Noé y el Diluvio


Noé y el Diluvio


a.Noé se mostraba tan poco dispuesto a perder su inocencia que, aunque le instaban con frecuencia a casarse, esperó hasta que Dios le encontró a Naamá, hija de Enoc, la única mujer desde Istahar que había permanecido casta en aquella generación corrompida.

Sus hijos fueron Sem, Cam y Jafet, y cuando éstos crecieron, Noé los casó con las hijas de Eliakím, hijo de Matusalén1.

b. Advertido por Dios de que se acercaba el Diluvio, Noé difundió la noticia entre la humanidad, y predicaba el arrepentimiento a dondequiera que iba. Aunque sus palabras quemaban como antorchas, la gente se burlaba de él : "¿Qué es ese diluvio? Si es un diluvio de fuego, tenemos alitha (¿amianto?) que es inmune a él ; si es un diluvio de agua, tenemos láminas de hierro para contener cualquiera inundación que pueda brotar de la tierra.

Contra el agua del cielo podemos utilizar un aqeb (¿toldo?)" Noé les advirtió entonces: "¡Pero Dios enviará aguas que burbujearán bajo vuestros pies!" Ellos se jactaron: "Por grande que sea ese diluvio, nosotros somos tan altos que el agua no podrá llegarnos al cuello; y si Él abriese las compuertas de Tehom nosotros las cerraremos con las plantas de nuestros pies" 2.

c. Dios ordenó a Noé: "Hazte un arca de maderas resinosas, divídela en compartimientos y la calafateas con pez por dentro y por fuera. ,. Entraréis en el arca tú y tus hijos, tu mujer y las mujeres de tus hijos contigo. -. De todos los animales puros toma dos setenas, machos y hembras, y de los impuros, dos parejas, machos y hembras. También de las aves puras dos setenas, machos y hembras, para que se salve su prole sobre la haz de la tierra toda". También debía proporcionarles alimentos de toda clase. Noé pasó cincuenta y dos años construyendo el arca; trabajaba lentamente con la esperanza de demorar la venganza de Dios3.

d. Dios mismo diseñó el arca, la que tenía trescientos codos de largo, cincuenta de ancho y treinta de alto. "Harás en ella un tragaluz, y a un codo sobre éste acabarás el arca por arriba; la puerta la haces a un costado; harás en ella un primero, un segundo y un tercer piso". Cada piso estaba dividido en centenares de compartimientos; el primer piso alojaría a todos los animales salvajes y domesticados; el segundo a todas las aves; y el tercero a todos los reptiles y además a la familia de Noé4.

e. Ciertas ánimas errantes entraron también en el arca y se salvaron. Un par de monstruos demasiado grandes para cualquier compartimiento sobrevivieron, sin embargo: el búfalo, que nadaba detrás, con el hocico apoyado en la popa, y el gigante Og. Este era hijo de Hiya y de la mujer que luego se casó con Cam y que suplicó a Noé que mantuviera la cabeza de Og fuera del agua dejándole que se asiese a una escala de cuerdas. En agradecimiento, Og juró que sería esclavo de Noé, pero aunque Noé lo alimentó compasivamente a través de una portañola, reanudó luego sus maldades5.

f. Cuando Noé comenzó a reunir a los animales se sintió desanimado por su tarea y preguntó: "Señor del Universo, ¿cómo voy a realizar esta gran cosa?" Inmediatamente el ángel guardián de cada clase descendió del Cielo y, llevando una canasta llena de pienso, todos los animales fueron conducidos al arca de modo que cada uno pareció haber ido guiado por su propia inteligencia natural.

Llegaron el mismo día en que murió Matusalén a la edad de novecientos setenta años, una semana antes que comenzara el Diluvio; y Dios designó ese tiempo de aflicción como un tiempo de gracia durante el cual la humanidad todavía podía arrepentirse.

