Lao Tse dijo:
Una ballena fuera del agua es vencida por las hormigas, un gobernante que ha cedido lo que debería mantener y lucha con los ministros sobre los asuntos [de gobierno] es controlado por los funcionarios. Cuando se mantiene el liderazgo sin estratagemas, entonces los funcionarios obedecen las órdenes para obtener aprobación, y los subordinados ocultan su conocimiento y no lo utilizan de manera rebelde, trabajando así de todo corazón por quien dirige.
Si los gobernantes no delegan la autoridad en quienes son capaces y se inclinan por hacer las cosas por ellos mismos, entonces su conocimiento se tensará día a día, y serán ellos mismos quienes soportarán la culpa. Cuando los cálculos son frustrados en lo básico, es imposible expresar la razón; cuando las acciones se han convertido en posiciones, es imposible mantener el control.
Cuando no es suficiente el conocimiento para gobernar y no es suficiente la autoridad para administrar las leyes, entonces no hay manera de interactuar con la plebe. Cuando las emociones toman forma en el corazón y los deseos son visibles externamente, los funcionarios se desviarán de la rectitud y alabarán a sus superiores, mientras que los funcionarios torcerán la ley y se inclinarán en la dirección desde la que sople el viento.
Si las recompensas no corresponden a los logros y los castigos no se ajustan a los crímenes, entonces quienes están arriba y quienes están abajo serán extraños entre sí, los gobernantes y los gobernados sentirán resentimiento mutuamente, todo el aparato del gobierno estará descompuesto, y el conocimiento será incapaz de llegar a una resolución.
Cuando el rechazo y el halago llegan a un punto en el que es imposible la clarificación de los hechos, y los dirigentes son culpados por aquello que no es falta suya, los dirigentes se sobreexcitan gradualmente, mientras que los ministros se vuelven cada vez más irresponsables. A esto es a lo que se llama cortar madera en lugar del carpintero; es raro que quienes cortan madera en lugar del carpintero no se corten las manos.
Si corres con un caballo, puedes ejercitarte hasta el punto de romperte los tendones, pero nunca lo dominarás. Si te metes en un carro y tomas el control de las riendas, el caballo morirá bajo el yugo; si se escoge a un caballo por un experto y éste lo entrena, un gobernante inteligente puede montar en él mil leguas sin tomarse la molestia de escoger o entrenar al caballo. Esto es aprovecharse con habilidad de los talentos de la gente.
La manera de actuar de los dirigentes humanos no implica estratagemas, sino que implica seguir. Implica una plantilla de seguidores, pero no implica favoritismo. Cuando hay estratagema, hay discusión; cuando hay favoritismo, hay adulación, cuando hay discusión, es posible la usurpación; cuando hay adulación, la seducción es posible.
Quienes controlan al pueblo por medio de tinglados no pueden mantener una nación. Por ello, cuando se dice que un buen tinglado no puede eliminarse, significa que el tinglado no tiene forma. Únicamente es imposible de vencer a aquéllos que gobiernan mediante la influencia espiritual.
Cuando los deseos no surgen dentro, a esto se le llama reducir al silencio; cuando la falsedad no entra adentro desde afuera, a esto se le llama cerrarse del todo. Cuando estás reducido al silencio por dentro y cerrado del todo por fuera, ¿qué asunto puede estar fuera de control? Cuando estás cerrado por dentro y reducido al silencio por fuera, ¿qué empresa puede dejar de tener éxito? Así, sin explotación ni estratagema hay función y acción.
Wen Tzu (atribuído a Lao Tse), capítulo 150
Versión de Thomas Cleary