Buda - El Sutra del Corazón

Buda - El Sutra del Corazón


Rindamos homenaje a la Perfección de la Sabiduría,
la Adorable, la Sagrada!
Avalokitesvara, el Sagrado Señor y Bodhisattva,
se internó en el profundo curso de la Sabiduría
que todo lo trasciende.
Mirando hacia abajo, desde lo alto,
sólo contempló cinco agregados,
y vio que, en sí mismos,
estaban vacíos.

Aquí, ¡Oh! Sariputra, la forma es vacío
y el vacío mismo es forma;
el vacío no se diferencia de la forma,
la forma no se diferencia del vacío;
todo lo que es forma, es vacío;
todo lo que es vacío, es forma;
lo mismo es aplicable a los sentimientos,
a las percepciones, a los impulsos y a la consciencia.

Aquí, ¡Oh! Sariputra,
todos los dharmas se caracterizan por el vacío;
ni son producidos, ni detenidos,
ni están mancillados, ni son inmaculados,
ni son deficientes, ni completos.

Por lo tanto, ¡Oh! Sariputra,
en el vacío no hay forma,
ni sensación, ni percepción,
ni impulso, ni consciencia;
ni ojo, ni oído, ni nariz, ni lengua, ni cuerpo, ni mente;
ni formas, ni sonidos, ni olores, ni sabores, ni cosas tangibles, ni objetos de la mente,
ni elementos del órgano visual,
y así sucesivamente
hasta que llegamos
a la ausencia de todo elemento de consciencia mental.
No hay ignorancia, ni extinción de la ignorancia,
y así sucesivamente,
hasta que llegamos a la no existencia de decadencia ni muerte,
ni extinción de la decadencia ni de la muerte.
No hay sufrimiento, ni origen, ni cesación, ni camino;
no hay cognición, ni logro, ni no-logro.
Por lo tanto, ¡Oh! Sariputra,
el Bodhisattva,
a causa de su estado de no persecución de logros,
y habiéndose confiado a la perfección de la sabiduría,
vive sin pensamientos que lo envuelvan.
Al no estar envuelto en pensamientos,
nada le hace temblar,
y superando toda preocupación,
alcanza al fin el Nirvana.
Todos los que aparecen como Budas
en los tres períodos del tiempo,
despiertan por completo a la excelsa,
verdadera y perfecta Iluminación
porque se han confiado a la perfección de la Sabiduría.

Por lo tanto, uno debería reconocer al prajnaparamita como el gran sortilegio,
la quintaesencia de la gran Sabiduría,
el sortilegio supremo, el sortilegio inigualable
que alivia todo sufrimiento, en verdad—
porque ¿qué podría ir mal?

Este sortilegio procede de la perfección de la sabiduría,
y dice así:
Se fue, se fue, se fue más allá;
se fue, trascendiéndolo por completo.

GATÉ, GATÉ, PARAGATÉ, PARAMASAMGATÉ,
BODHISVAHA.
¡Oh! ¡qué despertar!
Esto completa el corazón de la perfecta Sabiduría.

Prajnaparamita Hridayan Sutra 

Zhuang zi - El ladrón Zhi




Uno de sus seguidores le preguntó al ladrón Zhi: ¿También los ladrones tenemos una doctrina?

Vayas donde vayas -le contestó el ladrón Zhi- siempre habrá una doctrina. Adivinar lo que se guarda en una casa, eso es sabiduría; ser el primero en entrar, valentía; ser el último en salir, justicia; saber si la acción es o no posible, inteligencia; repartir el botín equitativamente, benevolencia. Sin estas cinco cualidades, nadie en el mundo ha podido llegar a ser un gran ladrón.

De ahí se ve que un hombre bueno no puede mantenerse recto si no sigue la doctrina de los sabios, y que el ladrón Zhi no hubiera podido hacer lo que hizo si no hubiera seguido también la doctrina de los sabios. En el mundo pocos son los hombres buenos, y muchos los que no lo son, de ahí que poco sea el provecho que el sabio trae al mundo, y mucho el daño que le acarrea; aparece el sabio y tras él el ladrón. Solo derribando a los sabios y liberando a los ladrones, volverá a reinar el orden el el mundo.

Si los sabios no mueren, no dejará de haber ladrones. Confiar en los sabios para gobernar el mundo, es beneficiar generosamente a los ladrones Zhi.

Unos inventan los sistemas para medir y otros roban con esos mismos sistemas; unos fabrican pesas y balanzas para pesar, y los otros roban con pesas y balanzas; unos hacen sellos para dar garantías, y los otros roban con esos mismos sellos; unos preconizan benevolencia y justicia* para enmendar a los hombres, y los otros roban con benevolencia y justicia. ¿Cómo se sabe que esto es así? Quien roba una moneda sufre pena de muerte, quien roba un estado se convierte en un gran señor, y en las puertas de los señores verás escrito: “Benevolencia y Justicia”. 

¿No es ésto robar benevolentemente y justamente, y con sabiduría e inteligencia?

Y así ese beneficio a los ladrones Zhi y el nunca acabar de sus crímenes no es sino culpa de los sabios.

***

*Benevolencia y Justicia, virtudes sistematizadas por los ru jia (doctores confucianos), contra los que va dirigido el panfleto.