Luego ordenó a Noé que se sentara junto a la puerta del arca y observara a cada criatura cuando se dirigía hacia él. Los que se agachaban en su presencia debían ser admitidos y los que permanecían erguidos debían ser excluidos. Algunos autores dicen que, de acuerdo con las órdenes de Dios, si el macho dominaba a la hembra de su especie, ambos eran admitidos, pero no en el caso contrario- Y que
Él dio esas órdenes porque ya no eran sólo los hombres los que cometían bestialidad. Los animales mismos rechazaban a sus hembras: el caballo semental montaba a la asna, el asno a la yegua, el perro a la loba, la serpiente a la tortuga, etcétera; además las hembras dominaban con frecuencia a los machos. Dios había decidido destruir a todas las criaturas, excepto a las que obedecían Su voluntad6.

g. La tierra se estremeció, sus cimientos temblaron, el sol se oscureció, comenzó a relampaguear y a tronar y una voz ensordecedora, otra igual a la cual nunca se había oído hasta entonces, rodó a través de las montañas y las llanuras. Así trató Dios de aterrorizar a los malhechores para que se arrepintieran, pero sin conseguirlo. Eligió el agua más bien que el fuego como el castigo apropiado para sus vicios execrables y abrió las compuertas del Cielo separando a dos Pléyades; así dejó que las Aguas de Arriba y las de Abajo —los elementos masculino y femenino de Tehom, que había separado en los días de la Creación— se reunieran y destruyeran el mundo en un abrazo cósmico.

El Diluvio comenzó en el día decimoséptimo del segundo mes, cuando Noé tenía seiscientos años de edad. Él y su familia entraron en el arca y Dios mismo cerró la puerta tras ellos. Pero ni siquiera Noé podía creer todavía que Dios iba a destruir una obra tan magnífica y en consecuencia había esperado hasta que las olas le cubrieron los tobillos7.

h. Las aguas cubrieron rápidamente toda la tierra. Setecientos mil malhechores se reunieron alrededor del arca y gritaban: "¡Abre la puerta, Noé, y déjanos entrar!" Noé les gritó desde dentro: "¿No os insté a que os arrepintieseis durante los últimos cientos veinte años y no quisisteis escucharme?" "Ahora nos arrepentimos", contestaron. "Es demasiado tarde", dijo él.

Los otros trataron de derribar la puerta, y habrían volcado el arca si una manada de lobos, leones y osos rechazados que trataban también de entrar no hubieran despedazado a centenares de ellos y dispersado a los demás- Cuando las Aguas de Abajo de Tehom se elevaron, los malhechores primeramente arrojaron los niños a los manantiales con la esperanza de obstruir su corriente y luego subieron a los árboles y colinas. Siguió lloviendo torrencialmente y pronto la creciente levantó el arca, hasta que por fin quedó flotando a quince codos sobre las cumbres más altas, pero tan zarandeada por las olas que todo lo que contenía era lanzado de un lado a otro como las habichuelas en una olla hirviente. Algunos dicen que Dios calentó el diluvio en las llamas del abismo y castigó la lujuria vehemente con agua escaldante; o hizo que lloviera fuego sobre los perversos; o dejó que las aves que se alimentan de carroña les arrancaran los ojos cuando nadaban8.

i Una perla que colgaba del techo del arca brillaba tranquilamente sobre Noé y su familia. Cuando su luz palidecía, sabía que había llegado el día; cuando brillaba, sabía que se acercaba la noche, y así nunca perdió la cuenta de los sábados. Algunos dicen, no obstante, que esa luz provenía de un libro sagrado que el arcángel Rafael dio a Noé, encuadernado en zafiro y que contenía todo el conocimiento de los astros, el arte de curar y el dominio de los demonios. Noé legó ese libro a Sem, de quien pasó por medio de Abraham a Jacob, Levi, Moisés, Josué y Salomon9.

