Hui Neng - No Aniquilación o Extinción





La manifestación no obstante es sin forma, el vacío no obstante no es vacante, sino constante a través de todo el tiempo – ¿quién dice aniquilación o extinción? Por lo tanto el sutra continúa con una sección en, ni aniquilación ni extinción.

“Subhuti, si tienes el pensamiento de que el Realizado no obtiene la iluminación perfecta completa e insuperable con relación a la perfecta manifestación, no debes pensar de esa forma. Subhuti, si tienes el pensamiento de que aquellos que aspiran a la iluminación perfecta completa e insuperable hablan de las cosas como estar aniquiladas, no debes pensar de esa forma. ¿Por qué? Aquellos que aspiran a la iluminación perfecta completa e insuperable no hablan de las cosas como si fueran aniquiladas.”

Oyendo que el cuerpo real está más allá de las apariencias, Subhuti entonces imagina que uno logra la iluminación sin cultivar las treinta y dos prácticas puras. Buda le dice a Subhuti que no diga que el Realizado obtiene la iluminación sin cultivar las treinta y dos prácticas puras. Si dices que la iluminación insuperable es lograda sin cultivar las treinta y dos prácticas puras, esto es la aniquilación del linaje de los Budas; y no es verdad de ninguna forma.

Comentarios sobre Sutra del Diamante



Huang Po - La propia Mente




Huang Po, siglo IX


Cuando la gente de mundo oye decir que los Budas trasmiten la Doctrina de la Mente, imaginan que hay algo que alcanzar o comprender aparte de la Mente y, en consecuencia, emplean la Mente para buscar el Dharma, Sin comprender que la Mente y el objeto de su búsqueda son uno y lo mismo. La Mente no puede emplearse para buscar algo de la Mente; pues, entonces después de pasar millones de eones, el día del éxito no habrá aun amanecido. Tal método no es comparable con el de la repentina eliminación del pensamiento conceptual, que constituye el Dharma fundamental. Imaginad que un guerrero que olvidando que lleva ya su perla en la frente fuera a buscarla en alguna otra parte. Ciertamente que no la encontraría aunque viajase por toda la Tierra. Pero si alguna otra persona, comprendiendo la situación, viniera a indicarle donde estaba, el guerrero la encontraría inmediatamente y comprendería que la perla había estado allí constantemente. Así es que si vosotros, estudiantes del Sendero, os equivocáis acerca de vuestra Mente propia y verdadera, al no reconocer que es el Buda, lo buscaríais en consecuencia en alguna otra parte, entregándoos a varias hazañas y prácticas en graduación. Pero aún después de eones de búsqueda diligente, no os será posible hallar el Sendero. Estos métodos no pueden compararse con la eliminación instantánea del pensamiento conceptual en el conocimiento cierto de que no hay nada que tenga existencia absoluta, nada que nos ofrezca un asidero, nada en que podamos confiar, nada que nos preste refugio, nada subjetivo ni objetivo. Evitando toda causa que de lugar a la producción del pensamiento conceptual es como halareis la Bodhi; y cuando la halléis, no haréis otra cosa que hallar al Buda, que ha existido siempre en vuestra propia Mente. Los eones de laborioso esfuerzo parecerán como otros tantos eones de empeños malogrados; tal cual cuál sucedería al guerrero del ejemplo, cuando encontró la perla y comprendió que la había tenido siempre pendiendo de la frente; y del mismo modo que su hallazgo no tenia nada que ver con sus esfuerzos por descubrirla en alguna otra parte. 

Por esta razón el Buda dijo:

— En realidad nada alcancé con la completa e insuperable Iluminación. 

Por temor de que las gentes no le creyeran, explicó lo que se ve con las cinco modalidades de visión y lo que se dice con los cinco géneros de habla. Así pues esta cita no es una frase vana, si no que expresa la más elevada verdad.

Narada - Bhakti Sutras



1. Ahora, explicaremos la religión del Amor Divino.

2. Esa, verdaderamente,es la naturaleza del Supremo Amor de Dios.

3. Y en su intrínseca naturaleza, el Amor Divino no es nada más que la bienaventuranza inmortal de la liberación (mukti) misma, la cual llega sin ser llamada por la gracia de Dios y el propio sacrificio.

4. Obteniendo eso, el ser humano realiza su perfección y divinidad, quedándose profundamente satisfecho.

5. Obteniendo eso, el ser humano no desea nada más; está libre del dolor y el odio; no se alegra por nada; no se esfuerza en trabajar por interés propio.

6. Realizando eso, el ser humano queda embriagado y fascinado, porque está completamente inmerso en el gozo de la Bienaventuranza del Atman, el verdadero y altísimo Ser.

7. El Bhakti (devoción, descrita como Paraprema o Amor Supremo) no es de la misma naturaleza que la lujuria, ya que es una forma de renunciación.

8. Ahora esta renunciación (la cual está referida en el último sutra como una característica invariable del Parabhakti) es solo una consagración de todas las actividades, tanto sagradas como seculares.

9. En tal renunciación a través de la consagración, hay una completa unificación, e indiferencia hacia cualquier cosa que se le oponga.

10. “Unificación” significa el abandono de cualquier otro apoyo.

11. Ante las actividades seculares y sagradas solo practica las que le son favorables, y se mantiene indiferente ante las que le resultan negativas.

12. Que una persona se dedique a estudiar las Escrituras, incluso después de estar bien establecido en su realización espiritual.

13. Por otro lado, existe el riesgo de una caída.

14. Las costumbres sociales también deben seguirse; pero actividades como obtener comida deben continuar en la medida necesaria para preservar la salud del cuerpo, hasta que éste sea deshechado siguiendo su curso natural.

15. Las características del Bhakti están descritas variadamente debido a diferentes puntos de vista.

16. Vyasa, el hijo de Parashara, opina que el Bhakti se expresa en actos de adoración.

17. El sabio Garga cree que se expresa en la devoción del “habla sagrada”.

18. El sabio Sandilya sostiene que no debe haber prejuicios para deleitarse en el Atman.

19. Pero Nárada es de la opinión que las características esenciales del Bhakti son la consagración de todas las actividades, la completa entrega a Él, y una extrema ansiedad por si Él llegara a ser olvidado.

20. Existen ejemplos de tales perfectas expresiones de Bhakti.

21. Este fue el caso de las Gopis de Vraja.

22. Incluso en este caso, la carga de no reconocer la divina gloria del Señor o de olvidarlo, no la soportaban.

23. Si ellas no hubieran tenido este conocimiento de la Divinidad, que era el objeto de su amor, su amor hubiera sido similar a la simple pasión de una mujer por su amado.

24. En ese amor profano de la mujer por su amado, su felicidad no consiste del todo en la felicidad del otro.

25. Pero el Supremo y Divino Amor descrito antes es algo más que Karma (acción), Jñana(conocimiento), y Yoga(unión).

26. Puesto que es el resultado de todos ellos.

27. Y también porque a Dios no le gusta la dependencia del propio esfuerzo sin ninguna otra ayuda, y Le gusta el sentimiento de tristeza debido a la conciencia de la indefensión al trabajar independientemente en la propia salvación; el Bhakti es lo más grande.

28. Para algunos, solo el conocimiento es lo que importa conseguir.

29. Otros piensan que estos diferentes aspectos son interdependientes.

30. Pero Nárada dice que la realización espiritual es su propio fruto.

31. Por eso se ha visto solo así en el caso del rey, el hogar, y la comida.

32. El rey no se convierte en rey como resultado de eso, ni deriva satisfacción de la comida, ni el hombre hambriento se siente satisfecho.

33. De la misma manera, la más alta realización espiritual solo es digna de ser aceptada como meta por aquellos que desean liberarse permanentemente de toda atadura.

