribuyendo un hambre a alguna acción de Abraham, pues en el Génesis se produce un hambre cuando él está ya casado con Sara y otra en el relato de Isaac en Guerar, la que parece haberse atribuido originalmente a Abraham. También sugiere que el sacrificio fue ordenado por un falso profeta, al que Agar sobornó para que hiciera eso en venganza por haber sido desheredado Ismael. Tal vez haya un recuerdo de eso en la tentativa de Samael de interrumpir el sacrificio. Pero la causa de la pendencia de Sara con Agar, de la que se trata en el antiguo código de Hammurabi,  parece más convincente que la causa de la pendencia de Nefele con Ino y señala a Sumeria como la fuente original de la fábula. La versión cadmea indica, no obstante, que la segunda huida de Agar de Abraham se realizó después del intento de sacrificar a Isaac, y no antes. "Atamas" puede haberse derivado del hebreo Ethan(9) un sabio y poeta mítico primitivo cuyo nombre, que significa "duradero" o "fuerte", es transcrito en la versión de los Setenta como Aitham. La extraña frase "el temor de Isaac" (Génesis XXXI.42,53) recuerda el nombre de Frixo ("Horror"). El hambre en una sociedad nómada significa sequía, y el sacrificio ficticio de un hombre vestido con el vellón de un carnero negro, que todavía celebran en el monte Lafistio los pastores beocios en el equinoccio de primavera, es un rito para hacer que llueva.

8. Otros dos mitos vienen aquí al caso. El más antiguo se refiere al voto que hizo Jefté de ofrecer a Dios en holocausto a la primera criatura viviente que saliera a su encuentro después de su victoria sobre los ammonitas (Jueces XI,29ss); el posterior se refiere al voto análogo que hizo el cretense Idomeneo a Poseídón cuando estaba a punto de naufragar. Pero Jefté no sufrió daño alguno después de sacrificar a su hija, pues era "una costumbre de Israel", en tanto que los hombres de Idomeneo fueron víctimas de la peste y él fue desterrado de Creta. Los griegos, que habían adquirido el horror a los sacrificios humanos más o menos en el mismo período que los hebreos, prefirieron, por ejemplo, creer que Ifigenía, la hija de Agamenón, fue redimida con una gama cuando estaba a punto de ser muerta en Aulis, y luego fue llevada al Quersoneso Táurico. Plutarco recuerda un caso que combina el tema del voto con el del hijo primogénito, sacrificado en tiempo de emergencia: Meandro prometió recompensar a la Reina del Cielo con la primera persona que le felicitase por la toma de Pessinos; fue su hijo Arquelao, al que mató como había prometido, pero luego el remordimiento lo llevó a ahogarse en el río que ahora lleva su nombre. La práctica de quemar niños en homenaje a Hércules Melkart continuó entre los fenicios durante mucho tiempo después de haberla abandonado los hebreos; y la opinión de Miqueas (VI.6-8) de que Dios aborrece no sólo los sacrificios humanos sino también los de animales y prefiere la justicia, la misericordia y la humildad del corazón, era chocantemente radical en esa época.

9. El ritual del Año Nuevo judío conmemora la atadura de Isaac. Cuando se le pidió que explicara por qué se ordenaba que se hiciera sonar un cuerno de carnero (shofar) en Levítico XXIIL23-25, Rabí Abhahu dijo: "Se hace porque Dios ordenó a nuestros padres: 'Haced sonar para Mí un cuerno de carnero, para que pueda recordar que Abraham ató a Isaac, y consideradlo como si os hubierais atado a vosotros mismos delante de Mí (B. Rosh Hashaná 16a)". La misma explicación se da en la plegaria mussaf de Año Nuevo; y un típico dicho tanaítico atribuido a Jesús en el Evangelio de Santo Tomás: "¡Levanta la piedra y me encontrarás, parte la madera y yo estaré allí!", se refiere claramente a la ligadura de Isaac, que era considerada como la mayor prueba de fe en toda la Escritura.