Zhuang zi, libro X capítulo I
Los saqueadores


Meng Zi - Aire del día, aire de la noche


Meng Zi - Aire del día, aire de la noche

La montaña del Toro estuvo una vez cubierta de árboles. Pero está cerca de la capital de un gran estado. Vinieron los leñadores con sus hachas; cortaron los bosques derribándolos, y la montaña ha perdido su belleza. Aun así, el aire del día y el aire de la noche vinieron a ella, la lluvia y el rocío la mojaron. Aquí y allí empezaron a crecer brotes frescos. Pero pasaron por allí ganado y ovejas y se apacentaron con ellos, y al fin la montaña se volvió desolada y estéril, como es ahora. Y viéndola así desolada y estéril, la gente imagina que estuvo desarbolada desde el comienzo. Ahora bien, así como el estado natural de la montaña era muy diferente de lo que ahora parece, de igual modo también en cada hombre (aunque sea poco aparente) con seguridad hubo una vez sentimientos de decencia y bondad; y si estos sentimientos buenos no están allí más, es que se los apisonó, se los taló con hacha y podadera. Con cada día que amanece se los ataca nuevamente. ¿Qué mayor oportunidad que la montaña tiene nuestra naturaleza de mantener su belleza? Como a la montaña, hasta nosotros viene también el aire del día, el aire de la noche. En verdad, precisamente al amanecer, tenemos por un momento y en cierto grado una disposición de ánimo en la que nuestros impulsos y aversiones se acercan a ser los apropiados para los hombres. Pero es seguro que algo sucede antes que concluya la mañana, por lo que estos sentimientos mejores son controlados o quizá cabalmente destruidos. Y al final, cuando han sido controlados una y otra vez, el aire de la noche no es capaz más de preservarlos y pronto nuestros sentimientos son tan cercanos como pueden serlo a los de las bestias y las aves; de modo que cualquiera podría cometer el mismo error sobre nosotros como sobre la montaña, y pensar que nunca hubo en nosotros, desde el comienzo mismo, bien alguno. Pero, con seguridad, nuestro estado presente del sentimiento no es aquel con que empezamos.

Meng Zi, confuciano siglo III ac.
Versión de Arthur Waley

Lie Zi - Del arte de la arquería


Lie Zi - Del arte de la arquería


Kan Ying fue un gran arquero de los tiempos antiguos. Sin disparar, con solo extender su arco, las bestias se desplomaban y los pájaros caían. Tuvo un discípulo llamado Fei Wei que lo superó  en habilidad. A su vez, Fei Wei le enseñó el arte de la arquería a  Chi Ch'ang.

Fei Wei le dijo a Chi Ch'ang: "Antes de empezar a hablar de arquería deberías aprender a no parpadear".

Chi Ch'ang volvió a su casa y se tendió de espaldas debajo de el telar de su mujer, con sus ojos muy próximos a los pedales. Después de dos años consiguió no parpadear, aún cuando la punta de una aguja le cayera en un ojo. Fue a contárselo a Fei Wei, quién le contestó: "Todavía no es suficiente. No voy a estar satisfecho hasta que no aprendas a mirar. Volvé cuando puedas ver lo pequeño como si fuera grande y lo difuso como si fuera nítido".

Chi Ch'ang volvió a su casa, ató una pulga con un pelo de cola de yak, la colgó de la ventana y se puso a mirarla a contraluz desde cierta distancia. En diez días la empezó a ver más grande; al cabo de tres años la veía del tamaño de una rueda de carreta. Cuando obsevaba otras cosas de la misma manera, éstas parecían colinas y montañas. Entonces, con un arco hecho de cuerno y una flecha de madera del norte, le disparó a la pulga y le atravesó el corazón, sin que se rompiera el pelo del cual colgaba. Fue a contárselo a Fei Wei, quién dando un salto y golpeándose el pecho le dijo: "Lo conseguiste".

Cuando Chi Ch'ang hubo aprendido todo lo que Fei Wei tenía para enseñarle, consideró que sólo ese hombre en el mundo podía compararse con él. Entonces planeó asesinar a Fei Wei. Los dos hombres se encontraron en un descampado y se dispararon mutuamente. Las puntas de sus flechas chocaban en el aire y caían a tierra sin levantar polvo. Fei Wei fue el primero en quedarse sin flechas. A Chi Ch'ang todavía le quedaba una; cuando la disparó, Fei Wei la rechazó con la punta de una rama de zarza. Entonces ambos arrojaron sus arcos y se echaron a llorar, inclinándose cada uno ante el  otro hasta que sus cabezas tocaron el suelo. Decididos a convertirse en padre e hijo, sellaron, mediante un corte en el brazo, un pacto  por el cual se comprometieron a no enseñar su arte a nadie más.


Lie Zi - El libro de la perfecta vacuidad
Traducción Isaías Garde a partir de la versión de A. C. Graham The Book of Lieh-tzu

El rey de las plegarias

El rey de las plegarias


¡Reverencia a Mañjushri el juvenil!

¡Oh Leones entre humanos,
budas pasados, presentes y futuros:
hacia tantos de vosotros como existen en las diez direcciones
me inclino con cuerpo, palabra y mente!

¡Sobre ondas de fuerza de este rey
de plegarias por sublimes vías,
con cuerpos tan numerosos como los átomos del mundo
me inclino hacia los budas que impregnan el espacio!