34. Los maestros describen en himnos y canciones lo siguiente como la realización espiritual.

35. Pero este estado de Amor Supremo e Inmortalidad solo se hace posible entregando la realidad objetiva del mundo, tal como aparece ante el egocéntrico intelecto y los sentidos, y la consiguiente renuncia a los apegos.

36. Por un amoroso e ininterrumpido servicio.

37. Por escuchar y cantar la gloria de Dios, incluso mientras estás ocupándote en actividades ordinarias de la vida.

38. En primer lugar, se obtiene solo a través de la gracia de grandes almas, o por una pequeña porción de la gracia Divina.

39. Pero es extremadamente difícil llegar a encontrar a una gran alma y beneficiarse de su compañía; la influencia de un ser así es sutil, incompresible, e infalible es su efecto.

40. Sin embargo, puede obtenerse por la gracia de Dios y de una Encarnación Divina solamente.

41. Porque en Dios y en Sus devotos no hay sentido de diferenciación o diversidad.

42. Tales prácticas deben adoptarse, ya que nos capacitarán para recibir el beneficio de Su gracia.

43. Las malas compañías, solo sirven para ser esquivadas en todos los sentidos.

44. Porque conducen al despertar de la lujuria, ira, engaño, pérdida de memoria, así como de discernimiento, y la ruina final.

45. Aunque emergen como pequeñas ondas al principio, se convierten en un verdadero mar como resultado de las malas compañías.

46. ¿Quién cruza la Maya? Aquel que evita todo contacto con los objetos sensoriales, pues tienden a inflamar las pasiones; aquellos que recurren a las grandes almas, les sirven, y se libera de todas sus posesiones para servir a los necesitados.

47. Aquel que se retira a un sitio solitario y puro, corta de raíz su apego a los placeres de los tres mundos, se libera de los efectos de las tres Gunas, y entrega todo pensamiento de ganancia y manutención.

48. Aquel que entrega los frutos de su trabajo, renuncia a actividades egoístas y va más allá de los pares de opuestos, como el placer y el dolor.

49. Aquel que entrega incluso los ritos y ceremonias descritos en los Vedas y tiene constante añoranza de Dios.

50. En realidad él cruza, él cruza esta Maya y arrastra también al mundo para cruzarla.

51. La naturaleza intrínseca de la devoción desafía un análisis preciso, definición o descripción.

52. Es como la experiencia de alegría que un mudo tiene cuando prueba algo dulce.

53. La devoción, sin embargo se manifiesta a sí misma en uno, quienquiera que sea, cuando te haces apto para que se manifieste gracias a una Sádhana constante.

54. Desprovisto de atributos y libre de tendencias egoístas, esa es la naturaleza de una homogénea y subjetiva experiencia global, más sutil que lo más sutil, manifestándose como una experiencia interna.

55. Consiguiendo eso, uno ve y oye solo eso, habla y piensa solo en eso.

56. La devoción secundaria es de tres clases, de acuerdo a las cualidades de la mente de la persona en quien se manifieste; puede clasificarse en tres tipos: Sáttvika (pura), Rájasika( de acción), y Támasika (impura).

57. Cada cualidad precedente conduce mejor al más alto bien que su predecesora.

58. Esta devoción es más fácil de obtener y reconocer que el Parabhakti.

59. Porque no depende de ninguna otra prueba y es evidente por sí misma.

60. Porque adopta la forma de una completa paz mental y supremo gozo.

61. El Bhakta (devoto) no tiene motivo de preocupación por las miserias del mundo, pues él ha entregado su propio ser, el mundo, y los Vedas al Señor.

62. Para obtener Bhakti, no hace falta retirarse de la vida en sociedad; pero los frutos de todas las actividades sociales deben ser entregados al Señor; mientras esas actividades, naturalmente correctas y dando nobles frutos, deben continuar.

63. No deberían escucharse historias de ateos, mujeres , o riquezas.

64. El orgullo, vanidad, y otros vicios deberían entregarse.

65. Dedicando a Él todas las actividades, deseos, ira, orgullo, etc, deberían dirigirse solo hacia Él, o emplearse solo en la práctica de la devoción a Él.

66. Amor y solo amor como el de una devota esposa, el cual trasciende las tres Gunas, debería practicarse.

67. Los principales devotos son aquellos que poseen un amor total hacia Dios por Sí mismo.

68. Con la voz trémula de emoción, el vello erizado, los ojos llenos de lágrimas, el cuerpo estremecido; esos devotos purifican no solo a su familia sino a la tierra que les vió nacer.

69. Ellos imparten santidad a los lugares de peregrinación, llevan a cabo acciones rectas y buenas, y dan autoridad espiritual a las Escrituras.

70. Cada uno de ellos está lleno con el espíritu de los santos, y a través de ellos con el espíritu de Dios mismo.

71. Los padres se regocijan, los dioses danzan de alegría, y esta tierra obtiene un sabio.

72. En ellos no hay distinción de casta o cultura, belleza o nacimiento, riqueza o profesión, y demás.

73. Porque ellos son Suyos.

74. No conviene entrar en controversias sobre Dios, u otras verdades espirituales, o en méritos comparativos de diferentes devotos.

75. Como hay gran variedad de puntos de vista, y no hay ninguno basado en el mero razonamiento, es conclusivo por sí mismo.

76. Las enseñanzas de las Escrituras hechas con amor y devoción a Dios pueden ser discutidas y meditadas, y las prácticas espirituales que fomentan la devoción deberían ejercerse.

77. Aprovechará todo el tiempo a causa de su desapego del placer y el dolor, deseo y ganancia,etc; ese devoto no malgastará ni siquiera medio segundo.

78. Debería cultivar y preservar virtudes como la no-violencia, veracidad, pureza,y fe en la realidad espiritual.

79. Es solo el Señor quien es la fuente de todas las cualidades benditas, y debe ser adorado siempre por el devoto, libre de inquietudes y preocupaciones, en cada aspecto de su vida.

80. Siendo así glorificado, Él, el Señor, se manifiesta a Sí mismo y bendice a Sus devotos con la realización.

81. Solo el amor por el Absoluto, la eterna Verdad, es lo más grande; este amor, en verdad es lo más grande.

82. Bhakti, o Amor Divino, aunque es uno se manifiesta en once diferentes formas:

a)amor de glorificación de las cualidades benditas del Señor,
b)amor por Su encantadora belleza,
c)amor de adoración,
d)amor de constante recuerdo,
e)amor de servicio,
f)amor a Él como amigo,
g)amor a Él como hijo,
h)amor a Él como el de una esposa por su marido,
i)amor de auto-entrega,
j)amor de total absorción en Él,
k)amor de dolor por la separación de Él.

83. Esto es lo que los maestros del Bhakti declaran unánimemente, sin el más mínimo temor a la crítica; los grandes maestros: Kumara, Vyasa, Suka, Sandilya, Garga, Vishnu, Kaundinya, Sesha, Uddhava, Aruni, Bali, Hanuman, Vibhishana, y otros.

84. Quienquiera que sea que crea en la auspiciosa palabra de Nárada y tenga fe en ella, se convertirá en un amante de Dios, y alcanzará la más elevada Beatitud y la meta de la vida.

Muhyi-d-din Ibn 'Arabî - Tratado de la unidad






¡En el nombre de Allâh, el Clemente, el Misericordioso! ¡Nosotros imploramos su ayuda!

¡Gloria a Allâh, ante cuya Unidad no hay nada anterior, si no es Él, que es el Primero! ¡Gloria a Allâh, después de cuya Singularidad no hay un después, si no es Él, que es el Siguiente!

