Lamentaciones de Isis y Neftis


Lamentaciones de Isis y Neftis


(1,1) Recitación de las bendiciones realizadas por las Dos Hermanas en la casa de Osiris-Jentamentiu, el gran dios, Señor de Abidos, el cuarto mes de la inundación, día 25, cuando se realiza lo mismo en cada uno de los lugares de Osiris y en todos sus festivales:

Para bendecir su ba, mantener firme su cuerpo, exaltar su ka, dar aliento a la nariz de aquél que carece de aliento.

Para aliviar el corazón de Isis y el de Neftis, colocar a Horus en el trono de su padre, y dar vida, estabilidad y poder a Osiris Tentruty, nacida de Tejao, llamada Persis, justificada.

Favorece a quien lo lleva a cabo, así como a los dioses. Recitación:

(2,1) Habla Isis, dice:
¡Ven a tu casa, Ven a tu casa!
Tú, el de On, ven a tu casa,
¡No están tus enemigos!

¡Oh, buen músico, ven a tu casa!
Obsérvame, soy tu querida hermana,
¡No te alejarás de mí!

¡Oh, buen joven, ven a tu casa!
Hace mucho tiempo que no te he visto,
Mi corazón se lamenta por ti, mis ojos te buscan,
¡Yo te busco para verte!

¿No podré verte, no podré verte,
Buen rey, no podré verte?
Es bueno contemplarte, bueno observarte,
¡Tú, el de On, es agradable verte!

¡Ven a tu amada, ven a tu amada!
¡Unnefer, justificada, ven a tu hermana!
Ven a tu esposa, ven a tu esposa
¡Alma abatida, ven a tu señora de la casa!

Soy tu hermana por tu madre,
¡No me abandonarás!
Los dioses y los hombres te buscan,
Y lloran juntos por ti.

Mientras pueda verte te llamaré,
¡Llorando a lo alto del cielo!
Pero tú no oyes mi voz,
Aunque yo sea tu hermana a quien amaste en la tierra,
¡No amaste a nadie más que a mí, la hermana, la hermana!

(3,1) Neftis habla, dice:

¡Oh, buen Rey, ven a tu casa!
¡Complace a tu corazón, no hay ninguno de tus enemigos!
Junto a ti, tus Dos Hermanas protegen tu féretro,
¡Te llaman llorando!
¡Vuélvete sobre tu féretro!
¡Observa a las mujeres, háblanos!
Rey, nuestro Señor, ¡aleja cualquier pena de nuestros corazones!

Tu séquito de dioses y de hombres te observa,
¡Muéstrales tu faz, Rey, nuestro señor!
¡Nuestros rostros viven de contemplar tu cara!

¡Que tu rostro no evite los nuestros!
¡Nuestros corazones se alegran de verte, Rey!
¡Nuestros corazones están felices de contemplarte!

Yo soy Neftis, tu amada hermana,
Tu enemigo está derrotado, no estará,
Estoy contigo, el guardián de tu cuerpo,
Por toda la eternidad.

(4,1) Isis habla, dice:

¡Salve a ti!, el de On, asciendes por nosotros cada día en el cielo,
No dejamos de ver tus rayos,
Thot, tu guardián, eleva tu ba,
En la barca diurna, en ese tu nombre de 'Luna'.
He venido para contemplar tu belleza en el Ojo de Horus,
En tu nombre de 'Señor del festival del sexto día'.

Junto a ti, tus cortesanos no te abandonarán,
Conquistaste el cielo por tu deseo de majestad,
En ese tu nombre de 'Señor del festival del decimoquinto día'.

Asciendes por nosotros como (en la forma de) Ra cada día,
Brillas por nosotros como Atum,
Dioses y hombres viven de contemplarte.

Cuando te elevas por nosotros iluminas las Dos Tierras,
La tierra se ilumina completamente con tu presencia,
Los dioses y los hombres miran hacia ti,
Ningún mal acontece sobre ellos cuanto tú brillas.