Sobre cada átomo hay un buda
sentado entre incontables hijos de budas:
miro con ojos de fe hacia los Victoriosos
que así llenan el dharmadâtu.

De Estos con océanos sin fin de excelencias,
dotados de un océano de habla maravillosa,
canto alabanzas a la grandeza de todos los budas,
¡una loa a aquellos idos a la bienaventuranza!

Guirnaldas de flores les ofrendo,
bellos sonidos, perfumes supremos,
lámparas de mantequilla e incienso sagrado
ofrendo a los Victoriosos.

Alimento excelente, fragancias supremas,
y una montaña de sustancias místicas tan alta como el monte Meru
dispongo en formación especial
y ofrendo a aquellos que se han conquistado a sí mismos.

Y todas las ofrendas inmaculadas sostengo
en admiración de aquellos idos a la dicha:
con la fuerza de la fe en sublimes vías
me prosterno y hago ofrendas a los Conquistadores.

Largo tiempo bajo el dominio del apego, aversión e ignorancia
incontables males he cometido
con actos de cuerpo, palabra y mente:
todos y cada uno de ellos ahora confieso.

En las perfecciones de los budas y bodhisattvas,
los arhats, los adiestrantes y más allá,
y en la latente bondad de todo ser viviente
me alegro y me regocijo.

¡Oh luces hacia las diez direcciones,
budas que habéis encontrado el desapasionado estado de la Iluminación,
hacia todos vosotros dirijo esta súplica:
girad la incomparable rueda del Dharma!

¡Oh Maestros deseososo de mostrar el parinirvâna:
quedáos con nosotros y enseñad, os ruego,
por tantas eras como hay granos de polvo,
con el fin de traer bondad y gozo a todos los seres!

Que cualesquiera pequeños méritos haya acumulado
por así prosternarme, el hacer ofrendas, el confesar, regocijarme,
y pedir a los budas que permanezcan y enseñen el Dharma,
sean dedicados ahora a la Iluminación suprema y perfecta.

Que mis ofrendas sean recibidas por todos los budas pasados
y por aquellos que ahora moran en las diez direcciones
y que aquellos que aún no han venido,
rápidamente perfeccionen sus mentes y alcancen la Budeidad, el estado de pleno Despertamiento supremo.

Que todos los reinos de budas de las diez direcciones
permanezcan por siempre vastos y completamente puros,
que el mundo sea completamente llenado de budas que han alcanzado la Iluminación bajo sagrados árboles
y que estén todos Ellos rodeados de bodhisattvas.

Que todos los seres vivos en las diez direcciones
moren siempre en la riqueza y la dicha;
que vivan en concordancia con la vía del Dharma
y que todo deseo suyo sea cumplido.

Que por mi vivir en los caminos a la Iluminación
recuerde mis pasadas vidas en todos mis renacimientos,
y en todos los ciclos de muerte, migración y renacimiento,
una sensibilidad por la verdad, cada vez más fuerte crezca en mí.

Que por mi seguir tras las huellas de los budas
perfeccione últimamente los sublimes modos de los bodhisattvas
y practique los sin defecto, no degenerantes, inmaculados
y puros modos del autocontrol.

Que domine todos los lenguajes existentes, incluso aquellos de
los dioses, los yakshas, espíritus y la variedad de los hombres,
así como todos las formas de comunicación de los seres vivos,
para ser capaz de mostrar el Dharma de todas las maneras.

Esforzándome así, y en las perfecciones trascendentes
nunca olvide la mente de bodhi
y que totalmente limpie dentro de mi corriente mental
todas las negatividades y velos mentales.

Que logre libertad del karma, delusión, maras kármicos,
para ser capaz de vivir en el mundo, no afectado por sus máculas,
cual crece en el lodo un loto sin mancha,
y cual el sol y luna brillan sin obstrucción en el cielo.

Por tanto tiempo como haya campos de budas y direcciones
luche por aplacar la miseria de los reinos inferiores,
y coloque a todos los seres únicamente en la felicidad,
y les traiga a todos solamente felicidad y gozo.

Que luche por acabar los caminos de la Iluminación
y more en modos armoniosos con el mundo;
que exponga a los demás las más sublimes vías
y yo mismo more en ellas a través de todas las eras futuras.

Que mis caminos y las vías del bodhisattva
siempre vayan juntas, de la mano:
que en cuerpo, habla y mente me adapte a sus sublimes vías.

Que no me aparte de los amigos buenos,
que revelan el sendero de los modos sublimes
y que sólo desean beneficiarme;
que nunca, ni por un instante, los defraude.

Que constantemente considere a los perfectos budas,
los protectores rodeados por bodhisattvas,
y que en el futuro nunca me extenúe
de consagrarme a ellos con todo mi vigor.

Que por siempre sostenga el sagrado Dharma de los budas
e ilumine la sublime vía a la Iluminación;
que practique a través de todas las eras futuras
los modos de acción del sublime sendero.

Que girando en los variados reinos dela existencia
reúna inextinguible bondad y sabiduría,
y me convierta en inagotable tesoro de calidades
-tales como métodos, sabiduría, samâdhi y la experiencia de un bodhisattva-.

En cada átomo hay campos de budas, incontables cual átomos:
cada campo está lleno de budas más allá del pensamiento,
y cada buda está rodeado por una miríada de bodhisattvas:
atento, me vuelvo hacia todos estos moradores en sublimes vías.