Con relación a Él no hay antes, ni después; ni alto ni bajo; ni cerca, ni lejos, ni cómo, ni qué, ni donde, ni estado, ni sucesión de instantes, ni tiempo, ni espacio, ni ser. Él es tal como es. Él es el Único sin necesidad de la Unidad. Él es lo singular sin necesidad de la Singularidad.

Él no está compuesto de nombre, ni de denominado, porque Él es el nombre y el denominado. No hay nombre salvo Él. No hay denominado salvo Él. Por ello se dice que Él es el nombre y el denominado.

Él es el Primero sin anterioridad. Él es el Último sin posterioridad. Él es Evidente sin exterioridad. Él es Oculto sin interioridad. Porque no hay anterior, ni posterior; no hay exterior, ni interior, sino Él.

Es necesario comprender este Misterio para no caer en el error de los que creen en las encarnaciones de la divinidad. Él no está en ninguna cosa y ninguna cosa está en Él. Es preciso conocerle pero no por la ciencia, la inteligencia, la imaginación, la sagacidad, los sentidos, la visión exterior, la visión interior, la comprensión o el razonamiento.

Nadie, salvo Él mismo, puede verle. Nadie, salvo Él mismo, puede asirle. Nadie, salvo Él mismo, puede conocerle. Nadie distinto de Él puede ocultarle. Él se ve y se conoce a Sí mismo. Su velo impenetrable es su propia Unidad. Él mismo es su propio velo. Su velo es su propia existencia. Su Unicidad le vela de forma inexplicable.

Nadie le ha visto, le ve, o podrá verle jamás. Ningún profeta enviado ni ningún santo perfecto o ángel se le aproxima. Su Profeta es Él. Su mensajero es Él. Su mensaje es Él. Su Palabra es Él. Él ha mandado su Ipseidad con Él mismo, de Él mismo y hacia Él mismo, sin ningún intermediario o causalidad exterior a Él mismo. Ninguna diferencia de tiempo, espacio o naturaleza hay entre El que envía el mensaje, el mensaje y el destinatario del mensaje.

Su existencia está únicamente en los textos de la profecía. Sin embargo, sólo Él existe y no puede dejar de existir puesto que jamás vino a la existencia. Por eso ha dicho el Profeta: "Quien se conoce a sí mismo conoce a su Señor". También ha dicho: "Yo conozco a mi Señor, por mi Señor". El Profeta de Allâh ha querido hacerte comprender que tú no eres tú, sino Él: Él y no tú; que Él no cabe en ti y tú no cabes en Él; que Él no sale de ti y tú no sales de Él.

Lo que quiero decir es que tú no eres, o posees tal o cual cualidad, que no existes y que no existirás jamás, ni por ti mismo, ni por Él, en Él o con Él. Tu no puedes cesar de ser, porque no eres. Tú eres Él y Él es tú, sin ninguna dependencia o casualidad. Si alcanzas a reconocer en tu existencia esta cualidad de la nada, entonces conoces a Allâh, En otro caso, no.

La mayor parte de los iniciados dicen que la Gnosis, o Conocimiento de Allâh, viene a continuación de la extinción (fanâ) de la existencia y de la extinción de esta extinción (fanâ el-fanâ'i). Pero esta opinión es falsa, pues parte de un error manifiesto. La Gnosis no exige la extinción de la existencia y la extinción de esta extinción, sencillamente porque las cosas no tienen ninguna existencia y lo que no existe no puede dejar de existir. Decir que una cosa ha dejado de existir, que no existe ya, equivale a afirmar que ha existido, Pero si conoces el ti-mismo, es decir, si puedes concebir que no existes y que, por tanto, no puedes extinguirte jamás, entonces conoces a Allâh. En otro caso, no.

Atribuir la Gnosis a la extinción (fanâ) y a la extinción de la extinción (fanâ el-fanâ'i) es un credo idólatra. Si atribuyes la Gnosis a fanâ y a fanâ el-fanâ'i, pretendes que algo distinto de Allâh puede gozar de existencia. Esto es negarle y entonces eres formalmente culpable de idolatría. El Profeta ha dicho: "Quien se conoce a sí mismo, conoce a su señor". Si se afirma la existencia de algo distinto no se debe hablar de su extinción, porque no se puede hablar de la extinción de aquello que hay que afirmar.

Tu existencia es nada y "nada" no es añadido a alguna cosa, temporal o no. El Profeta ha dicho: "Tú no existes ahora y tampoco existías antes de la creación del mundo". La palabra "ahora" significa, como presente absoluto, la eternidad sin comienzo y sin fin, Pero Allâh es la existencia de la eternidad sin comienzo, y de la eternidad sin fin, tanto como de la preexistencia, Estos tres aspectos de la eternidad son Él, Allâh es la existencia de estos tres aspectos de la eternidad sin que Él deje, por eso, de ser absoluto. Si Él no fuera así, su Soledad no existiría. Él no carecería de compañero. Pero es de necesidad racional, dogmática y teológica que Él no tenga pareja posible. Su pareja sería aquel que existiera por sí mismo y no por la existencia de Allâh, y sería, consecuentemente, un segundo Señor Allâh, lo que es imposible. Allâh no tiene pareja, ni en semejanza ni en equivalencia.

Aquel que ve una cosa con Allâh, de Allâh o en Allâh, haciéndola independiente de Allâh, por su propio Señorío, convierte esta cosa en pareja de Allâh, independiente de Él, por el Señorío. Aquel que pretende que una cosa pueda existir con Allâh -poco importa que esta cosa exista por ella misma o por Él- y que ella misma extingue su existencia, o la extinción de su existencia -un hombre tal, digo yo-, está lejos de tener la menor percepción de conocimiento de sí mismo. Porque aquel que pretende que algo distinto de Él puede existir -poco importa que sea por sí mismo, o por Él o en Él-, que puede desaparecer y extinguirse, que puede extinguirse la extinción también, etc., etc., tal hombre entra en un círculo vicioso. Todo esto es idolatría y nada tiene que ver con la Gnosis. Tal hombre es idólatra y no conoce nada de Allâh, ni de sí mismo.

Si se pregunta por qué medio se llega a conocer el sí-mismo, es decir, el "proprium", el alma, y a conocer a Allâh, la respuesta es: La vía hacia estos dos conocimientos está indicada con estas palabras: "Allâh es y la nada con Él. Él es ahora tal como era". Si alguno dice: "Yo veo mi alma, -mi "proprium", mi mí-mismo- distinta de Allâh y no veo que Allâh sea mi alma", la respuesta es: El Profeta expresa con el término "alma", el "proprium" o "ti-mismo", y no el elemento psíquico de tu existencia particular, que se llama a veces "alma imperiosa", o "aquella que tiende irresistiblemente al mal", o "el alma que reprocha" o "el alma aquietada", etc. El Profeta ha dicho también: "Hazme ver. ¡Oh Allâh!, las cosas tal como son", designando por "las cosas" todo lo que no es Allâh -¡que Él sea exaltado!-.

Con esto el Profeta ha querido decir: "Hazme conocer lo que no eres Tú, a fin de que sepa yo, a fin de que conozca yo, la verdad sobre las cosas, si ellas son Tú, o distintas de Ti. ¿Carecen ellas de comienzo y de fin, o bien han sido creadas y han de desaparecer?". Entonces Allâh le permitió ver que todo lo que no es Él, incluyendo el "sí-mismo" del hombre, no tiene ninguna existencia. Y vio las cosas tal como son: quiero decir que vio que las cosas son la "quididad" de Allâh fuera del tiempo, del espacio y de todo atributo.

