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Epica de la creación babilónica

... Pero Tiamat no volvió su cuello,
Con labios que no eran vacilantes emitió palabras rebeldes
Entonces el señor levantó el rayo, su poderosa arma,
Y contra Tiamat que estaba enfurecida, envió su palabra:
“Te has vuelto grande, has exaltado tu estatura,
Y tu corazón te ha empujado a la batalla…
Y contra los dioses mis padres has forjado un malvado plan.
¡Deja entonces que tu ejército sea equipado y que se ciña las armas!
¡Ponte en pie y luchemos tú y yo!

Cuando Tiamat oyó estas palabras
Se sintió posesa y perdió la razón.
Tiamat dio gritos agudos y salvajes,
Tembló y se sacudió hasta sus más profundas bases,
Luego recitó un encantamiento, pronunció un hechizo.
Y los dioses de la batalla perdieron sus armas a gritos,

Luego avanzaron Tiamar y Marduk, el consejero de los dioses;
Llegaron a la lucha, se acercaron a la batalla.
El señor extendió su red y la cogió en ella,
Y le soltó en la cara el viento maligno que estaba detrás de él.
Los vientos terribles llenaron el vientre de ella,
Y perdió el valor y quedó con la boca abierta.
El tomó el tridente y le reventó el vientre,
Y después de haber cortado sus entrañas, atravesó su corazón.
El la venció y le arrancó la vida;
Echó al suelo su cuerpo y se puso de pie sobre él.

Y el señor se puso de pie sobre la parte trasera de Tiamat
Y con su lanza inmisericorde le aplastó el cráneo.
Cortó los canales de su sangre
E hizo que el viento del norte la llevara a lugares secretos…
Entonces el señor descansó, miró el cuerpo muerto
e ideó un astuto plan.
La partió en dos mitades como a un pez;
Estableció una de sus mitades como la cubierta para el cielo
Puso un cerrojo y puso un guarda
Y les dijo que no dejaran salir las aguas.
Pasó a través de los cielos, y miró las regiones celestiales
Y por encima de la Profundidad estableció el reino de Nudimmud.
Y el señor midió la estructura de las profundidades.


Epica de la Creación, tablilla IV, versos 35-143, adaptado de la traducción de L. W. King, Babylonian Religión and Mithology (Londres, 1899)

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