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Ahmad Ibn Ata'Illah - Aforismos II



123. Si el velo de Su bondad
no cubriese tus acciones,
ninguna merecería ser admitida.

124. Más necesitas Su clemencia
cuando Le obedeces
que cuando Le desobedeces.

125. De la desobediencia hay una doble manera
de librarse durante la acción,
por miedo a quedar desacreditados
ante los demás.
Pero los Privilegiados
quieren librarse antes aún,
por temor a resultar despreciables
a ojos del Rey Verídico.

126. El que te honra,
honra en verdad el velo de Su bondad.
Es a Él a quien tienes que dar las gracias
y no al que te honra o te enaltece.

127. El verdadero compañero es el que sabe tus defectos y,
sin embargo, sigue contigo.
Pero esto sólo es cierto
de tu Señor el Generoso,
pues tu mejor amigo
es el que te busca por ti mismo
y no por lo que vaya a obtener de ti.

128. Si brillase la luz de la certidumbre,
verías al otro mundo demasiado cerca de ti
para emprender éxodo hacia él
y verías ya el eclipse de la aniquilación
cubriendo las bellezas de este mundo.

129. No es que coexiste con Allah
un ser que le oculta de ti:
¡nada coexiste con Él!
Tuya es la ilusión
de que algo coexiste con Él
y ella es la que Le oculta.

130. Si no hubiera Su transparencia
en las cosas creadas,
ninguna sería visible.
Pero si aparecieran Sus atributos,
Sus criaturas desaparecerían.

131. Porque está escondido
hace Él aparecer todas las cosas,
pero Él, que es el Evidente,
recubre el ser de todas las cosas.

132. Te ha permitido considerar
lo que hay en las cosas creadas
pero no que te apegues ellas:
"Di: considerad lo que hay en los cielos"
te ha abierto la puerta del entendimiento.
Pero no dice "considerad los cielos"
para no orientarte hacia la existencia
de los astros.

133. Los universos se afirman
porque Él les da firmeza
y se desvanecen
ante la unicidad de Su esencia


Kitab Al-Hikam, cap. 21