El término "las cosas" puede aplicarse al alma, o no importa a qué otra cosa. La existencia del alma y de las cosas se identifican ambas en la idea general de "cosa", por lo que quien conoce su alma, su sí-mismo, conoce al Señor. Aquello que tú crees ser distinto de Allâh, no es sino Allâh, pero tú no lo sabes. Tú Le ves y no sabes que Le ves. Desde el momento en que este misterio haya sido desvelado a tus ojos --que no eres distinto de Allâh-- sabrás cuál es el fin de ti mismo, que no tiene necesidad de anonadarte, que jamás has dejado de ser y que no dejarás jamás de existir..., jamás, como ya lo hemos explicado.

Todos los atributos de Allâh son tus atributos. Verás que tu exterior es el Suyo, que tu interior es el Suyo, que tu comienzo es el Suyo y que tu fin es el Suyo. Y eso, incontestablemente, sin duda alguna. Verás que tus cualidades son las Suyas y que tu naturaleza íntima es la suya. Y eso sin que te conviertas en Él, o que Él se convierta en ti, sin transformación, sin disminución o aumento alguno.

"Todo muerto salva Su Faz", en el exterior y en el interior. Esto quiere decir que no existe nada distinto de Él, que algo distinto de Él no tiene existencia. Por eso lo que parece distinto de Él será necesariamente perdido, pues lo que queda es Su Faz. Dicho de otra manera: Nada hay permanente salvo Su faz.

Un ejemplo: un hombre ignora alguna cosa y después la aprende. Con esto no es su existencia lo que se acaba, sino su ignorancia. Su existencia continúa porque no ha sido canjeada por la de otro. La existencia del sabio no se ha venido a sumar a la del ignorante, ni se ha producido ninguna mezcla de las dos existencias individuales. Sólo la ignorancia ha sido eliminada. No pienses, por tanto, que es necesario acabar con tu existencia, porque entonces te envuelves en tu propia extinción y te conviertes, por así decirlo, en el velo de Allâh. Como este velo es distinto de Allâh, se sigue que algo distinto de Allâh puede vencerle reposando sus miradas en Él, lo que es un error y una grave mentira.

Hemos dicho más arriba que la Unicidad y la Singularidad son los únicos velos de Allâh. Por eso está permitido al "Wâçil", esto es, al que ha alcanzado la Realidad, decir: "Gloria a mi, pues mi excelsitud es grande". Tal "Wâçil" no ha llegado a un grado tan sublime antes de haber visto que sus atributos son los atributos de Allâh, y que su ser íntimo es el ser íntimo de Allâh, sin ninguna transformación de atributos o transustanciación del ser íntimo; sin ninguna entrada en Allâh, o salida de Él. Tal "Wâçil" ve que no se apaga en Allâh, que no persiste con Allâh, que su alma, es decir, su "proprium", no existe del todo, como había existido hasta entonces, pues al apagarse no queda alma, ni existencia salvo la Suya.

El Profeta ha dicho: "No insultéis al Siglo, porque es Allâh". Con estas palabras ha querido decir que la existencia del Siglo es la existencia de Allâh --¡que Él sea glorificado y magnificado!--. Él es demasiado elevado para tener un compañero, un semejante o un equivalente cualquiera. El Profeta dijo, según una tradición: "Allâh dice: Servidor mío: He estado enfermo y no me has visitado. He tenido hambre y no me has dado de comer. Te he pedido limosna y me la has negado". Con esto ha querido decir que Él era el enfermo y el mendicante. Y si el enfermo y el mendicante pueden ser Él, también tú y todas las cosas de la creación, accidentales o sustanciales, pueden ser Él. Cuando se descubre el enigma de un sólo átomo, se puede ver el misterio de toda la creación, tanto interior como exterior.

Verás que no es que Allâh haya creado todas las cosas, sino que tanto en el mundo invisible como en el visible no hay más que Él, porque en ninguno de los dos mundos hay un sólo punto de existencia propia. Verás que Él no es solamente Su Nombre, sino que Él es el nombre y lo que se nombra, así como la existencia de ambos. Verás que no es que Él haya creado todas las cosas de una sola vez, sino que "Él es el Creador Sublime y de todos los días", por la expansión y ocultación de Su existencia y de Sus atributos. Más allá de toda condición inteligible.

"Porque Él es el Primero y el Último, lo Exterior y lo Interior.
Él aparece en Su unidad y se esconde en Su singularidad.
Él es el Primero por Su "perseidad".
Él es el Último por Su eterna permanencia.
Él es la existencia de lo Primero y de lo Último,
de lo Exterior y lo Interior.
Él es Su nombre y lo que es nombrado".

Como su existencia es fatal, lógica y dogmática, igualmente es fatal la no existencia de algo distinto de Él. Lo que imaginamos que es distinto de Él no es en el fondo más que una bi-existencia, pues la existencia de Él significa que no existe una bi-existencia que sería su semejante. No hay nada distinto de Él, porque Él está exento de que lo distinto de Él sea distinto de Él. Aquello que es distinto es también Él, sin ninguna diferencia interior o exterior. Lo que es de este modo posee atributos sin número ni fin.

Lo que es así calificado, posee innumerables atributos. Lo que muere, en el sentido propio de la palabra, se separa de todos los atributos, sean éstos loables o reprensibles. De igual manera, lo que muere, en el sentido figurado, se separa de todos sus atributos, sean éstos loables o reprensibles. Allâh -¡Que Él sea bendito y exaltado!-, está en su lugar en todas las circunstancias. La "naturaleza íntima" de Allâh está en la "naturaleza íntima"; los atributos de Allâh están en sus "atributos". Por eso el Profeta -¡Que Allâh le ayude y salve!- ha dicho: "Morid antes de morir", es decir: "Conoceos a vosotros mismos (vuestra alma, vuestro "propium") antes de morir".

También ha dicho el Profeta: "Allâh dice: mi adorador no cesa de aproximarse a mí por sus obras abundantes hasta que Yo le amo. Y cuando Yo le amo, soy Su oído, Su vista, Su lengua, Su mano, etc...". El Profeta quiere decir: el que aniquila su alma --su "proprium"--, es decir, el que se conoce, ve que toda su existencia es Su existencia. No ve ningún cambio en su "naturaleza íntima" o en sus atributos. No ve ninguna necesidad de que sus atributos se conviertan en los Suyos, porque ha comprendido que su propia "naturaleza íntima" no es él mismo y que hasta entonces había ignorado su "proprium", o sea, lo que Él es verdaderamente, en lo profundo.

Cuando hayas conocido lo que es verdaderamente tu "proprium", te habrás desembarazado de tu dualismo y sabrás que no eres distinto de Allâh. Mientras tengas una existencia independiente, una existencia "distinta de Allâh", no conseguirás apagar, esto es, conocer tu "proprium". Serás un Señor Dios distinto de Él. ¡Que Allâh sea bendito de manera que no haya un Señor Dios distinto de Él!

El interés del conocimiento del "proprium" consiste en que obtienes la certidumbre absoluta de que tu existencia no es ni una realidad ni una "nadidad", sino que tú no eres, no has sido y no serás jamás. Comprenderás claramente el sentido de la fórmula: "No hay Dios si éste no es el Dios" ("Lâ ilaha ill'Allah"), es decir, no hay un Dios distinto de Él, no hay existencia distinta de Él, no hay un "distinto" distinto de Él y no hay Dios si éste no es Él.

Si alguien objeta: "Tú has abolido su Señorío", yo respondo: No he abolido su Señorío, porque Él no cesa de ser un Señor magnificiente, ni cesa de ser adorador magnificado. Él no cesa de ser Creador, ni cesa de ser creado. Él es ahora tal como era. Sus títulos de Creador, o de Señor magnificante, no están condicionados por la existencia de una cosa creada, o de un adorador magnificado. Antes de la creación de las cosas creadas, Él poseía todos sus atributos. Él es ahora tal como era.