j. Durante los doce meses siguientes ni Noé ni sus hijos durmieron, pues estaban continuamente ocupados con sus tareas. Algunos animales estaban acostumbrados a comer a primera hora del día o de la noche; otros en la segunda, tercera o cuarta hora, e inclusive más tarde; y cada uno esperaba el pienso que le correspondía: el camello necesitaba paja; el asno, centeno; el elefante, sarmientos; el avestruz, vidrios rotos- Pero, según un relato, todos los animales, aves y reptiles y el hombre mismo subsistieron con un solo alimento: pan de higo10.

k. Noé suplicó: "¡Señor del Universo, sácame de esta prisión! Mi alma está cansada del hedor de los leones, los osos y las panteras'5. En lo que respectaba al camaleón, nadie sabía cómo alimentarlo, pero un día Noé abrió una granada y salió de ella un gusano que devoró ese animal hambriento. En vista de ello amasó tallos de espinos de camello, hizo una torta y alimentó al camaleón con los gusanos que criaba. Una fiebre mantuvo a los dos leones enfermos durante todo el tiempo; no atacaban a los otros animales y comían pasto como los bueyes. Al ver que el fénix se hallaba acurrucado en un rincón, Noé le preguntó: "¿Por qué no has pedido comida?" "Señor —contestó— tu familia está ya bastante ocupada y no quiero causarle molestias". Noé bendijo al fénix diciendo: "¡Quiera Dios que nunca mueras!"11 .

l . Noé había separado a sus hijos de sus esposas y prohibido los ritos maritales: mientras el mundo era destruido no debían pensar en llenarlo de nuevo. Prohibió lo mismo a todos los animales, aves y reptiles. Sólo desobedecieron Cam, el perro y el cuervo. Cam pecó para salvar a su esposa de la deshonra: si no se hubiera acostado con ella, Sem y Jafet se habrían enterado de que iba a tener un hijo engendrado por el ángel caído Shemhazai. También castigó al perro uniéndolo vergonzosamente a la perra después de la copulación; y al cuervo haciendo que inseminara a la hembra por el pico 12.

m. Cuando pasaron ciento cincuenta —según algunos cuarenta— días Dios cerró las compuertas del Cielo con dos estrellas tomadas de la Osa Mayor. Ésta todavía persigue a las Pléyades por la noche gritando: "¡Devolvedme mis estrellas!" Luego envió un viento que hizo que las aguas de Tehom se derramaran por el borde de la Tierra y el Diluvio fue disminuyendo lentamente. El día veintisiete del séptimo mes el arca se asentó sobre los montes de Ararat. El día primero del décimo mes aparecieron las cumbres de los montes. Pasados cuarenta días más abrió Noé la ventana que había hecho en el arca y ordenó al cuervo que saliera y trajera noticias del mundo exterior. El cuervo replicó insolentemente: "Dios, tu señor, me odia, y tú también. ¿No fueron sus órdenes: 'Toma siete de todos los animales puros y dos de todos los impuros?' ¿Por qué me elíjes para esta misión peligrosa cuando mi compañera y yo somos solamente dos? ¿Por qué no utilizas a las palomas, que son siete? Si yo muriese de calor o frío el mundo se quedaría sin cuervos. ¿O es que codicias a mi hembra?" Noé exclamo: "¡Oh, malvado! Hasta mi esposa me está prohibida mientras estamos a bordo. ¿Cuánto más tu hembra, criatura que no es de mi clase?" Al oír eso, el cuervo se ocultó- Noé registró el arca con cuidado y al poco tiempo encontró al tunante oculto bajo el ala del águila y le dijo: "¡Malvado! ¿No te ordené que salgas para ver si han bajado las aguas? ¡Sal inmediatamente!" El cuervo replicó con impudencia: "Es lo que pensaba. ¡Codicias a mi compañera!" Noé, airado, exclamó: "¡Qué Dios maldiga el pico que pronunció esa calumnia!" Y todos los animales que le oyeron dijeron: "¡Amén!" Noé abrió la claraboya y el cuervo —que entretanto había empreñado al águila y a otras aves que se alimentan de carroña, depravando así sus naturalezas— salió volando, pero volvió en seguida. Lo envió otra vez y volvió también.