Cuando atraviesas el cielo tus enemigos no están,
Yo soy tu guardián todos los días,
Vienes a nosotros como niño en la Luna y el Sol,
¡No dejamos de contemplarte!

Tu sagrada imagen, Orión, en el cielo,
Amanece y se establece cada día;
Yo soy Sothis, quien le sigue,
¡No me apartaré de él!

(5,1) La noble imagen surge de ti,
Alimenta a dioses y hombres;
Los reptiles y rebaños viven de ella.

Fluyes de tu caverna para nosotros, justo a tiempo,
Vertiendo agua a tu ba,
Haciendo ofrendas a tu ka,
Para alimentar a dioses y hombres por igual.

¡Salve, mi Señor, no hay ningún otro dios como tú!
El cielo tiene tu ba, la tierra tu forma,
El Más Allá está repleto de tus secretos.
Tu esposa es tu guardiana.
¡Tu hijo Horus gobierna las tierras!

Neftis habla, dice:

¡Oh, buen Rey, ven a tu casa!
Unnefer, justificada, ven a Dyedet,
¡Oh, toro robusto, ven a Anpet!
¡Oh, amante de mujeres, ven a Hat-mehyt!
¡Ven a Dyedet, el lugar que tu ba ama!

Los bas de tus padres son tus compañeros,
Tu joven hijo Horus, el niño de tus Hermanas, se encuentra ante ti;
Yo soy la luz que te protege cada día,
¡No te abandonaré nunca!

¡Oh tú, el de On, ven a Sais!
'Saita' es tu nombre;
Ven a Sais para ver a tu madre Neith,
Buen niño, ¡no te alejarás de ella!

Ven a sus colmados senos,
Buen hermano, ¡no te alejarás de ella!
¡Oh, hijo mío, ven a Sais!
Osiris Tentruty, llamada Nyny, nacida de Persis, justificada.

¡Ven a Sais, tu ciudad!
Tu lugar está en el Palacio,
¡Descansarás para siempre al lado de tu madre!
Ella protege tu cuerpo, repele a tus enemigos,
¡Ella guardará tu cuerpo para siempre!
¡Oh, buen Rey, ven a tu casa,
Señor de Sais, ven a Sais!

Isis habla, dice:

¡Ven a tu casa, ven a tu casa!
Buen Rey, ¡ven a tu casa!
Ven, observa a tu hijo Horus
¡Como Rey de dioses y hombres!

Ha conquistado ciudades y nomos
Por la grandeza de su gloria.
El cielo y la tierra le temen,
La Tierra del Arco siente temor ante él.

Tu séquito de dioses y hombres es suyo,
En las Dos Tierras, ejecutando tus ritos;
Tus Dos Hermanas (que están) junto a ti hacen libaciones a tu ka,
Tu hijo Horus te presenta tus ofrendas,
De pan, cerveza, bueyes y aves.

Thot recita tu liturgia,
Y te llama con sus hechizos;
Los Hijos de Horus guardan tu cuerpo,
Y bendicen tu ka cada día.

Tu hijo Horus, defensor de tu nombre y tu capilla,
Hace oblaciones a tu ka;
Los dioses, con jarras de agua en sus manos,
Vierten agua para tu ka.
¡Ven a tus cortesanos, Rey, nuestro señor!
¡No te alejes de ellos!

Ahora, cuando se recita esto, el lugar debe estar completamente retirado, no debe ser visto ni oído por nadie excepto el sacerdote jefe lector y el sacerdote setem. Alguien deberá traer a dos mujeres de hermosos cuerpos, que se sentarán en el suelo, en el portal principal de la Sala de Apariciones. En sus brazos se escribirán los nombres de Isis y Neftis. Se colocarán jarras de fayenza llenas de agua en sus manos derechas y panes de ofrendas hechos en Menfis en sus manos izquierdas. Sus rostros deberán encontrarse inclinados. Esto debe ser hecho en la tercera hora del día, así como en la octava (hora del día). No serás descuidado cuando recites este libro en la hora del festival.


Versión de Francisco López