No hay ninguna diferencia, en su Unidad, entre la creación y la preexistencia. Su título del Exterior implica la creación de las cosas y su título de lo Oculto o Interior implica la preexistencia. Su interior y Su exterior (Su expansión, Su evidencia) son como Su exterior y Su interior; Su primero y Su último son como Su último y Su primero. El todo es único y lo único es todo. Él es cualificado: "Todos los días está Él en el estado de Creador Sublime; nadie distinto de Él está con Él. Él es ahora tal como era".

En realidad, lo distinto de Él no existe. "Tal como era", eternamente, "todos los días en el estado de Creador Sublime". No hay ninguna cosa con Él y ningún día de creación, como no hay en la preexistencia ninguna cosa, ni ningún día, porque la existencia de las cosas, o su nada, es todo uno. Si no fuera así, Él habría necesitado la creación de alguna cosa nueva que no estuviera comprendida en su Unicidad, lo cual sería absurdo. Su título de Único le hace demasiado glorioso para que una suposición semejante fuera verdadera.
Cuando puedes ver tu "proprium", así cualificado, sin combinar la Existencia Suprema con un Adversario, compañero, equivalente o asociado cualquiera, entonces le conoces tal como es, es decir, le conoces realmente. Por eso el Profeta ha dicho: "Quien se conoce a sí mismo, conoce a su Señor". No ha dicho: "Quien extingue su sí-mismo, su "proprium", conoce a su Señor", porque Él "sabe" y "vive" que ninguna cosa es distinta de Él y por eso dice a continuación que el conocimiento de sí-mismo es la Gnosis, o sea, el Conocimiento de Allâh. Has de conocer lo que es tu "proprium", es decir, tu existencia; has de conocer que en el fondo tú no eres tú, pero tú no lo sabes.

Has de saber que lo que tú llamas tu existencia, no es en realidad ni tu existencia ni tu no existencia. Has de saber que tú no eres existente, ni eres la nada, que no eres distinto de ser existente, ni distinto de la nada. Tu existencia y tu "nadidad" constituyen Su Existencia absoluta, aquella que no puede ni debe discutirse si Es o no Es.La sustancia de tu ser o de tu nada es Su Existencia. Cuando veas que las cosas no son distintas de tu existencia y de la Suya y cuando puedas ver que la sustancia de Su Ser es tu ser y tu nada en las cosas, sin ver nada que sea con Él o en Él, entonces significa que conoces tu alma, tu "proprium". Cuando se conoce el sí-mismo de tal manera, allí está la Gnosis, el conocimiento de Allâh, más allá de todo error, duda o combinación de algo temporal con la eternidad, sin ver en la eternidad, por ella o junto a ella, otra cosa que la eternidad.

Si alguno pregunta: "¿Cómo se opera la Unión, puesto que afirmas que sólo Él es? Una cosa que es única no puede unirse más que con ella misma". La respuesta es: En realidad, no hay unión ni separación, como no hay alejamiento ni aproximación. Se puede hablar de unión entre dos o más y no cuando se trata de una cosa única. La idea de unión o de llegada comporta necesariamente la existencia de dos cosas al menos, análogas o no. Si son análogas, son semejantes. Si no son análogas, forman oposición. Pero Allâh --¡que Él sea exaltado!-- está exento de toda semejanza, así como de todo rival, contraste u oposición. Lo que se llama ordinariamente "unión", proximidad o alejamiento, no son tales cosas en el sentido propio de la palabra. Hay unión sin unificación, aproximación sin proximidad y alejamiento sin idea alguna de distancia.

Si alguno pregunta: "¿Qué es la fusión sin la fusión, la proximidad sin proximidad o el alejamiento sin alejamiento?". La respuesta es: Quiero decir que en el estado que llamas "proximidad" no eres distinto de Él -¡que Él sea exaltado!-. Tú no eres distinto de Él, pero no conoces tu "proprium"; no sabes que eres Él y no tú. Cuando llegues a Allâh, es decir, cuando te conoces a ti mismo, "sin la literatura acerca del conocimiento", conocerás que eres Él y que no sabrás en adelante si eres Él o no. Cuando el conocimiento te haya llegado, sabrás que has conocido a Allâh por Allâh y no por ti mismo.

Tomemos un ejemplo: Supongamos que no sabes que tu nombre es Mahmûd o que debes ser llamado Mahmûd -porque el verdadero nombre y el que lo lleva son, en realidad, idénticos-. Te imaginas que te llamas Muhammad, mas después de algún tiempo de vivir en el error, terminas por saber que eres Mahmûd y que jamás has sido Muhammad. Tu existencia continua igual, sin verse afectada por el hecho de que el nombre Muhammad ha sido sacado de ti. Lo que ocurre es que has sabido que eres Mahmûd y que jamás fuiste Muhammad. Pero tú no has dejado de ser Muhammad por la extinción de ti mismo, ya que dejar de existir (fanâ) supone la afirmación de una existencia anterior. Mas el que afirma una existencia fuera de Él, le otorga un asociado -¡que Él sea bendito y que Su Nombre sea exaltado!-. En este ejemplo, Mahmûd no ha perdido jamás nada. Muhammad jamás ha "respirado" (nafasa) en Mahmûd, jamás ha entrado en él o salido de él. Igual ocurre con Mahmûd, con relación a Muhammad. Tan pronto como Mahmûd ha conocido que él es Mahmûd y no Muhammad, se ha conocido a sí-mismo, es decir, ha conocido su "proprium" y esto por sí mismo y no por Muhammad. Este último no ha existido jamás y ¿cómo podría informar sobre alguna cosa?
"El que conoce" y "lo que es conocido" son idénticos, e igual ocurre con "el que llega" y "aquel al cual se llega"; "el que ve " y "lo que es visto". Son idénticos, "El que sabe" es Su atributo. "Lo que es sabido" es Su sustancia o "naturaleza íntima". "El que llega" es Su atributo y "aquel que llega" es Su sustancia. Porque la cualidad y el que la posee son idénticos. Tal es la explicación de la fórmula: "Quien se conoce a sí-mismo, conoce a Su Señor". Quien capta los sentidos de esta similitud comprende que no hay unión, fusión o llegada, ni separación; comprende que "el que sabe" es Él y que "el que es sabido" es también Él; que "el que ve" es Él y "lo que es visto" es también Él; que "el que llega" es Él y "aquel al cual se llega" en la unión es también Él. Nadie distinto de Él puede juntarse con Él o llegar a Él. Nadie distinto de Él puede separarse de Él. Aquel que puede comprender esto total y plenamente, está exento de la más grande de las idolatrías.

Muchos de los iniciados que creen conocer su "proprium", así como a Su Señor y que se imaginan escapar así de las ataduras de la existencia, dicen que "la Vía" no es practicable o visible más que por medio de la "extinción de la existencia" y por la "extinción de esta extinción". Dogmatizan así porque no han comprendido la palabra del Profeta -¡"Que Allâh esté sobre Él y le salve!-. Como han querido evitar la idolatría que resulta de la contradicción, han hablado de la "extinción" de la existencia y también de la "extinción de esta extinción" y también de la "destrucción" y de la "desaparición". Pero estas explicaciones caen en la idolatría pura y simple, porque cualquiera que piense que existe algo distinto de Él y que aquello puede apagarse a continuación, o cualquiera que hable de la "extinción de la extinción" de aquella cosa, tal hombre, decimos nosotros, es culpable de idolatría por su afirmación de la existencia presente o pasada de algo distinto de Él. Que Allâh -¡que Su Nombre sea enaltecido!-, les conduzca, y también a nosotros, por el verdadero camino.

