Huang Po, siglo IX
Cuando la gente de mundo oye decir que los Budas trasmiten la Doctrina de la Mente, imaginan que hay algo que alcanzar o comprender aparte de la Mente y, en consecuencia, emplean la Mente para buscar el Dharma, Sin comprender que la Mente y el objeto de su búsqueda son uno y lo mismo. La Mente no puede emplearse para buscar algo de la Mente; pues, entonces después de pasar millones de eones, el día del éxito no habrá aun amanecido. Tal método no es comparable con el de la repentina eliminación del pensamiento conceptual, que constituye el Dharma fundamental. Imaginad que un guerrero que olvidando que lleva ya su perla en la frente fuera a buscarla en alguna otra parte. Ciertamente que no la encontraría aunque viajase por toda la Tierra. Pero si alguna otra persona, comprendiendo la situación, viniera a indicarle donde estaba, el guerrero la encontraría inmediatamente y comprendería que la perla había estado allí constantemente. Así es que si vosotros, estudiantes del Sendero, os equivocáis acerca de vuestra Mente propia y verdadera, al no reconocer que es el Buda, lo buscaríais en consecuencia en alguna otra parte, entregándoos a varias hazañas y prácticas en graduación. Pero aún después de eones de búsqueda diligente, no os será posible hallar el Sendero. Estos métodos no pueden compararse con la eliminación instantánea del pensamiento conceptual en el conocimiento cierto de que no hay nada que tenga existencia absoluta, nada que nos ofrezca un asidero, nada en que podamos confiar, nada que nos preste refugio, nada subjetivo ni objetivo. Evitando toda causa que de lugar a la producción del pensamiento conceptual es como halareis la Bodhi; y cuando la halléis, no haréis otra cosa que hallar al Buda, que ha existido siempre en vuestra propia Mente. Los eones de laborioso esfuerzo parecerán como otros tantos eones de empeños malogrados; tal cual cuál sucedería al guerrero del ejemplo, cuando encontró la perla y comprendió que la había tenido siempre pendiendo de la frente; y del mismo modo que su hallazgo no tenia nada que ver con sus esfuerzos por descubrirla en alguna otra parte.
Por esta razón el Buda dijo:
— En realidad nada alcancé con la completa e insuperable Iluminación.
Por temor de que las gentes no le creyeran, explicó lo que se ve con las cinco modalidades de visión y lo que se dice con los cinco géneros de habla. Así pues esta cita no es una frase vana, si no que expresa la más elevada verdad.