Así, en todos los átomos dentro de las direcciones
mora, en el espacio de un cabello,
un océano de budas dentro de un océano de campos de budas,
ejecutando actividades iluminadas por un océano de eras.

Cada buda con su perfecta habla, exhala
un océano de sonidos con cada palabra que dice,
para satisfacer las infinitamente diversas tendencias de los seres:
así fluye constantemente el habla de un buda.

Todos estos Conquistadores, pasados, presentes y futuros
hacen girar continuamente las ruedas de métodos del Dharma.
Con todas las fuerzas de mi mente busco oír
el inextinguible sonido de Sus palabras.

Que todas las futuras eras que pueda haber
se manifiesten dentro de mí en un sólo instante;
y yo, en una fracción de instante,
ingrese a todas esas eras de los tres tiempos.

A todos los Leones entre los hombres, pasados, presentes y futuros,
veo con la sabiduría instantánea,
y por el poder de los ejemplos de los bodhisattvas
me concentro en los objetos de Su experiencia.

Manifiesto campos de budas, pasados, presentes y futuros,
sobre un simple átomo de la existencia;
y entonces transformo todo átomo
de la existencia en un campo de budas.

Que por esto, cuando las futuras Luces de los mundos
logren eventualmente la bodhi, hagan girar las ruedas del Dharma
y revelen el pasar a la suprema paz del nirvâna,
tome renacimiento en Su misma presencia.

Que alcance los diez poderes: el poder de la emanación mágica instantánea,
el poder que es un vehículo con todas las puertas,
el poder de la actividad excelente,
el poder del amor omnipenetrante,

el poder de la energía constantemente positiva
el poder de la sabiduría desapasionada,
los poderes de conocimiento, método y samâdhi,
y el poder de la Iluminación misma.

Que purifique el poder del karma,
que aplaste los poderes de la delusión,
que vuelva impotentes a los maras poderosos
y que perfeccione los poderes de nobles vías.

Que purifique un océano de reinos,
que libere a un océano de seres sensitivos,
que vea un océano de verdades,
y que comprenda un océano de sabiduría.

Que ejecute un océano de actos perfectos,
que perfeccione un océano de plegarias,
que reverencie a un océano de budas,
y que infatigablemente practique por un océano de eras.

Que a través de mi práctica de los sublimes modos de los bodhisattvas
logre la iluminación de la Budeidad
y entonces colmar la aspiración iluminada y sublime
de los budas del pasado, el presente y el futuro.

Con el fin de igualar los modos del sabio
llamado Samantabhadra, el siempre sublime
jefe de entre los hijos de los Despiertos,
dedico ahora todas las virtudes que poseo.

Tal como el sublime sabio Samantabhadra
dedicó todos las puras prácticas de cuerpo, habla y mente
para el alcance de un puro reino y un puro estado,
así dedico ahora el fruto de todos mis esfuerzos.

Que con el fin de involucrarme en todas las sublimes virtudes,
ofrendo la plegaria de Mañjushri;
que en el futuro no pueda hacerme débil
al luchar por perfeccionar la exaltada vía del bodhisattva.

Que mis actos nunca alcancen un límite,
que mis calidades de excelencia se vuelvan ilimitadas,
y que por el morar en la actividad inmensurable
encuentre la Budeidad, el estado de manifestación ilimitada.

Sin límite es la extensión del espacio,
ilimitado el número de seres sensitivos,
y sin límites son el karma y las delusiones de los seres:
tales son los límites de mis aspiraciones.

Uno podría ofrendar ornamentos supremos de los campos de buda
de las diez direcciones a los Conquistadores,
y también ofrendar las más altas dichas de hombres y dioses,
por eras tan numerosas como los átomos del mundo.

Pero leer u oír este rey de las plegarias
con ojos que miran hacia la suprema Iluminación
y con fe que brille en el corazón, por un instante siquiera,
da nacimiento a mérito mucho más grande.

Quienquiera recite esta aspiracion por sublimes vías
pasará mas allá de todos los estados de dolor;
se levantará por sobre todos los seres inferiores y logrará
una visión de Amitabha, buda de infinita luz.

Incluso en esta misma vida
todas las dichas sublimes serán suyas,
las experiencias del todosublime Samantabhadra,
sin obstrucciones, serán suyas prontamente.

Quienquiera, bajo el poder de la ignorancia,
haya cometido los cinco atroces crímenes,
si recita esta plegaria de Samantabhadra
rápidamente los disolverá, sin traza alguna.

Se volverá uno dotado del conocimiento de la sabiduría,
la belleza, las señas de Iluminación, el buen linaje y raza.
Huestes de maras y tîrthikas no se atreverán a atacarlo a uno,
tan honrado será a través de los tres reinos.

Rápidamente alcanza uno el real árbol de la bodhi,
para sentarse a su sombra para beneficio de todos los seres;
rápidamente uno se despierta a la Iluminación, luego hace girar la rueda del Dharma
venciendo a todos los maras y su hueste.

Meramente por el dar voz a estas aspiraciones
de los modos sublimes de un bodhisattva,
los efectos pueden ser sabidos sólo por un omnisciente buda;
por lo tanto no hay duda que ello conduce a la Iluminación.