Tu piensas que eres,
mas no eres y jamás has existido.
Si fueras, serías el Señor,
el segundo entre dos.
Abandona tal idea,
porque en nada diferís vosotros dos
en cuanto a la existencia.
Él no difiere de ti y tú no difieres de Él;
si por ignorancia piensas que eres
distinto de Él,
quiere decir que tienes una mente
no educada.
Cuando tu ignorancia cesa alcanzas la paz,
porque tu unión es tu separación
y tu separación es tu unión;
tu alejamiento, una aproximación,
y tu aproximación una partida.
Siendo así que te vuelves mejor,
cesa de razonar y comprende
por la Luz de la intuición,
sin la cual te olvidas de Sus rayos.
Guárdate de dar un compañero a Allâh,
porque en tal caso te envileces
con el oprobio de los idólatras.

Si alguno dice: "Pretendes que el conocimiento de tu "proprium" es la Gnosis, es decir, el Conocimiento de Allâh -¡que Su Nombre sea exaltado!-, que el hombre es distinto de Allâh puesto que debe conocer su "proprium". Pero lo que es distinto de Allâh ¿cómo puede conocerle?". La respuesta es: "Quien se conoce a sí mismo, conoce a Su Señor". La existencia de tal hombre no es la suya, ni la de otro, sino la de Allâh, sin la fusión de dos existencias en una, sin que su existencia entre en Allâh, salga de Él, conviva con Él o resida en Él. Pero Él ve su existencia tal como es.

Nada llega a ser que no haya existido antes y nada deja de existir por destrucción o extinción, o extinción de la extinción. La aniquilación de una cosa implica su existencia anterior. Pretender que una cosa existe por sí misma equivale a creer que esta cosa se ha creado a sí misma, que no debe su existencia al poder de Allâh, lo que es absurdo a los ojos y a los oídos de todos.

Debes observar que el conocimiento que posee el que conoce su "proprium", es el conocimiento que Allâh posee de Su "proprium", de sí-mismo, porque Su "proprium" no es distinto de Él. El Profeta -¡que Allâh esté sobre Él y le salve!- ha querido designar por "proprium" la existencia misma. Cualquiera que llegue a ese estado de alma, en su exterior y en su interior, no es distinto de la existencia de Allâh, de la palabra de Allâh; su acción es la de Allâh y su propósito de conocer su "proprium" es el propósito de la Gnosis, es decir, el Conocimiento de Allâh.

Tú abrigas ese propósito, ves sus actos y tu mirada busca un hombre distinto de Allâh, puesto que tú te ves a ti mismo distinto de Allâh. Mas eso proviene de que no posees el conocimiento de tu "proprium". Pero si "el creyente es el espejo del creyente", entonces ese hombre es Él mismo por su sustancia, o por su ojo, es decir, por su mirada. Su sustancia, o su ojo, es la sustancia, o el ojo de Allâh; su mirada es la mirada de Allâh sin especificación ninguna. Ese hombre no es Él según tu visión, tu ciencia, tu opinión, tu fantasía o tu sueño, sino según Su visión, Su ciencia y Su sueño. Si dice: "Yo soy Allâh", escúchale con atención porque no es Él, sino Allâh mismo quien por su boca pronuncia esas palabras: "Yo soy Allâh". Es evidente que no has alcanzado el mismo grado de despertar espiritual que Él. De otro modo, comprenderías su palabra, dirías lo que él y verías lo que él ve.

Resumamos: La existencia de las cosas es Su existencia sin que las cosas sean. No te dejes engañar por la sutilidad o la ambigüedad de las palabras, de forma que imagines que Allâh ha sido creado. Cierto iniciado ha dicho: "El sufí es eterno", mas él ha hablado así después de que todos los Misterios le fueran revelados y todas las dudas o supersticiones dispersadas. Entretanto, este inconmensurable pensamiento sólo puede convenir a aquel cuya alma se ha convertido en más vasta que los dos mundos. En cuanto a aquel cuya alma aún no ha alcanzado tal grandeza, este pensamiento no es adecuado. Porque en verdad, este pensamiento es más grande que el mundo sensible y el suprasensible, tomados los dos conjuntamente.

En fin, sabe que "el que ve" y "el que es visto"; "el que da la existencia" y "el que existe"; "el que conoce" y "el que es conocido"; "el que crea" y "el que es creado"; "el que comprende" y "el que es comprendido", son todos lo mismo. Él ve Su existencia por Su existencia, la conoce por ella misma y la obtiene por ella misma, sin ninguna especificación fuera de las condiciones o normas ordinarias de la comprensión, de la visión o del saber. Como Su existencia está incondicionada, Su visión de Sí-mismo, Su inteligencia de Sí-mismo y su ciencia de Sí-mismo están igualmente no condicionadas.

Si alguno pregunta: "¿Cómo miras lo que es repulsivo o lo que es atrayente? Si ves, por ejemplo, una inmundicia o una carroña, ¿dices que es Allâh?". La respuesta es: Allâh es sublime y puro y no puede ser esas cosas. Nosotros hablamos con el que no ve una carroña como una carroña o una basura como una basura. Hablamos a los videntes y no a los ciegos. El que no se conoce es un ciego de nacimiento y hasta que no se acabe su ceguera, natural o adquirida, no podrá comprender lo que queremos decir. Nuestra conversación es con Allâh, sólo con Allâh y no con los ciegos de nacimiento. El que ha llegado al grado espiritual que es necesario para comprender, sabe muy bien que nada existe fuera de Allâh. Nuestra conversación es con el que busca con firme intención y perfecta sinceridad obtener el conocimiento de su "proprium", el conocimiento de Allâh -¡que Él sea exaltado!-, y que en su corazón guarda en toda su frescura la "forma" que le mueve a preguntar y desear llegar a Allâh. Nuestro discurso no va dirigido a los que no tienen intención ni finalidad alguna.

Si alguno objeta: "Allâh -¡que Él sea bendito y santo!- ha dicho: las miradas no pueden alcanzarle, pero Él alcanza las miradas. Tú dices lo contrario, ¿dónde está entonces la verdad?". La repuesta es: Todo lo que hemos dicho está conforme con la palabra divina: las palabras no pueden alcanzarle, es decir, nadie, ni las palabras de nadie, pueden alcanzarle. Si dices que hay en lo que existe alguien distinto de Él, debes convenir que ese alguien distinto de Él puede alcanzarle. Pero en estas Sus palabras árabes: "las miradas no pueden alcanzarle", advierte Allâh al creyente que no hay nada distinto de Él. Quiero decir que alguien distinto de Él no puede alcanzarle, porque quien le alcanza es Él, Allâh, Él y ningún otro. Sólo Él alcanza y comprende Su verdadera "naturaleza íntima", no otro. Las miradas no le alcanzan porque son estrictamente Su existencia.
A propósito del que dice que las miradas no pueden alcanzarle porque son creadas y lo creado no puede alcanzar lo increado o eterno, nosotros decimos que quien tal dice no conoce aún su "proprium". No hay nada, absolutamente nada; ni miradas ni ninguna otra cosa, que exista fuera de Él, sino que Él comprende Su propia existencia sin que esta comprensión exista en manera alguna.

He conocido a mi Señor por mi Señor, sin confusión, ni duda.
Mi "naturaleza íntima" es la Suya,
realmente, sin falta ni defecto.
Entre nosotros dos no hay tiempo
y en mi alma el mundo oculto se manifiesta.
Después de haber conocido mi alma
sin mezcla ni desorden,
he llegado a la unión con el objeto de mi amor,
sin largas ni cortas distancias.
He recibido las gracias, sin que nadie a mí descienda,
sin reproches ni motivos.
No he destruido mi alma por Su causa,
ni tengo duración temporal que pueda destruirme.

