En ese momento, vivía en la gran ciudad de Vaisali un cierto Licchavi, de nombre Vimalakirti. Habiendo servido a los antiguos Buddhas, él había generado las raíces de virtud por honrarlos y hacerles ofrendas. Él había obtenido tolerancia así como elocuencia. Él actuaba con el gran súper conocimiento. Él había obtenido el poder de los encantamientos y de la no-temeridad. Había conquistado a todos los demonios y oponentes. Había penetrado el profundo camino del Dharma. Él fue liberado a través de la trascendencia de la sabiduría.
Habiendo integrado su realización con la habilidad en técnica de liberación, era experto en conocer los pensamientos y acciones de los seres vivos. Conociendo la fuerza o debilidad de sus facultades, y siendo dotado con elocuencia sin rival, enseñaba el Dharma apropiadamente a cada uno. Habiéndose aplicado a sí mismo enérgicamente al Mahayana, lo comprendía y completaba sus tareas con gran finura. Él vivía con el comportamiento de un Buddha, y su inteligencia superior era tan vasta como un océano. Él era elogiado, honrado y recomendado por todos los Buddhas y era respetado por Indra, Brahma, y todos los Lokapalas. Para desarrollar a los seres vivos con su habilidad en técnica de liberación, vivía en la gran ciudad de Vaisali.
Su riqueza era inagotable con el propósito de mantener a los pobres y los desamparados. Observaba una moralidad pura para proteger a los inmorales. Mantenía la tolerancia y el auto control para reconciliar a los seres que estaban enojados, crueles, violentos y brutales. Él resplandecía con energía para inspirar a la gente que era perezosa. Mantenía la concentración, presencia mental, y la meditación para apoyar a los mentalmente problemáticos. Él obtuvo la sabiduría decisiva para apoyar a los tontos.
Él vestía las ropas blancas de los laicos, sin embargo vivía impecablemente como un devoto religioso. Vivía en su hogar, pero permanecía apartado del reino del deseo, del reino de la materia pura, y del reino de lo inmaterial. Tenía un hijo, una esposa, y asistentes femeninas, sin embargo siempre mantenía la continencia. Parecía rodeado de sirvientes, sin embargo vivía en soledad. Parecía estar adornado con ornamentos, sin embargo siempre estaba ornamentado con los signos y marcas auspiciosos. Parecía comer y beber, sin embargo siempre tomaba nutrientes del sabor de la meditación. Hacía su aparición en campos de deporte y casinos, pero su meta era siempre madurar a aquella gente que estaba apegada al juego y al deporte. Visitaba a los maestros heterodoxos de moda, sin embargo siempre mantenía lealtad inmodificada hacia el Buddha. Comprendía las ciencias mundanas y trascendentales y las prácticas esotéricas, sin embargo siempre obtenía placer en las delicias del Dharma. Se mezclaba en todas las multitudes, sin embargo era respetado como el más distinguido de todos.
Para estar en armonía con la gente, se asociaba con los ancianos, con aquellos de edad mediana, y con los jóvenes, sin embargo siempre hablaba en armonía con el Dharma. Se comprometía en toda clase de negocios, sin embargo no tenía interés en ganancias o posesiones. Para entrenar a los seres vivos, aparecería en las encrucijadas o esquinas de la calle, y para protegerlos participaba en el gobierno. Para alejar a la gente del Hinayana y comprometerlos en el Mahayana, aparecía entre los oyentes y maestros del Dharma. Para desarrollar a los niños, visitaba todas las escuelas. Para demostrar los males del deseo, incluso entraba en los burdeles. Para establecer a los borrachos en la presencia mental correcta, entraba en los cabarets.
Era honrado como hombre de negocios entre los hombres de negocio porque demostraba la prioridad del Dharma. Era honrado como el terrateniente entre los terratenientes porque renunciaba a la agresividad de ser propietario. Era honrado como guerrero entre los guerreros porque cultivaba la resistencia, la determinación y la fortaleza. Era honrado como aristócrata entre los aristócratas porque suprimía el orgullo, la vanidad y la arrogancia. Era honrado como oficial entre los oficiales porque regulaba las funciones del gobierno de acuerdo al Dharma. Era honrado como el príncipe de los príncipes porque revertía su apego a los placeres reales y al poder soberano. Era honrado como eunuco en el harén real porque enseñaba a las mujeres jóvenes de acuerdo al Dharma.
Era compatible con la gente ordinaria porque apreciaba la excelencia de los méritos ordinarios. Era honrado como el Indra entre los Indras porque les mostraba la temporalidad de su señorío. Era honrado como el Brahma entre los Bramas porque les mostraba la excelencia especial de la gnosis. Era honrado como el Lokapala entre los Lokapalas porque fomentaba el desarrollo de todos los seres vivos. Así vivía el Licchavi Vimalakirti en la gran ciudad de Vaisali, adornado con un conocimiento infinito de destrezas en técnicas de liberación.