Con el fin de seguir los ejemplos excelentes dejados
por la sabiduría del bodhisattva Mañjushri
y por el siempre sublime Samantabhadra,
todas las virtudes dedico a sus ideales sin par.

Todos los Conquistadores pasados por los tres tiempos
han alabado como suprema esta dedicatoria sin par;
por lo tanto yo también rindo todas las raíces de mis actividades
a las metas sublimes de un bodhisattva.

Que cuando llegue el momento de mi muerte
permanezca libre de obscurantismos espirituales;
que pueda percibir el rostro de Amitabha
y transmigrar a Sukhavati, la tierra pura de la dicha.

Que tras llegar allí, colme
todos los anhelos de esta plegaria de aspiraciones
y beneficie a los incontables seres vivientes
que residen a través de las diez direcciones.

Que en el gozoso mandala de buda Amitabha
renazca, de un hermoso loto,
y que ahí tenga el placer de obtener
del propio Amitabha una profecía pura.

Que tras haber obtenido esta profecía,
por el poder de la mente pueda llenar todas las direcciones
con muchos millones de emanaciones místicas
y traer beneficios sin límites para el mundo.

Si por el recitar esta plegaria de las sublimes vías
he acumulado un pequeño fragmento de bondad,
que actúe inmediatamente para colmar
las esperanzas dhármicas de los seres vivientes.

Que a través del mérito que haya adquirido
por mi dedicatoria de los sublimes actos del bodhisattva,
todos los seres vivientes que se ahogan en el torrente del sufrimiento
renazcan en el inmaculado reino del buda Amitabha.

Que este insuperable supremo rey de los Votos
beneficie a todos los infinitos seres migratorios,
y que al cumplirse este texto adornado por Samantabhadra
todas las corrientes de mala fortuna se vacíen.


El noble rey de los votos de la conducta de Samantabhadra

Zohar - Los siete cielos


Zohar - Los siete cielos


"Y Dios creó siete cielos arriba y siete tierras abajo, siete océanos y siete ríos, siete días y siete semanas, siete años y siete veces siete años, y los siete mil años de la duración del mundo. Y cada uno de los siete cielos arriba tiene sus estrellas, sus cuerpos astrales y sus soles. Cada uno tiene su jerarquía, con poder de ejecutar la voluntad soberana. Y los que sirven son diferentes en cada cielo: en algunos, los sirvientes tienen seis alas; en otros, cuatro alas. En algunos, tienen seis caras; en otros, dos caras. Algunos, están hechos de fuego; algunos, de agua, y algunos, de aire. Y todos los cielos están colocados unos dentro del otro, como las hojas de una cebolla. Todos obedecen la palabra del Creador. Pues encima de todos está Dios, ¡Bendito sea Él!

Y los siete cielos tienen cada uno sus estrellas fijas y sus estrellas móviles. Llevaría un ciento de años andando para recorrer cada cielo. Y la altura de cada uno es cinco veces tan grande como su superficie. Y la distancia que separa un cielo de otro llevaría quinientos años para recorrería. Y por encima de todos ellos está el cielo, Araboth, el más alto, cuya superficie llevaría mil quinientos años para recorrería y su altura exactamente otro tanto. La luz del Araboth es tan grande que ilumina todos los cielos. Encima del Araboth está el cielo de la Bestia Santa. Una garra del pie de la Bestia Santa es tan grande como siete veces la distancia que hay entre la tierra y el cielo. Es como un cristal ígneo. Aquí se hallan las legiones de la derecha y de la izquierda.

En cada uno de los cielos hay gobernante, que gobierna la tierra y el mundo. Solamente la Tierra Santa no está gobernada por cualquiera de estos gobernantes, sino por el mismo Dios. Y el poder que emana de cada uno de ellos es traído del cielo a la tierra. Pues cada goberrnante está investido desde arriba con el poder que ti da al mundo de abajo. En medio de todos los cielos hay una puerta llamada Gabillon, debajo de la cual se hallan setenta puertas más, guardadas por setenta jefes, de la que sale un rayo de luz igual a dos mil lámparas.

"Nuestro mundo forma el centro de mundo celestial. Está cercado por puertas que conducen a los reinos superiores. A cada puerta están legiones de ángeles. Estos ángeles son alimentados por un inmenso árbol, y es invisible, puesto que su luz está oculta por las ramas. Este mundo puede ejercer su poder solamente cuando las sombras del árbol lo cubren y cuando todas las puertas que le dan comunicación con el mundo superior están cerradas. Cuando los signos de alabanza se elevan desde la garganta del hombre, dos puertas se abren; una al Norte y la otra al Sur, y la llama celestial baja a la tierra y envía su iluminación en seis direcciones. Si todas las puertas del mundo no estuvieran guardadas por ángeles, los demonios habrían entrado y lo habrían destruido hace mucho tiempo. Pero cuando se elevan al cielo los himnos de alabanza, el mismo Dios baja a la tierra y fortalece al mundo con su divina presencia.