Si alguno pregunta: "Afirmas la existencia de Allâh y niegas la existencia de cualquier otra cosa además de Él: ¿qué son entonces las cosas que vemos?". La respuesta es: estos discursos se dirigen a los que no ven nada además de Allâh. En cuanto a los que ven cosas fuera de Allâh, no tenemos nada con ellos, ni pregunta, ni respuesta, porque la verdad es que, aunque crean otra cosa, no ven nada más que a Allâh en todo cuanto ven.

El que no conoce a su "proprium" no ve a Allâh, porque no todo recipiente deja filtrar su contenido. Nos hemos extendido ya mucho sobre este tema. Ir más lejos sería inútil, porque el que no ha visto ya no verá, pese a nuestros esfuerzos. No comprenderá y no podrá alcanzar la verdad. El que puede ver, ve, comprende y alcanza la verdad; para el que ha llegado, pero aún no lo sabe, es suficiente une ligera indicación para que a su Luz pueda encontrar el verdadero sendero, caminar por él con toda energía y llegar al fin de su sendero, con la gracia de Allâh.

¡Que Allâh prepare a los que ama y los acoja con palabras, actos, ciencia, inteligencia, luz y verdadera dirección!
¡Él todo lo puede y responde a toda plegaria con la respuesta justa!
¡No hay otro mundo o poder que el de Allâh, el Altísimo, el Inconmensurable!
¡Que Él esté sobre la mejor de sus criaturas, sobre el Profeta y sobre todos los miembros de su familia!


Traducción de Roberto Pla según la edición francesa aparecida en la revista "Être", primer trimestre de 1977, traducida del árabe por Abdul-Hadi. Málaga, Ed. Sirio, 1987.

La supremacía de Shiva





Esta historia es relatada por Brahma en respuesta a una pregunta de los dioses y los rishis:

«En la noche de Brahma, cuando todos los seres y todos los mundos concuerdan juntos en un igual e inseparable silencio, el gran Narayana, alma del universo, con mil ojos, omnisciente, siendo y no siendo indistintamente, reclinándose en las aguas informes, soportado por Infinito, la serpiente de mil cabezas; y yo, movido por su encanto, toqué el ser eterno con mi mano y pregunté: “i,Quién eres tú? Habla.” Entonces el de los ojos de loto me miró con una mirada somnolienta, y entonces se levantó sonrió y dijo: “Bienvenido, mi niño, tú, brillante gran señor.” Pero ante esto recogí la ofensa y dije: “Oh dios sin pecado, ¿me llamas niño como un maestro a un discípulo, a mí, que soy la causa de la creación y la destrucción, constructor de los innumerables mundos, la fuente y el alma de todo? Dime por qué me dices tontas palabras.” Entonces Vishnu contestó: “¿No sabes que yo soy Narayana, creador, preservador y destructor de los mundos, el varón eterno, la inmortal fuente y centro del universo? Dado que tú has nacido de mi propio imperecedero cuerpo.”
»Siguió una acalorada discusión entre ambos sobre el informe mar. Entonces para terminar nuestra disputa apareció ante nosotros un glorioso y radiante lingam, una feroz columna, como de cien fuegos capaces de consumir el universo, sin inicio, mitad, o fin, incomparable, indescriptible. El divino Vishnu, perplejo por sus mil llamas, me dijo a mí que estaba tan atónito como él: “Busquemos sin demora de dónde proviene la fuente de este fuego. Yo descenderé; asciende tú con todo tu poder.” Entonces se convirtió en un verraco, como una montaña de colirio azul, de unas mil leguas de ancho, colmillos afilados, gran morro, fuerte gruñido, cortos pies, victorioso, fuerte, incomparable, y se zambulló abajo. Durante unos mil años corrió así hacia abajo, pero no encontró ninguna base del monolito (columna). Mientras tanto yo me convertí en un cisne, blanco y con ardientes ojos, con alas a cada lado, rápido como el viento, y subí unos mil años, buscando encontrar el fin del pilar, pero no lo encontré. Entonces volví y encontré otra vez al gran Vishnu, agotado y desconcertado, en su camino hacia arriba.

»Entonces Shiva se paró frente a nosotros y nosotros nos inclinamos a él, cuya magia nos tenía engañados, mientras se alzó alrededor de ellos en todos los lugares el sonido bien articulado de “Orn”, claro y duradero. A él Narayana le dijo: “Feliz ha sido nuestro conflicto, dado que tú, Dios de los dioses, has aparecido para terminarlo.” Shiva contestó a Vishnu: “Tú eres realmente el creador, preservador y destructor de los mundos; tú, mi niño, mantienes el mundo tanto en movimiento como en quietud. Dado que yo, el indivisible Señor Superior, soy tres, Brahma, Vishnu y Rudra, quienes crearon, mantienen, destruyen. Saluda a este Brahma, dado que él nacerá de ti en una edad posterior. Entonces seremos ambos vistos por ti otra vez.” Con eso el Gran Dios desapareció. Luego de eso se estableció el rezo de la columna (monolito) en los tres mundos.»

Sister Nivedita y Ananda Coomaraswamy
Mitos y Leyendas hindúes y budistas

Huai-Nan Tze - Capítulo III, Tianwenxun


EL TRATADO ACERCA DE LAS FORMAS DEL CIELO


Sección I: EL ORIGEN DEL COSMOS
{3:21a:1}
13. Las esencias entrelazadas del Cielo y la Tierra produjeron el Yin &Yang.
14. Las esencias exhaladas por el Yin y el Yang causaron las 4 estaciones.
15. Las esencias disgregadas de las 4 estaciones crearon todas las cosas.
16. El Qi hirviente del Yang acumulado produjo el fuego;
17. El sol es la esencia del Qi ferviente.
18. El Qi helado del Yin acumulado produjo el agua;
19. La luna es la esencia del Qi acuoso.
20. El Qi desbordante de las esencias del sol y la luna hicieron las estrellas y los planetas.
21. Al Cielo pertenecen el sol, luna, planetas y las estrellas;
22. A la Tierra pertenecen las aguas y las inundaciones, el polvo y la tierra.
23. En tiempos antiguos pelearon Gong Gong y Zhuan Xu, tratando de convertirse en la máxima deidad.
24. Llenos de rabia, se estrellaron contra el monte Buzhou;
25. Se rompieron los pilares del cielo, se cortaron las cuerdas de la tierra.
26. El Cielo se inclinó en el Noroeste y así
27. el sol y la luna, las estrellas y los planetas se inclinaron en esa dirección.
28. La Tierra se vació en el Sureste y así
29. las inundaciones de agua y los suelos se hundieron en esa dirección.

COMENTARIO: Los versos 13 al 22 se explican por sí mismos. Sólo es importante recalcar (porque hay quienes las niegan) la correspondencia fundamental entre el sol y el elemento fuego, y la importancia central de las cuatro estaciones en originar todas las cosas. Los versos 22 al 29 son una explicación mítica de algo que los chinos habían observado muy precisamente: la inclinación de la eclíptica (ruta aparente del sol por el cielo) con respecto al ecuador celestial, producida por la inclinación del eje de rotación de la tierra con respecto al plano de su traslación alrededor del sol. Esa inclinación, que obviamente los chinos ya tenían clara, es el origen de las cuatro estaciones.

