La función del maestro
Alguien preguntó a Fenyang: “¿Cuál es la función de un maestro?” Fenyang respondió: ¿”Guiar de manera desapasionada a aquéllos con los que tiene cierta afinidad.”
La luna y las nubes
La naturaleza búdica se halla presente en todos los seres vivos como la luna brillante en el cielo nocturno. Son las densas nubes lo único que enturbia su presencia.
El conocimiento independiente
Deberías distinguir por ti mismo lo sagrado de lo profano y lo correcto de lo incorrecto sin dejarte influir por las opiniones ajenas. ¿Cuánta gente ha sido manipulada por buscar sutilezas? ¿Cuántos persiguen como idiotas las sensaciones materiales?
A tiempo y a destiempo
¿Cuándo dejarás de luchar? Antes de lo que crees la primavera se tornará otoño, caerán las hojas, emigrarán los gansos y todo se cubrirá de fría escarcha. Si tienes ropa y calzado, ¿qué más necesitas?
El Buda, el diablo y la mente
Cuando la conoces, la mente es Buda; cuando la ignoras se transforma en el diablo. El Buda es la Realidad y el diablo la locura. Pero tanto el Buda como el diablo son creaciones de tu mente.
Señalando directamente a la mente original
Pocos creen que la esencia de la mente sea Buda. La mayor parte de las personas no toman esto
en serio y parecen disfrutar de la caverna de la ignorancia. Es por ello por lo que permanecen atrapados en la ilusión, la ansiedad, el resentimiento y otras aflicciones.
El despertar súbito
Cuando realices tu verdadera naturaleza descubrirás un cofre lleno de joyas. Los cielos y la tierra te rendirán homenaje y ni siquiera te identificarás con el gozo de la meditación. La esencia que contiene todos los sabores constituye la suprema felicidad y es más valiosa que diez mil onzas de oro puro.
El contacto con la fuente
Cuando te sientas confundido, ni mil libros sagrados podrán resolver una sola de tus dudas, pero cuando despiertes a la comprensión, una sola palabra será excesiva.
El Zen no se transmite mediante la palabra escrita sino de una manera personal por medio del reconocimiento mental.
Resumen de la práctica del Zen
Cuando te afiances en el Zen, las distracciones mundanas dejarán de afectarte y tu mente alcanzará la serenidad. Entonces entrarás en la esfera de la iluminación y, aunque te halles en plena actividad, trascenderás el mundo cotidiano.
La comprensión del camino
Cuando realices la vacuidad universal dominarás con naturalidad todas las situaciones, te hallarás en comunión perfecta con lo que está más allá del mundo y abrazarás los reinos más profundos de la existencia.
Si olvidas la esencia del Zen, no te preocupes. Después de todo el Zen carece de esencia. Para gozar de los efectos del Zen sólo debes armonizarte con él.
El camino de la “no-mente” no es una enseñanza para gente mediocre.
En La escencia del Zen
Thomas Cleary