Según Proclo, los Poderes Perfectivos o Teletarchae se dividían de la misma manera que los Sinoques (y que los Iynges); es decir, que nuevamente nos enfrentamos a la misma situación, considerando ahora el aspecto Filial de ésta. Los comentaristas neoplatónicos elaboraron una división triple, e incluso una en siete partes, de este orden o jerarquía. Siempre en la opinión de Proclo, al considerar la energía Teletarchica, o actividad, como una tríada, se descubre que su primera cualidad está relacionada con la sustancia esencial o más sutil, la Empírica, y, como tal, desempeña el papel de Conductora o Guía del «pie de Fuego» [¿tarsón?] -siendo ésta una simple frase poética para definir el primer contacto del Fuego con la sustancia-. Su segunda cualidad, al abarcar principios, fines e intermedios, perfecciona el Éter, y la tercera se refiere a la Materia Primordial (Hyle), aún caótica e informe, a la cual también perfecciona.
Partiendo de ésta y de otras elaboraciones similares, es posible descubrir que se consideraban tres Teletarchs, íntimamente ligados a los Sinoques y, en consecuencia, a los lynges.48 La calidad de unificador o de mantener las cosas unidas del poder de los Sinoques resulta definida y delimitada por la naturaleza perfeccionadora del poder Teletarchae:
Las cosas dispuestas por Orden de Necesidad en principio, fin e intermedio.
En relación a esto es interesante citar una frase que Proclo seguramente extrajo del Oráculo, la cual se conecta a la Ascensión del alma individual y no a la cosmogénesis, a la perfección en los Misterios y no a los Misterios que perfeccionan el mundo:
Él, el Amo del Alma, quien pone sus pies en los reinos etéreos, es el Perfeccionador [Teletarch] .
Finalmente, Proclo atribuye los siguientes versos a los Teletarchs:
Mejor dicho un Nombre de augusta majestad, que con un remolino insomne salta hacia los mundos a causa de la repentina Anunciación del Padre.
En algún pasaje de su libro Proclo se refiere al «Nombre Transmisor que se lanza a la actividad en los mundos ilimitados»; 49 y en otro fragmento, 50 ya citado anteriormente, asigna este nombre a los Iynges. Es evidente, según manifiesta Damascio, 51 que esto se conecta con el concepto de los «Intermediarios situados» entre el Padre y la Madre, los cuales, en su condición de Teletarchs, son perfeccionadores y gobiernan sobre todas las perfecciones o ritos de perfección de los Misterios. Analizados los más altos Principios o Poderes Gobernantes del Mundo Sensible, los comentaristas continúan hablando de una sucesiva división de los Dioses en Dioses dentro de las Zonas y Dioses más allá de las Zonas; mas no existe ningún verso del Oráculo que confirme esta hipótesis. Lo más probable es que simplemente fueran clasificados de acuerdo a la relación de sus facultades con las Siete Esferas o más allá de ellas.
G.R.S. Mead – Los oráculos caldeos
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