Cuando Dios quiso crear todas las cosas, Él empezó creando algo que era a la vez macho y hembra, y a éstos, a su vez, Él los hizo dependientes de alguna otra forma que es la vez macho y hembra. Y la sabiduría (Chochma), que es la primera Sephira después de la Corona (Keter), hecha manifiesta por el Creador, brilla en la forma de ambos, macho y hembra. Y cuando la sabiduría se hizo manifiesta produce inteligencia (Binah) . Y otra vez nosotros tenemos macho y hembra: sabiduría es el padre; inteligencia, la madre, y éstos son los dos platillos de la balanza. Por causa de ellos, todo se manifiesta en la forma de macho y hembra. Sin sabiduría no habría principio alguno, puesto que sabiduría es el padre de padres, el origen de todas las cosas. De esta unión nace la fe, y se extiende e4 el mundo. Binah se produce por las dos letras del nombre de Dios: Yod, Heh. Así, Binah es realmente Ben-Yah, Hijo de Dios, el cual es la perfección de todo lo que existe. Cuando el Padre, la Madre y el Hijo (quien es Misericordia-Chesed) están juntos, hay la perfecta síntesis. Y cuando ellos están juntos la hija (quien es Rigor-Gebourah) está también con ellos.

Pero sabéis que esto es el resumen de todo lo que habéis oído: que todo en el mundo inferior ha sido hecho a imagen del mundo superior. Todo lo que existe en el Mundo superior nos aparece acá abajo como en una pintura. Todo es uno y la misma cosa".

Del Sepher ho Zohar, Libro del Esplendor

Para abrirse camino en el mundo inferior




¡Salve, oh Señores de la Ordenación de los Mundos,
ustedes que, libres del Mal y de Castigos,
permanecen en la Eternidad de la Infinita Duración.
Yo sigo la Vía que me acercará a ustedes.
Yo, Espíritu santificado, transito todas las Formas del Devenir.
Mi Verbo mágico me da el poder;
y fui juzgado y santificado.
Líbrenme entonces de los demonios de cabeza de Cocodrilo
que se esconden en estas Regiones
y frecuentan la Comarca de la Verdad y la Justicia.
¡Den a mi Boca la Palabra de Potencia!
Que las ofrendas sean colocadas en mis manos,
¡Delante de ustedes!, porque yo los conozco y conozco Sus Nombres:
conozco, sí, el Nombre de ese Dios Grande.
Den una ofrenda a ese Espíritu
que abre la Vía en el Horizonte Oriental del Cielo
y baja planeando hacia el Horizonte Occidental.
Viene hacia mí resuelto a volverme vigoroso,
para que los demonios no se adueñen de mí…
¡Que no sea rechazado de su puerta, dioses!
¡Que no esté cerrada con cerrojo!
¡Ojalá me sea posible contemplar a Tum, mi Padre,
establecido en sus dominios del Cielo y de la Tierra!
Mis ofrendas en realidad no tienen límites,
porque es mi hijo, salido de mi Cuerpo, quien me alimenta…
Denme, entonces, comidas sepulcrales,
el incienso, la cera y todas las cosas buenas y puras,
necesarias eterna y realmente,
¡Para la vida de un dios!
¡Que me sea posible pasar a voluntad por todas las Metamorfosis
y bajar y volver a subir en mi barca
los canales de Sekht-Ianrú,
porque yo soy el dios de la doble cabeza de León!

Rúbrica

Si el difunto, durante su permanencia en la Tierra, ha aprendido este conjuro o lo ha hecho inscribir en su ataúd saldrá hacia la plena Luz del Día y recorrerá a voluntad toda la gama de la Metamorfosis; además, no lo expulsarán del lugar que corresponde. No le faltarán ofrendas en el altar de Osiris. Penetrará en el Sekht-Ianrú y podrá conocer el decreto del dios (Osiris) que habita en el Djedu. Encontrará allí trigo y cebada. Allí prosperará de la misma forma que había prosperado en la Tierra. Y realizará allí su voluntad, igual a uno de los dioses del Duat, millares de veces.


Libro egipcio de los muertos
(Salida del alma hacia la luz del día)


Buda: Mariposas nocturnas


Buda: Mariposas nocturnas
Imagen de piedra Sai No Kawara - Hakone

He aquí lo que yo he oído decir. Cierta vez el  Bhagavant se encontraba en la ciudad de Savatthi, en el Bosque del Príncipe Jeta, en el parque de Anathapindika. En aquella ocasión el  Bhagavant estaba sentado al aire libre, en la profunda oscuridad de la noche, mientras ardían unas lámparas de aceite.

En aquella ocasión numerosas mariposas nocturnas, volando hacia aquellas lámparas de aceite y revoloteando alrededor de ellas, encontraban en ellas su perdición, encontraban en ellas su muerte; encontraban en ellas su perdición y su muerte. Y el  Bhagavant vio a aquellas numerosas mariposas nocturnas que, volando hacia aquellas lámparas de aceite, revoloteando alrededor de ellas, encontraban en ellas su perdición, encontraban en ellas su muerte; encontraban en ellas su perdición y su muerte.

El  Bhagavant comprendiendo el sentido, dijo en aquella ocasión este  udana:

Se precipitan, no encuentran la verdad;
se fabrican nuevos y nuevos lazos,
y como las mariposas nocturnas caen en la lámpara,
así algunos se entregan a lo que oyen, a lo que ven.


Udana, la palabra de Buda
Versión de Carmen Dragonetti
Imagen de piedra Sai No Kawara - Hakone

Lie Zi - De las consecuencias de practicar el bien


Lie Zi - De las consecuencias de practicar el bien

Yang Zhu dijo: "Quien practica el bien no lo hace con vistas a la fama, pero la fama sigue a sus acciones. Con la fama no espera obtener beneficio alguno, pero los beneficios llegan tras ella. Con los beneficios no espera que le surjan disputas, pero las disputas acaban por alcanzarle. Por eso el hombre superior se guardará de practicar el bien".