10. El comentario midrásico sobre el carnero es expansivo y fantástico. Dios había hecho ese animal particular en el primer día de la Creación; sus cenizas se convirtieron en los fundamentos del Santuario del Templo; el rey David utilizó sus nervios como cuerdas de su arpa; Elias se ciñó sus lomos con su piel; Dios hizo sonar su cuerno izquierdo en el monte Sinaí, y el cuerno derecho sonará en los Días del Mesías para llamar del destierro a las ovejas perdidas de Israel. Cuando Abraham encontró al carnero, éste se liberó repetidamente de un matorral sólo para enredarse en otro, lo que significaba que Israel se enredaría igualmente en el pecado y la desdicha, hasta que finalmente fuese redimido por el sonido del cuerno derecho.

11. El cronista del Génesis varía deliberadamente entre "Dios" y "un ángel" cuando se refiere al interlocutor de Abraham, lo mismo que en su relato de la visita divina a Abraham en Mambré. Relacionar la montaña del sacrificio con el monte Sión es absurdo, porque ya se ha dicho que Melquisedec reinaba allí como rey de Salem y sacerdote del Dios Altísimo; un midrás destaca este punto haciendo que Abraham pregunte a Dios por qué el deber de sacrificar a Isaac no ha sido confiado a Sem, es decir a Melquisedec. Esto contradice la tradición samaritana digna de confianza de que el monte Moría era el monte Garizim de 2300 pies de altura (Deuteronomio XI.29ss), que domina "el encinar de Moreh" donde Abraham había ofrecido su primer sacrificio (Génesis XII.6). La versión autorizada traduce esto mal como "la llanura de Moreh", basándose en un texto arameo redactado con el propósito de disfrazar la aceptación por Abraham del culto de los árboles cananeo. Moreh, más tarde Siquem y ahora Nablus, era el templo más santo de Israel, visitado por Abraham, bendecido por Moisés y famoso por la piedra conmemorativa de Josué y la tumba VI.9) del castigo de Dios por el culto de los ídolos iniciado allí por el rey Jeroboán (1 Reyes XIL25ss) se cumplió y todos los sacerdotes y caudillos del Reino del Norte fueron llevados por Senaquerib. Entonces Jerusalén se convirtió en el único centro de culto legítimo, y todos los mitos primitivos posibles fueron transferidos al monte Sión, incluyendo los de Adán, Abel, Noé y Abraham.

12. La caverna de Macpela fue comprada por Abraham al hitita Efrón. La muerte de Sara a causa de su alegría se debe al propósito del mitógrafo posterior de explicar su ausencia de Berseba, el hogar de Abraham, y su viaje a Hebron. También Atamas estaba relacionado con los hititas, pues era hermano de "Sísífo", el dios hitita Teshub. La caverna de "Efrón el hitita" puede haber sido un santuario consagrado a Foroneo, a quien se llama padre de Agener ("Canaan") y se dice que no sólo descubrió la manera de utilizar el fuego, sino que además inició el culto griego de Hera ("Anat").


Robert Graves - Raphael Patai
Los mitos hebreos


Chuang Tzu - Ayuno del corazón


Yen Hui, el discípulo favorito de Confucio, apareció para despedirse de su Maestro.

"¿Dónde vas?", preguntó Confucio.

"Voy a Wei."

"¿Y para qué?"

"He oído que el príncipe de Wei es un individuo autoritario, sensual y totalmente egoísta. No se preocupa en absoluto de su gente y se niega a admitir cualquier defecto en su persona. No presta la más mínima atención al hecho de que sus súbditos mueren por doquier. Todo el campo está lleno de cadáveres como heno en un prado. El pueblo está desesperado. Pero yo le he oído decir, Maestro, que se debe abandonar el estado bien gobernado e ir al que esté sumido en el desorden. A las puertas del médico hay abundantes enfermos. Deseo aprovechar esta oportunidad para poner en práctica lo que he aprendido de usted y ver si puedo lograr alguna mejora de las condiciones de aquel lugar."

"¡Ay!", dijo Confucio, "no te das cuenta de lo que haces. Atraerás el desastre sobre tu cabeza. El Tao no necesita de tus anhelos y sólo lograrás desperdiciar tus energías con tus mal encaminados esfuerzos. Al desperdiciar tus energías, te encontrarás confuso y después ansioso. Una vez que te invada la ansiedad, ya no serás capaz de ayudarte a ti mismo. Los antiguos sabios empezaban por buscar el Tao en ellos mismos, después miraban a ver si encontraban en los demás algo que se correspondiera al Tao, tal como ellos lo conocían. Pero si tú mismo no tienes el Tao,¿qué ganas tú desperdiciando el tiempo en vanos esfuerzos por llevar al camino correcto a unos políticos corruptos?...No obstante, supongo que has de tener alguna base para tus esperanzas de éxito.¿Cómo te propones conseguirlo?"