Sección II:
YIN & YANG
{3:2ª:2}
1. El Dao del Cielo se llama lo Circular;
2. El Dao de la Tierra se llama lo Cuadrado.
3. Lo cuadrado gobierna lo oscuro;
4. Lo circular gobierna lo brillante.
5. Lo brillante emite Qi, y por esta razón
6. El fuego es el brillo externo del sol.
7. Lo oscuro absorbe Qi, y por esta razón
8. El Agua es la luminosidad interna de la luna...
19. El sol preside sobre el Yang. Por lo tanto,
20. En primavera y verano los animales pelechan;
21. En el solsticio de verano los ciervos pierden sus cuernos.
22. La luna es el fundamento del Yin. Por lo tanto,
23. cuando la luna mengua, se encogen los cerebros de los peces;
24. Cuando la Luna muere, las avispas y los cangrejos se resecan.
25. El fuego vuela hacia arriba, el agua fluye hacia abajo; así es como
26. el vuelo de los pájaros es ascendente, el movimiento de los peces es descendente.
27. Las cosas que pertenecen a la misma clase se mueven mutuamente;
28. La raíz y el tallo responden mutuamente uno al otro. Por lo tanto,
29. cuando el espejo candente ve el sol,
30. enciende la yesca y produce el fuego.
31. Cuando el receptáculo cuadrado ve a la luna,
32. se humedece y produce el agua.
[3b:11]

COMENTARIO: Los versos 1 al 8 dejan claro un principio de enorme importancia para el Feng Shui: el sol es brillante, emite Qi, y es el elemento fuego (o su origen). La Tierra, por su parte, no puede originar el elemento fuego, porque es oscura y absorbe Qi (en lugar de emitirlo). En el Feng Shui eso se refleja en que el elemento tierra (es decir aquél propio de la Tierra, que es concebida de forma plana y cuadrada en el Huainanzi, dándole esa forma característica a su elemento) es producido por el fuego y no viceversa.

Sección III:
LA RECIPROCIDAD DEL CIELO Y EL HOMBRE
[3:4a:2]
6. Las cuatro estaciones son los oficiales del cielo;
7. El sol y la luna son los agentes del cielo;
8. Las estrellas y los planetas marcan las horas del cielo;
9. Los arcos iris y los cometas son los portentos del cielo.
[3:a:7]

COMENTARIO: Los versos 6 al 9 establecen la jerarquía u orden de importancia de los fenómenos celestiales en cuanto guias de la conducción apropiada de los asuntos humanos: primero las cuatro estaciones, luego el sol y la luna, luego las estrellas y los planetas, etc. 

Traducción de la versión inglesa de J. S. Major: Enzo Cozzi, 
Royal Holloway University of London, 2001

Dogen - Bendowa (extractos) V

[51]

[Alguien] pregunta: “¿Debe una persona que se dedica a zazen siempre adherirse rigurosamente a los preceptos?”

Digo: El cumplir los preceptos, y el comportamiento puro, son la pauta de los linajes zen y la costumbre usual de los patriarcas budistas. [Pero] aquellos que todavía no han recibido los preceptos, o aquellos que han roto los preceptos, no son sin participación [en los beneficios de zazen].


[Alguien] pregunta: “ ¿Existe algo que impide a una persona que practica zazen que recite mantras y practique la observación(1) en la tranquilidad?

Digo: “Cuando estaba en China, he oído la verdadera esencia de las enseñanzas de un verdadero maestro; dijo que nunca había oído decir que los patriarcas que recibieron la auténtica transmisión del sello de Buda, realizasen tales prácticas adicionales, ni en los Cielos del Oeste y en las Tierras del Este, ni en el pasado o en el presente. Por supuesto, a menos que nos dediquemos a una sola cosa, no alcanzaremos la sabiduría completa.”


[52]

[Alguien] pregunta: “¿Pueden también practicar los laicos y las laicas o solamente las personas que han abandonado su hogar (monjes)?”

Digo: “Se ha oído decir a un maestro ancestral que, con respecto a la comprensión del Buda- Dharma, no debemos elegir entre hombres y mujeres, o entre (gente) elevada o común.”


[Alguien] pregunta: “Los que abandonan su hogar se libran en seguida de todo tipo de compromisos, entonces no tienen obstáculos para practicar zazen y perseguir la verdad (la Vía). ¿Cómo puede una persona laica que lleva una vida activa dedicarse plenamente a la práctica y volverse uno con el estado no intencional de la verdad budista?”

Digo: “En general, el Patriarca Budista(2) lleno de compasión, dejó abierta una puerta ancha y grande de compasión para que todos los seres vivos pudiesen experimentar y entrar en [el estado de la verdad]; ¿qué ser humano o qué dios no quisiera entrar? Entonces, cuando miramos al pasado y al presente, existen muchos casos de tales [experiencias y entradas]. Por ejemplo, Daiso (reino de 763-779) y Junso (reino de 805-806), como emperadores, estaban muy ocupados con los asuntos del estado, [pero] persiguieron la verdad sentándose en zazen y realizaron la gran verdad del Patriarca Budista. Tanto el ministro Lee como el ministro Bo, siendo tenientes [del emperador], fueron los brazos y las piernas de una nación entera, [pero] persiguieron la verdad sentándose en zazen y experimentaron y penetraron en la verdad del Patriarca Budista. Esta [práctica y experiencia] depende sólo de si la decisión está presente o no; no está relacionada con (el hecho de) si el cuerpo está en el hogar o si lo abandona. Además cualquier persona que discierne profundamente la superioridad o la inferioridad de las cosas tendrá fe de forma natural. Aun más, aquellos que piensan que los asuntos mundanos impiden el Buda-Dharma sólo saben que no hay Buda-Dharma en el mundo; lo que no saben es que no hay dharmas mundanos en el estado de Buda. Hace poco en la gran China había un [hombre] llamado Ministro Hyo, un funcionario de alto grado que estaba realizado en la verdad del Patriarca. En los años de su vejez hizo un poema donde se expresó de la siguiente manera:

Cuando los asuntos oficiales lo permiten, me gusta sentarme en Zazen. 
Raramente he dormido tumbado en una cama.
A pesar de que he llegado ahora a ser primer ministro,
Mi fama de practicante veterano se ha difundido a través los cuatro océanos.

Era alguien sin tiempo libre fuera de los asuntos oficiales pero, porque su voluntad hacía la verdad de Buda era profunda, fue capaz de alcanzar la verdad. Debemos reflexionar sobre nosotros [en comparación] con el, y debemos reflexionar sobre los días actuales [en comparación] con esos días. En el gran reino de los Sung, la generación actual de los reyes y ministros, oficiales y plebeyos, hombres y mujeres, todos aplican su espíritu a la Verdad del Patriarca, sin excepción. Tanto las clases militares como las literarias están decididas a practicar [Za]zen y estudiar la verdad (Vía). Aquellos que lo deciden podrán sin duda, en muchos casos, clarificar el estado mental. Por consiguiente, se deduce de forma natural que los asuntos mundanos no dificultan el Buda-Dharma. Cuando el verdadero Buda-Dharma se expande a lo largo de una nación, los budas y los dioses protegen [esta nación] sin parar, entonces el reino está en paz. Cuando el reino imperial está en paz, el Buda-Dharma se realiza. Además, cuando Shakyamuni estaba en el mundo, [incluso] gente con pecados graves y opiniones equivocadas fueron capaces de alcanzar la verdad, y en la Sangha de los maestros ancestrales, [incluso] cazadores y viejos leñadores entraban en el estado de la realización, por no decir nada de los demás. Necesitamos sólo estudiar la enseñanza y el estado de la verdad de un verdadero instructor.


1. Vipasana, prácticas utilizadas en el Budismo Tendai, método bastante similar a zazen, pero sin que sea el fundamento de la práctica.

2. Con ‘el’, referente a Shakyamuni o Bodhidharma. Sin ‘el’, son todos los demás patriarcas budistas.