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Buda – El sermón del deseo (Akankheyya Sutta)

 

Esto he oído:

En cierta ocasión, el Bendito estaba en Sàvatthì, en el parque de Anathapindika. Allí se dirigió a sus discípulos en estos términos:

Monjes, continuad en la práctica de la Recta Conducta, adhiriendo a las Reglas de la Orden, observando una vida retirada y de acuerdo con los Preceptos.

Si un monje deseara volverse amado, conocido y respetado entre sus discípulos;

Si un monje deseara recibir de la comunidad vestimenta, alimentos, albergue y meditaciones, si estuviese enfermo;

Si un monje, deseara que la limosna recibida redundara en beneficio de quienes se la han brindado;

Si un monje deseara que sus parientes, aun los fallecidos, al pensar en él con fe, obtuvieran por ello alguna ventaja;

Si un monje deseara controlar el descontento y la lujuria, que estos factores si surgen nunca se sobrepongan a él;

Si un monje deseara dominar el desmayo y los peligros que acechan su vida ascética;

Si un monje deseara realizar todas las etapas de la contemplación, para superar las dificultades;

Si un monje deseara alcanzar, en esta vida, aquellos estados de emancipación propios de un desencarnado;

Si un monje, deseara la completa destrucción de los tres venenos, para asegurar así su salvación;

Si un monje, deseara reducir sus renacimientos en esta esfera de dolor; Si un monje, deseara no aparecer más en los planos inferiores, sino en los más elevados;

Si un monje, deseara poner en práctica cada uno de los distintos poderes;

Si un monje, deseara adquirir el oído sobrenatural;

Si un monje, deseara comprender con su corazón el corazón de los otros seres;

Si un monje, deseara discernir entre una mente tranquila y una agitada, entre una mente apacible y una irascible, entre una mente sabia y una ignorante, entre una mente concentrada y una disipada, entre una mente sublime y una mediocre, entre una mente estable y una volátil, entre una mente libre y una esclavizada;

Si un monje, deseara rememorar sus existencias anteriores, tanto las más recientes como las más remotas, evocando todos los detalles de tiempo, lugar, casta, familia, nombre y demás circunstancias;

Si un monje, deseara poseer la visión sobrenatural;

Si un monje deseara, eliminando las corrupciones alcanzar la perfección;

si un monje, deseara todo esto, que se colme de rectitud,

que sea devoto de esa quietud de corazón que surge del

interior, que no abandone la meditación, que mire a

través de las cosas, que esté mucho tiempo solo.

Así habló el Buddha, y los discípulos, deleitados con la Enseñanza, exaltaron estas palabras en sus corazones.

 

Notas

Recta conducta - Carana se refiere a:

1. Moralidad.

2. Control sobre los sentidos.

3. alimentación moderada.

4. Vigilia.

5. Fe.

6. Vergüenza.

7. Respetabilidad.

8. Estudio.

9. Energía.

10. Atención.

11. Sabiduría.

12. Primera etapa de la meditación - El monje, con la mente libre de las ideas sensorias y mundanas, concentra sus pensamientos sobre algún tema espiritual.

13. Segunda etapa de la meditación - Luego, elevándose por encima de la atención y del razonamiento, experimenta alegría y tranquilidad, tanto física como mental.

14. Tercera etapa de la meditación - A continuación, desaparece el arrobamiento y se compenetra de un sentimiento de tranquilidad.

15. Cuarta etapa de la meditación - Tórnase consciente de la pura lucidez mental y de la ecuanimidad de corazón.

 

Las reglas de la orden - Patimokkha - libro de los deberes, código de disciplina que forma parte del Canon Pali, conjunto de 227 reglas que deben observar los monjes.

Los distintos poderes - Siddhit - fuerzas o poderes superiores que se obtienen como resultado de los ejercicios de concentración. Estas facultades según el Samana Sutta y el Digha Nikaya son:

1. siendo uno se convierte en varios.

2. siendo varios se convierte en uno.

3. se torna visible o invisible.

4. atraviesa sin encontrar resistencia una pared, una fortificación, una colina, como si fuera aire.

5. penetra de arriba abajo a través de la sólida tierra, como si fuera agua.

6. camina sobre el agua sin hundirse, como sobre la tierra firme.

7. viaja por el cielo como los pájaros.

8. toca el sol y la luna.

9. oye los sonidos celestiales y los humanos.

10. penetra en el corazón de los otros seres.

11. tiene memoria de las existencias anteriores.

 

Oido divino - Divyasrota - oye todo los sonidos humanos y celestiales, cercanos y lejanos.

Ojo divino - Divyacaksus - posee una visión ilimitada que abarca a todos los seres que se encuentran en los distintos mundos y las sucesivas mudanzas de estados.

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