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En el Trece Ahau, en las postrimerías del Katún



1. En el Trece Ahau, en las postrimerías del Katún, será desarrollado el Itzá y rodará Tancáh, Padre.

2. En señal del único Dios de lo alto, llegará el Árbol sagrado, manifestándose a todos para que sea iluminado el mundo, Padre.

3. Tiempo hará de que la alianza esté sumida, tiempo hará de que esté sumida la ambición, cuando vengan trayendo la señal futura los hombres del Sol, Padre.

4. A un grito de distancia, a una medida de distancia, vendrán y veréis el pájaro mut que sobresale por encima del Árbol de Vida.

5. Despertará la tierra por el Norte y por el Poniente. Itzam despertará.

6. Muy cerca viene vuestro Padre, Itzaes; viene vuestro hermano, Ah tan-Tunes.

7. Recibid a vuestros huéspedes que tienen barba y son de las tierras del Oriente, conductores de la señal de Dios, Padre.

8. Buena y sabia es la palabra de Dios que viene a vosotros. Viene el día de vuestra vida. No lo perdáis aquí en el mundo, Padre.

9. «Tú eres el único Dios que nos creaste»: así será la bondadosa palabra de Dios, Padre, del Maestro de nuestras almas. El que la recibiere con toda su fe, al cielo tras él irá.

10. Pero es el principio de los hombres del Segundo Tiempo.

11. Cuando levanten su señal en alto, cuando la levanten con el Árbol de Vida, todo cambiará de un golpe. Y aparecerá el Sucesor del primer árbol de la tierra, y será manifiesto el cambio para todos.

12. El signo del único Dios de arriba, ese habréis de adorar, Itzaes. Adorad el nuevo signo de los cielos, adoradlo con voluntad entera, adorad al verdadero Dios que es éste, Padre.

13. Meted en vosotros la palabra de Dios único, Padre.

14. Del cielo viene el que derrama la palabra para vosotros, para vivificar vuestro espíritu, Itzaes.

15. Amanecerá para aquellos que crean, dentro del Katún que sigue, Padre.

16. Y ya entra en la noche mi palabra. Yo, que soy Chilam Balam, he explicado la palabra de Dios sobre el mundo, para que la oiga toda la gran comarca de esta tierra, Padre. Es la palabra de Dios, Señor del cielo y de la tierra.


***

Buena es la palabra de arriba, Padre. Entra su reino, entra en nuestras almas el verdadero Dios; pero abren allí sus lazos, Padre, los grandes cachorros que se beben a los hermanos esclavos de la tierra. Marchita está la vida y muerto el corazón de sus flores, y los que meten su jícara hasta el fondo, los que estiran todo hasta romperlo, dañan y chupan las flores de los otros. Falsos son sus Reyes, tiranos en sus tronos, avarientos de sus flores. De gente nueva es su lengua, nuevas sus sillas, sus jícaras, sus sombreros; ¡golpeadores de día, afrentadores de noche, magulladores del mundo! Torcida es su garganta, entrecerrados sus ojos; floja es la boca del Rey de su tierra, Padre, el que ahora ya se hace sentir.

No hay verdad en las palabras de los extranjeros. Los hijos de las grandes casas desiertas, los hijos de los grandes hombres de las casas despobladas, dirán que es cierto que vinieron ellos aquí, Padre.

¿Qué Profeta, qué Sacerdote será el que rectamente interprete las palabras de estas Escrituras?


Los libros de Chilam Balam