¡Salve, oh Señores de la Ordenación de los Mundos,
ustedes que, libres del Mal y de Castigos,
permanecen en la Eternidad de la Infinita Duración.
Yo sigo la Vía que me acercará a ustedes.
Yo, Espíritu santificado, transito todas las Formas del Devenir.
Mi Verbo mágico me da el poder;
y fui juzgado y santificado.
Líbrenme entonces de los demonios de cabeza de Cocodrilo
que se esconden en estas Regiones
y frecuentan la Comarca de la Verdad y la Justicia.
¡Den a mi Boca la Palabra de Potencia!
Que las ofrendas sean colocadas en mis manos,
¡Delante de ustedes!, porque yo los conozco y conozco Sus Nombres:
conozco, sí, el Nombre de ese Dios Grande.
Den una ofrenda a ese Espíritu
que abre la Vía en el Horizonte Oriental del Cielo
y baja planeando hacia el Horizonte Occidental.
Viene hacia mí resuelto a volverme vigoroso,
para que los demonios no se adueñen de mí…
¡Que no sea rechazado de su puerta, dioses!
¡Que no esté cerrada con cerrojo!
¡Ojalá me sea posible contemplar a Tum, mi Padre,
establecido en sus dominios del Cielo y de la Tierra!
Mis ofrendas en realidad no tienen límites,
porque es mi hijo, salido de mi Cuerpo, quien me alimenta…
Denme, entonces, comidas sepulcrales,
el incienso, la cera y todas las cosas buenas y puras,
necesarias eterna y realmente,
¡Para la vida de un dios!
¡Que me sea posible pasar a voluntad por todas las Metamorfosis
y bajar y volver a subir en mi barca
los canales de Sekht-Ianrú,
porque yo soy el dios de la doble cabeza de León!
Rúbrica
Si el difunto, durante su permanencia en la Tierra, ha aprendido este conjuro o lo ha hecho inscribir en su ataúd saldrá hacia la plena Luz del Día y recorrerá a voluntad toda la gama de la Metamorfosis; además, no lo expulsarán del lugar que corresponde. No le faltarán ofrendas en el altar de Osiris. Penetrará en el Sekht-Ianrú y podrá conocer el decreto del dios (Osiris) que habita en el Djedu. Encontrará allí trigo y cebada. Allí prosperará de la misma forma que había prosperado en la Tierra. Y realizará allí su voluntad, igual a uno de los dioses del Duat, millares de veces.
Libro egipcio de los muertos
(Salida del alma hacia la luz del día)