Yen Hui respondió: "Pretendo presentarme como un hombre humilde y desinteresado, que sólo busca hacer lo que está bien y nada más: un planteamiento sencillo y honesto. ¿Ganaré con esto su confianza"

"Por supuesto que no", replicó Confucio. "Ese hombre está convencido de que sólo él está en lo cierto. Podrá fingir ante el público que se toma interés en un patrón objetivo de justicia  pero no te dejes engañar por ello. Él no está acostumbrado a que nadie se le oponga. Su método es confirmarse a sí mismo que está en lo cierto pisoteando al resto de la gente. Si esto lo hace con hombres mediocres, con más seguridad aún lo hará con alguien que representa una amenaza para él al afirmar que es un hombre de grandes cualidades. Él se aferrará tozudamente a su método.

Podrá fingir que está interesado en tus palabras acerca de lo que es objetivamente bueno, pero en su interior no te oirá y no lograrás cambio alguno. No llegarás a ninguna parte de esta manera."

Yen Hui dijo entonces: "Muy bien. En lugar de oponerme a él directamente, mantendré mis propios valores interiormente, pero exteriormente fingiré ceder. Apelaré a la autoridad de la tradición y a los ejemplos del pasado. Aquel que interiormente se niega a aceptar compromisos es tan hijo del Cielo como cualquier gobernante. No me apoyaré en ninguna enseñanza propia y, por tanto, no tendré preocupación alguna sobre si se aprueba mi conducta o no. Finalmente seré aceptado como una persona desinteresada y sincera. Todos llegarán a apreciar mi candor y así seré un instrumento del Cielo en medio de ellos.

De esta manera, cediendo obedientemente ante el príncipe como hacen otros hombres, inclinándome, arrodillándome, postrándome como cualquier sirviente debe hacer, seré aceptado como limpio de culpa. Así, otros tendrán confianza en mí y gradualmente empezarán a usarme, viendo que tan sólo deseo hacerme útil y trabajar para el bien de todos. Seré así un instrumento de los hombres.

Mientras tanto, todo lo que tenga que decir será expresado en términos de la antigua tradición. Trabajaré con la sagrada tradición de los sabios de la antigüedad. Aunque lo que diga pueda ser objetivamente una condena de la conducta del príncipe, no seré yo el que la pronuncie, sino la propia tradición. De esta forma, seré perfectamente honesto sin ser ofensivo. Así, seré un instrumento de la tradición. ¿Cree usted que  es ésta la forma correcta de abordar la cuestión?"

"Desde luego que no", dijo Confucio. "¡Tienes demasiados planes de acción, mientras que ni siquiera has conocido al príncipe u observado su carácter! En el mejor de los casos, tal vez puedas librarte y salvar tu pellejo, pero no conseguirás cambiar absolutamente nada. Tal vez él se adapte superficialmente a tus palabras, pero no existirá un cambio real en su actitud."

Yen Hui dijo entonces:"Está bien, esto es todo lo que se me ocurre. ¿Querría usted, Maestro, decirme qué sugiere?"

"¡Debes ayunar!", dijo Confucio. "¿Sabes a qué me refiero cuando hablo de ayunar? No es fácil. Pero los caminos fáciles no provienen de Dios."

"¡Oh!", dijo Yen Hui. "¡Estoy acostumbrado al ayuno! En casa éramos pobres. Pasábamos meses sin ver carne o vino. Eso es ayuno,¿no es así?"

"Bueno, puedes llamarlo 'observar un ayuno', si quieres", dijo Confucio, "pero no es el ayuno del corazón."