Libro de la Perfecta Vacuidad, Shuo Fu, Descifrar el mensaje, 27
Traducción Iñaki Preciado

Buda - El sermón de Benarés




El sermón de Benarés
Primer sermón de Buda en el Parque de las gacelas en Benarés © Volker Thewalt


“Y el Bienaventurado habló así a los cinco discípulos:

Esta es la noble verdad del dolor. El nacimiento es dolor, el desgaste es dolor, la enfermedad es dolor, la muerte es dolor. La presencia de los objetos que odiamos es dolor, la ausencia de los objetos que amamos es dolor; no conseguir lo que deseamos es dolor. En una palabra: el apego a la existencia es dolor.

Esta es la noble verdad de la causa del dolor: el anhelo, que lleva al renacimiento, acompañado de placer y de concupiscencia, que encuentra aquí y allí su placer. (Este anhelo es triple), a saber: anhelo de placer, anhelo de existir, anhelo de prosperidad.

Esta es la noble verdad de la cesación del dolor: (cesa con) la cesación completa de este anhelo, una cesación que consiste en la ausencia de todas las pasiones; con el abandono de este anhelo, con la renuncia a él, con la liberación con respecto a él, con la destrucción del deseo.

Esta es la noble verdad del sendero que lleva a la cesación del dolor, el noble sendero óctuple, es decir, la recta creencia, recta aspiración, recta habla, recta conducta, rectos medios de vida, recto esfuerzo, recta memoria, recta meditación...

¿Y qué es, monjes, la recta visión? Es el conocimiento del dolor, el conocimiento de la causa del dolor, el conocimiento de la cesación del dolor y el conocimiento del camino que lleva a la cesación del dolor. A esto, monjes, llamo recta visión.

¿Y qué es la recta intención? La intención de renunciar, la intención de no herir, la intención de no dañar. A esto, monjes, se llama recta intención.

¿Y qué es la recta habla? Abstenerse de la falsedad, de palabras maliciosas, de palabras duras, de palabras frívolas. A esto, monjes, se llama recta habla.

¿Y qué es la recta acción? Abstenerse de quitar la vida, de apropiarse de lo ajeno, del mal trato carnal. A esto, monjes, se llama recta acción.

¿Y qué son los rectos medios de vida? Aquí un noble discípulo, abandonando un falso modo de ganarse la vida, obtiene su sustento mediante los rectos medios de vida. A esto, monjes, se llama rectos medios de vida.

¿Y qué es el recto esfuerzo? Aquí un monje, al no producirse pensamientos malos y ruines que aún no han surgido, ejercita la voluntad, intensifica el esfuerzo, empieza a ejercitarse, aplica y ejercita su mente. Al rechazar los malos y ruines pensamientos que han surgido, ejercita su voluntad, intensifica el esfuerzo, empieza a ejercitarse, aplica y ejercita su mente... A esto, monjes, se llama recto esfuerzo.

¿Y qué es la recta memoria?... Sobre los pensamientos, permanece contemplando sus pensamientos, ardiente, atento, consciente, disipando su anhelo y desaliento con respecto al mundo. A esto, monjes, se llama recta memoria.

¿Y qué es la recta meditación?

1) Un monje libre de pasiones y malos pensamientos alcanza el primer trance del gozo y del placer, que va acompañado de razonamiento e investigación, y que surge del retiro, y en él permanece.

2) Al cesar el razonamiento y la investigación, en un estado de serenidad interior, con su mente fija en un solo punto, alcanza el segundo trance del gozo y el placer, que surge de la concentración, y que está libre del razonamiento y la concentración, y en él permanece.

3) Con ecuanimidad e indiferencia con respecto al gozo, permanece atento y dueño de sí, y en su cuerpo experimenta el placer que los nobles llaman ‘morada con ecuanimidad, atenta y feliz’, y alcanza el tercer trance y en él permanece.

4) Desechando el placer y el dolor, e incluso antes de que desaparezcan el júbilo y la depresión, alcanza el cuarto trance, en que no hay placer ni dolor, y que lleva consigo la pureza de la memoria y de la ecuanimidad, y en él permanece. A esto, monjes, se llama recta meditación."

Canon Pali

Un ladrón de hachas

Un ladrón de hachas

Un hombre perdió su hacha. Sospechaba del hijo de su vecino. Al observar su forma de caminar, le parecía que era la propia de un ladrón de hachas; su fisonomía, la de un ladrón de hachas; todos sus movimientos y gestos eran sin excepción los propios de un ladrón de hachas.

Al poco tiempo, el hombre fue a cavar al valle y encontró su hacha. Al día siguiente, cuando volvió a ver al hijo de su vecino, ni uno solo de sus movimientos o gestos le parecieron los de un ladrón de hachas.