En ese momento, fuera de esta verdadera destreza en técnica de liberación, Vimalakirti se manifestó a sí mismo como si estuviera enfermo. Para preguntar por su salud, el rey, los oficiales, los señores, los jóvenes, los aristócratas, los dueños de casa, los hombres de negocio, la gente de pueblo, y miles de otros seres vivos vinieron de la gran ciudad de Vaisali y llamaron al inválido. Cuando llegaron, Vimalakirti les enseñó el Dharma, comenzando su discurso desde la realidad de cuatro elementos principales:
"Amigos, este cuerpo es tan impermanente, frágil, inmerecedor de confianza, y endeble. Es tan insustancial, perecedero, de corta vida, doloroso, lleno de enfermedades, y sujeto a cambios. Entonces, mis amigos, como este cuerpo es sólo un recipiente de muchas enfermedades, los hombres sabios no se fían de él. Este cuerpo es como una bola de espuma, incapaz de soportar mucha presión. Es como una burbuja de agua, no permanece por mucho. Es como un espejismo, nacido de los apetitos de las pasiones. Es como el tronco de un plátano, sin tener esencia. He aquí! Este cuerpo es como una máquina, un nexo de huesos y tendones. Es como una ilusión mágica, consistente en falsificaciones. Es como un sueño, siendo una visión irreal. Es como un reflejo, siendo la imagen de acciones anteriores. Es como un eco, siendo dependiente de los condicionamientos. Es como una nube, siendo caracterizada por la turbulencia y la disolución. Es como un un relámpago, siendo inestable, y decayendo a cada momento. El cuerpo es sin dueño, siendo el producto de una variedad de condiciones".
"Este cuerpo es inerte, como la tierra; sin yo, como el agua; sin vida, como el fuego; impersonal, como el viento; y no sustancial, como el espacio. Este cuerpo es irreal, siendo una instalación de cuatro elementos principales. Es vacío, no existiendo como un yo o como auto poseído. Es inanimado, siendo como la hierba, árboles, paredes, terrones de tierra, y como las alucinaciones. Es insensato, siendo manejado como un molino de viento. Es mugriento, siendo una aglomeración de pus y excrementos. Es falso, siendo destinado a ser roto y destruido, a pesar de ser cuidado y masajeado. Es afligido por las cuatrocientas cuatro enfermedades. Es como un anciano, constantemente abrumado por la edad. Su duración nunca es cierta – sólo es cierto su final en la muerte-. Este cuerpo es una combinación de agregados, elementos, y sentidos, que son comparables a criminales, serpientes venenosas, y a una ciudad vacía, respectivamente.
Por consiguiente, tal cuerpo debería ser debería ser repulsivo para ti. Deberías perder la esperanza en él y despertar tu admiración por el cuerpo del Tathagata".
"Amigos, el cuerpo de un Tathagata es el cuerpo del Dharma, nacido de la gnosis. El cuerpo de un Tathagata es nacido de almacenes de mérito y sabiduría. Es nacido de moralidad, de meditación, de sabiduría, de las liberaciones, y del conocimiento y visión de la liberación. Es nacido del amor, la compasión, el gozo y la imparcialidad. Es nacido de la caridad, disciplina, y auto control. Es nacido del camino de diez virtudes. Es nacido de la paciencia y suavidad. Es nacido de las raíces de virtud plantada por esfuerzos sólidos. Es nacido de las concentraciones, las liberaciones, las meditaciones, y las absorciones. Es nacido del aprendizaje, la sabiduría, y la técnica liberadora. Es nacido de las treinta y siete ayudas para la iluminación. Es nacido de la quiescencia mental y el análisis trascendental. Es nacido de los diez poderes, las cuatro no temeridades, y las dieciocho cualidades especiales. Es nacido de todas las trascendencias. Es nacido de las ciencias y el súper conocimiento. Es nacido del abandono de las cualidades malas, y de la colección de todas las buenas cualidades. Es nacido de la verdad. Es nacido de la realidad. Es nacido de la conciencia conocedora."
"Amigos, el cuerpo del Tathagata es nacido de innumerables buenos trabajos. Hacia semejante cuerpo deberías tornar tus aspiraciones, y, en función de eliminar la enfermedad de las pasiones de todos los seres vivos, deberías concebir el espíritu de Anuttara Samyak Sambodhi".
Mientras Licchavi Vimalakirti así enseñaba el Dharma a aquellos que habían venido a preguntar acerca de su enfermedad, muchos cientos de miles de seres vivos concibieron el espíritu de Anuttara Samyak Sambodhi.
Vimalakirti Nirdesa, capítulo 2