La tercera vez se quedó afuera saciándose en los cadáveres13.

n. Entonces Noé dio la misma orden a una paloma, la que como no hallase donde posar el pie, se volvió al arca, porque las aguas cubrían todavía la superficie de la tierra. Sacó Noé la mano y cogiéndola la metió en el arca. Esperó otros siete días, y al cabo de ellos soltó otra vez la paloma, que volvió a él a la tarde, trayendo en el pico una ramita verde de olivo. Conoció por esto Noé que las aguas no cubrían ya la tierra, pero todavía esperó otros siete días, y volvió a soltar la paloma, que ya no volvió más a él . El año seiscientos uno, en el primer mes, el día primero de él, comenzó a secarse la superficie de la tierra, y abriendo Noé el techo del arca miró y sólo vio un vasto mar de barro que se extendía hasta las lejanas montañas. Aun la tumba de Adán había desaparecido. El día veintisiete del segundo mes estaba ya seca la tierra y Noé pudo desembarcar14.

o. Tan pronto como sus pies tocaron la tierra tomó piedras y erigió un altar a Yahvéh, y tomando de todos los animales puros y de todas las aves puras, ofreció sobre el altar un holocausto.

Dios aspiró el suave olor y se dijo en su corazón: "No volveré ya más a maldecir a la tierra por el hombre, pues los deseos del corazón humano, desde la adolescencia, tienden al mal; no volveré ya a exterminar todo viviente, como acabo de hacer. Mientras dure la tierra habrá sementera y cosecha, frío y calor, verano e invierno, día y noche". Bendijo Dios a Noé y sus hijos, diciéndoles: "Procread y multiplicaos y llenad la tierra; que os teman y de vosotros se espanten todas las fieras de la tierra, y todos los ganados, y todas las aves del cielo, todo cuanto sobre la tierra se arrastra y todos los. peces del mar, los pongo todos en vuestro poder".

También les permitió que comieran carne, con la condición de que antes le quitaran la sangre, y les explicó: "El alma de un animal está en su sangre". E instituyó la pena de muerte para todo hombre o animal que matara. Luego puso el arco iris en el firmamento y dijo: "Cuando cubriere yo de nubes la tierra aparecerá el arco y me acordaré de mi pacto con vosotros'15.


1. Adamschriften 39; Sepher Hayashar X6-17.
2. B. Sanhedrin 108b; PRE, c.22-fin.
3. Génesis VI.13-22; VII.1-3; PRE, c.23.
4. Génesis VI.15-16; PRE, c.23.
5. Gen. Rab. 253,287; PRE, c.23; B. Nidda 61a; B. Zebahim 113b; Hadar 59a; Da'at Huqqat 18a.
6. PRE, c.23; Gen. Rab. 287,293; Tanhuma Noah 1 2 ; Tanhuma Buber Gen. 36, 4 5 ; B. Sanhedrin 108a-b; Sepher Hayashar 17.
7. Génesis VII.11-16; Gen. Rab. 293; B. Berakhot 59a; B. Rosh Hashana llb- 12a; PRE, c.23; Sepher Hayashar 18.
8. Génesis VII.20; B. Sanh. 108b; B. Rosh Hashana 12a; B. Zebahim 112a; Lev. Rab. 7.6; Tanhuma Noah 7; Tanhuma Buber Gen. 35-36; Sepher Hayashar 18-19.
9. Gen. Rab. 283; B. Sanhedrin 108b; PRE, c.23; Sepher Noah, BHM, iii.158.
10. Tanhuma Buber Gen. 29-30;37-38; Gen. Rab. 287; Tanhuma Noah 2,9; B. Sanhedrin 108b.
11 . PRE, c.23; B. Sanhedrin 108b.
12 . Gen. Rab. 286, 3 4 1 ; Tanhuma Buber Gen. 4 3 ; Tanhuma Noah. 1 2 ; Yer.Taanit 64d; B. Sanhedrin 108b; PRE, c.23; Yalqut Reubeni ad Gen. VII.7,p.l30.
13. Génesis VII.4,17,24;VlII.l-7; B. Berakhot 59a; B. Rosh Hashana llb-12a; B. Sanhedrin 108b; Alpha Beta diBen Sira, Otzar Midraskim 49a,50b.
14. Génesis V1II.8-19.
15. Génesis VIII.20;IX.17w


