Zohar - Los siete cielos


Zohar - Los siete cielos


"Y Dios creó siete cielos arriba y siete tierras abajo, siete océanos y siete ríos, siete días y siete semanas, siete años y siete veces siete años, y los siete mil años de la duración del mundo. Y cada uno de los siete cielos arriba tiene sus estrellas, sus cuerpos astrales y sus soles. Cada uno tiene su jerarquía, con poder de ejecutar la voluntad soberana. Y los que sirven son diferentes en cada cielo: en algunos, los sirvientes tienen seis alas; en otros, cuatro alas. En algunos, tienen seis caras; en otros, dos caras. Algunos, están hechos de fuego; algunos, de agua, y algunos, de aire. Y todos los cielos están colocados unos dentro del otro, como las hojas de una cebolla. Todos obedecen la palabra del Creador. Pues encima de todos está Dios, ¡Bendito sea Él!

Y los siete cielos tienen cada uno sus estrellas fijas y sus estrellas móviles. Llevaría un ciento de años andando para recorrer cada cielo. Y la altura de cada uno es cinco veces tan grande como su superficie. Y la distancia que separa un cielo de otro llevaría quinientos años para recorrería. Y por encima de todos ellos está el cielo, Araboth, el más alto, cuya superficie llevaría mil quinientos años para recorrería y su altura exactamente otro tanto. La luz del Araboth es tan grande que ilumina todos los cielos. Encima del Araboth está el cielo de la Bestia Santa. Una garra del pie de la Bestia Santa es tan grande como siete veces la distancia que hay entre la tierra y el cielo. Es como un cristal ígneo. Aquí se hallan las legiones de la derecha y de la izquierda.

En cada uno de los cielos hay gobernante, que gobierna la tierra y el mundo. Solamente la Tierra Santa no está gobernada por cualquiera de estos gobernantes, sino por el mismo Dios. Y el poder que emana de cada uno de ellos es traído del cielo a la tierra. Pues cada goberrnante está investido desde arriba con el poder que ti da al mundo de abajo. En medio de todos los cielos hay una puerta llamada Gabillon, debajo de la cual se hallan setenta puertas más, guardadas por setenta jefes, de la que sale un rayo de luz igual a dos mil lámparas.

"Nuestro mundo forma el centro de mundo celestial. Está cercado por puertas que conducen a los reinos superiores. A cada puerta están legiones de ángeles. Estos ángeles son alimentados por un inmenso árbol, y es invisible, puesto que su luz está oculta por las ramas. Este mundo puede ejercer su poder solamente cuando las sombras del árbol lo cubren y cuando todas las puertas que le dan comunicación con el mundo superior están cerradas. Cuando los signos de alabanza se elevan desde la garganta del hombre, dos puertas se abren; una al Norte y la otra al Sur, y la llama celestial baja a la tierra y envía su iluminación en seis direcciones. Si todas las puertas del mundo no estuvieran guardadas por ángeles, los demonios habrían entrado y lo habrían destruido hace mucho tiempo. Pero cuando se elevan al cielo los himnos de alabanza, el mismo Dios baja a la tierra y fortalece al mundo con su divina presencia.

Cuando Dios quiso crear todas las cosas, Él empezó creando algo que era a la vez macho y hembra, y a éstos, a su vez, Él los hizo dependientes de alguna otra forma que es la vez macho y hembra. Y la sabiduría (Chochma), que es la primera Sephira después de la Corona (Keter), hecha manifiesta por el Creador, brilla en la forma de ambos, macho y hembra. Y cuando la sabiduría se hizo manifiesta produce inteligencia (Binah) . Y otra vez nosotros tenemos macho y hembra: sabiduría es el padre; inteligencia, la madre, y éstos son los dos platillos de la balanza. Por causa de ellos, todo se manifiesta en la forma de macho y hembra. Sin sabiduría no habría principio alguno, puesto que sabiduría es el padre de padres, el origen de todas las cosas. De esta unión nace la fe, y se extiende e4 el mundo. Binah se produce por las dos letras del nombre de Dios: Yod, Heh. Así, Binah es realmente Ben-Yah, Hijo de Dios, el cual es la perfección de todo lo que existe. Cuando el Padre, la Madre y el Hijo (quien es Misericordia-Chesed) están juntos, hay la perfecta síntesis. Y cuando ellos están juntos la hija (quien es Rigor-Gebourah) está también con ellos.

Pero sabéis que esto es el resumen de todo lo que habéis oído: que todo en el mundo inferior ha sido hecho a imagen del mundo superior. Todo lo que existe en el Mundo superior nos aparece acá abajo como en una pintura. Todo es uno y la misma cosa".

Del Sepher ho Zohar, Libro del Esplendor