Lie Zi, Libro de la Perfecta Vacuidad

Los gorriones de Jesús

Los gorriones de Jesús

Cuando el niño Jesús tenía cinco años, después de una lluvia, jugaba junto a los vados de un arroyo. Y reunió el agua que fluía, que era inmunda, en estanques y de inmediato los hizo puros y virtuosos; con una sola palabra les ordenó y no por medio de una obra. Luego, tomando arcilla blanda de su mezcla, formó doce gorriones. Era Sabbath cuando hacía estas cosas mientras jugaba. Y muchos niños también jugaban con él. Y un judío, al ver lo que hizo Jesús en Sabbath, se fue e informó a su padre José, diciendo: “¡Mira! Tu hijo estaba jugando junto al arroyo y tomó barro y formó doce gorriones con él y profanó el Sabbath”. José llegó al lugar y, al ver a Jesús, le gritó, diciendo: «¿Por qué haces estas cosas en Sabbath que no es lícito hacer?» Pero Jesús, batiendo palmas, gritó a los gorriones y les dijo: “Vayan, tomen vuelo y acuérdense de mí, vivientes”. Y, tomando vuelo, los gorriones se alejaron graznando. Los judíos que vieron esto se asombraron y se fueron e informaron a sus líderes el milagro que habían visto realizar a Jesús.

Evangelio de Pseudo Mateo 

Las sombras hambrientas detrás de los muros - Tirokutta Sutta

El poema referente a las ofrendas hechas a los familiares que han partido antes de esta vida.  Están detrás de los muros, Al lado de la ventana, en la cuadra, Al lado del marco de la puerta, Cada uno volviendo a su viejo hogar.  Mientras se les provee abundante comida y bebida, Comida sólida y blanda, Ninguno se ha acordado de eso: Así son las acciones de los seres.  Por eso, los que tienen compasión Por sus parientes, les ofrecen Comida y bebida pura y deliciosa, En su debido y apropiado tiempo [pensando:] “Que esto sea para nuestros parientes, Que nuestros parientes sean felices”.  Y aquellos reunidos aquí En la asamblea de los parientes fallecidos Agradecen apreciativamente la abundante comida y bebida:  “Que nuestros parientes tengan una larga vida, Aquellos, de los cuales ahora lo hemos obtenido. Nos sentimos honrados Y los donantes no quedarán sin recompensa”.  En verdad no hay cultivo, no hay pastoreo de ganado [en aquel reino], No hay comercio, tampoco dinero para comprar o vender.  De lo que se les ofrece aquí a las sombras hambrientas, Sólo de eso viven, de eso subsisten.  Como el agua de la lluvia Se esparce por las colinas y baja a los valles, De la misma manera se esparce el mérito De las ofrendas hechas a las sombras hambrientas.  Como el agua de los ríos que llena el océano, Así también llena todo, la ofrenda hecha a las sombras hambrientas.  “Él me ha ofrendado, actuó en mi nombre, Fueron mis parientes, mis compañeros, mis amigos”. Recuerden lo que antes ha sido hecho Y ofrenden a las sombras hambrientas Para que no haya más lamento, llanto ni tristeza.  Pero cuando la ofrenda está hecha, Y bien establecida dentro del Sangha, El beneficio de esto será inmediato Y durará por largo tiempo.  De esta manera el deber propio por los parientes Ha de ser demostrado, una gran honra ha de ser hecha a las sombras hambrientas, Entonces, los monjes rebosarán de la fuerza: El mérito que ganan no es nada pequeño.  Tirokutta Sutta

El poema referente a las ofrendas hechas a los familiares que han partido antes de esta vida.


Están detrás de los muros,
Al lado de la ventana, en la cuadra,
Al lado del marco de la puerta,
Cada uno volviendo a su viejo hogar.

Mientras se les provee abundante comida y bebida,
Comida sólida y blanda,
Ninguno se ha acordado de eso:
Así son las acciones de los seres.

Por eso, los que tienen compasión
Por sus parientes, les ofrecen
Comida y bebida pura y deliciosa,
En su debido y apropiado tiempo [pensando:]
“Que esto sea para nuestros parientes,
Que nuestros parientes sean felices”.

Y aquellos reunidos aquí
En la asamblea de los parientes fallecidos
Agradecen apreciativamente la abundante comida y bebida:

“Que nuestros parientes tengan una larga vida,
Aquellos, de los cuales ahora lo hemos obtenido.
Nos sentimos honrados
Y los donantes no quedarán sin recompensa”.

En verdad no hay cultivo, no hay pastoreo de ganado [en aquel reino],
No hay comercio, tampoco dinero para comprar o vender.

De lo que se les ofrece aquí a las sombras hambrientas,
Sólo de eso viven, de eso subsisten.

Como el agua de la lluvia
Se esparce por las colinas y baja a los valles,
De la misma manera se esparce el mérito
De las ofrendas hechas a las sombras hambrientas.

Como el agua de los ríos que llena el océano,
Así también llena todo, la ofrenda hecha a las sombras hambrientas.

“Él me ha ofrendado, actuó en mi nombre,
Fueron mis parientes, mis compañeros, mis amigos”.
Recuerden lo que antes ha sido hecho
Y ofrenden a las sombras hambrientas
Para que no haya más lamento, llanto ni tristeza.

Pero cuando la ofrenda está hecha,
Y bien establecida dentro del Sangha,
El beneficio de esto será inmediato
Y durará por largo tiempo.

De esta manera el deber propio por los parientes
Ha de ser demostrado, una gran honra ha de ser hecha a las sombras hambrientas,
Entonces, los monjes rebosarán de la fuerza:
El mérito que ganan no es nada pequeño.

Tirokutta Sutta