"Dígame", dijo Yen Hui. "¿Qué es el ayuno de corazón?" Confucio respondió: "El objetivo del ayuno es la unidad interior. Esto significa oír, pero no con los oídos; oír, pero no con el entendimiento; oír con el espíritu, con todo tu ser. Oír sólo con los oídos es una cosa. Oír con el entendimiento es otra. Pero oír con el espíritu no se ve limitado a una facultad u otra, al oído o a la mente. Por tanto, exige el vacío de todas las facultades. Y cuando las facultades quedan vacías, la totalidad del ser escucha. Se da entonces una captación directa de aquello que está frente a ti y que no puede ser escuchado con el oído o comprendido por la mente. El ayuno del corazón vacía las facultades, te libera de las limitaciones y de las preocupaciones. El ayuno del corazón da a luz la unidad y la libertad."

"Ya veo", dijo Yen Hui. "Lo que obstruía mi camino era mi propia conciencia de mí mismo. Si consigo empezar el ayuno del corazón, esta conciencia de mi mismo desaparecerá. ¡Entonces me veré libre de limitaciones y preocupaciones!¿Es eso lo que quiere decir?"

"Sí", dijo Confucio, "¡eso es! Si eres capaz de hacerlo, quedarás capacitado para ir al mundo de los hombres sin afectarlos. No entrarás en conflicto con su propia imagen ideal de sí mismos. Si están dispuestos a escuchar, cántales una canción. Si no, mantente en silencio. No intentes echar abajo sus puertas. No pruebes nuevas medicinas con ellos. Limítate a estar entre ellos, porque no tienes otra misión que ser uno de ellos.¡Entonces podrás tener éxito!

Es fácil mantenerse quieto y no dejar rastro, pero es difícil andar sin tocar la tierra. Si sigues los métodos humanos, podrás engañar y aun salir bien librado. En el camino del Tao, el engaño es imposible.

Sabes que se puede volar con alas; aún no has aprendido a volar sin ellas. Estás familiarizado con la sabiduría de aquellos que saben, pero aún no conoces la sabiduría de aquellos que no saben.

Observa esta ventana: no es más que un agujero en la pared, pero gracias a ella todo el cuarto está lleno de luz. Así, cuando las facultades están vacías, el corazón se llena de luz. Al estar lleno de luz, se convierte en una influencia por medio de la cual los demás se ven secretamente transformados."

Thomas Merton
Escritos sobre Chuang Tzu

Ésta es la más grande bendición



Esto es lo que oído. En una ocasión el Sublime estaba residiendo cerca de Sàvatthì en el monasterio de Anàthapiäðika en el parque de Jeta. Cuando la noche estaba avanzada, una cierta divinidad de hermosa apariencia, habiendo iluminado todo el parque de Jeta, se acercó al Sublime. Habiéndose acercado, la divinidad reverenció al Sublime, se paró a un lado y se dirigió al Sublime en verso:

- Muchas divinidades y hombres deseando la felicidad han ponderado sobre lo que es una bendición (mangala). Dime cual es la más grande bendición.

- No asociarse con necios, asociarse con sabios, venerar a aquellos merecedores de veneración. Ésta es la más grande bendición.

- Vivir en lugar un adecuado, haber realizado acciones meritorias en el pasado y establecerse en lo que es correcto. Ésta es la más grande bendición.

- Poseer una inmensidad de conocimiento, tener habilidad en trabajos manuales, estar bien entrenado en moralidad y ser de lenguaje agradable. Ésta es la más grande bendición.

- Cuidar a la madre y al padre, sostener la esposa e hijos y tener una ocupación que no cause daño. Ésta es la más grande bendición.

- Generosidad, practicar el Dhamma, sostener a los familiares y acciones irreprochables. Ésta es la más grande bendición.

- Abstenerse del mal con la mente, abstenerse del mal con el cuerpo y las palabras, abstenerse de intoxicantes y no negligencia en las acciones. Ésta es la más grande bendición.

- Respeto, humildad, contentamiento, gratitud y escuchar el Dhamma en el momento apropiado. Ésta es la más grande bendición.

- Paciencia, obediencia, ver a los monjes y platicar acerca del Dhamma en el momento adecuado. Ésta es la más grande bendición.

- Auto control, llevar una vida noble, comprender las Nobles Verdades y realizar el Nibbàna. Ésta es la más grande bendición.

- Una mente que no se conmueve por el contacto con las condiciones del mundo, sin pesar, pura, segura. Ésta es la más grande bendición.

- Aquellos que satisfacen éstas son invencibles en todas partes y alcanzan la felicidad en todas partes. Ésta es la más grande bendición para ellos.

Mangala Sutra