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Mumonkan - Prefacio



El budismo hace de la mente su cimiento y de la no-entrada su entrada.

Ahora, ¿como atraviesas esta no-entrada?

Es dicho que las cosas que pasan la entrada nunca podrán ser tu propio tesoro. Lo que es ganado por circunstancias externas terminara deteriorándose.

Sin embargo, tal dicho levanta olas cuando no hay viento. Esta cortando piel manchada.

En cuanto aquellos que tratan de entender a través de las palabras de otro, están golpeando a la luna con un palo; rascando su zapato mientras que es su pie el que les pica. ¿Que incumbencia tienen ellos con la verdad?

En el verano del primer año de Jotei, Ekai (Mumon) estaba en el templo Ryusho como monje encargado, trabajando con los demás monjes, usando los casos de los antiguos maestros como ladrillos para golpear la  entrada y llevar a los discípulos a sus respectivas capacidades.

El texto fue escrito bajo ningún plan u orden. Es solo una colección de 48 casos.

Es llamado Mumonkan, “La Entrada sin Puerta.”

Un hombre con determinación, sin cobardía se presionara hacia delante en su camino, sin importarle los peligros.

Entonces ni siquiera Nata con sus ocho armas podría molestarlo.

Hasta los cuatro Sietes del oeste y los dos Tres del este rogarían por sus vidas. (Los Patriarcas hindúes y chinos)

Si no se tiene determinación, entonces será como vislumbrar vagamente a un caballo que atraviesa galopando por una ventana: en un pestañeo se habrá ido.

Verso:

La Gran Via no tiene entrada,
Miles de caminos la penetran.
Una vez que se atraviesa La Entrada sin Puerta
Caminas libremente en el universo.




Mumonkan, La entrada sin puerta