1. Dos mitos antiguos son análogos al Diluvio del Génesis: uno griego y otro akkadio. El akkadio, que se encuentra en la Epopeya de Gílgamesh, era también corriente entre los súmenos, los humanos y los hititas. En él Ea, dios de la Sabiduría, advierte al protagonista Utnapishtim que los otros dioses, encabezados por Enlil, el Creador, proyectan un diluvio universal y él debe construir un arca. El motivo de Enlil para destruir a la humanidad parece haber sido su omisión de los sacrificios de Año Nuevo. Utnapishtim construye un arca de seis cubiertas en la forma de un cubo exacto, con lados de ciento veinte codos, y emplea betún para calafatearla. El arca es construida en siete días, y entretanto Utnapishtim ha dado a sus obreros "vino para beber, como lluvia, para que puedan festejar como en el día de Año Nuevo”. Cuando comienza a caer una lluvia agostadora, é l , su familia, los artesanos y ayudantes que llevan sus tesoros, además de numerosos animales y aves, entran en el arca.

Entonces el barquero de Utnapishtim cierra las escotillas.

2, Durante todo un día sopla el Viento Sur, sumergiendo montañas y barriendo a la humanidad. Los dioses mismos huyen aterrados al Cielo, donde se agazapan como perros. Eí diluvio continúa durante seis días, pero cesa el séptimo. Utnapishtim abre una escotilla y mira a su alrededor. Ve una inundación, llana como una azotea, limitada por catorce cimas de montañas lejanas. Toda la humanidad se ha ahogado y vuelto a la arcilla. El arca es llevada por la corriente al monte Nisir, donde Utnapishtim espera otros siete días. Luego envía afuera una paloma, la que, al no encontrar donde posarse, vuelve al arca. Siete días después envía una golondrina, la que también vuelve. Después un cuervo, el que encuentra carroña para comer y no vuelve, porque las aguas han bajado.

3. Utnapishtim deja que salgan del arca todas las personas y animales, derrama una septuple libación de vino en la cima de la montaña y quema maderas aromáticas: caña, cedro y mirto. Los dioses huelen el grato aroma y se congregan alrededor del sacrificio. Ishtar elogia a Utnapishtim y vilipendia a Enlil por haber causado un desastre insensato. Enlil grita airadamente: "¡Ningún hombre debía sobrevivir a mi diluvio! ¿Y estos viven todavía?” Ea confiesa que en un sueño advirtió a Utnapishtim que iba a sobrevenir el diluvio. Enlil, apaciguado, entra en el arca y, después de bendecir a Utnapishtim y su esposa, los hace "semejantes a dioses" y los pone en el Paraíso, donde, posteriormente, se une con ellos Gilgamesh.

4. En una versión sumeria fragmentaria el protagonista del Diluvio es el piadoso rey Ziusudra (llamado Xisuthros en la Historia babilónica de Beroso del siglo I I I a. de C.) Xisuthros desentierra ciertos libros sagrados que había enterrado previamente en la ciudad de Sippar.

5. El mito del Génesis se compone, al parecer, de por lo menos tres elementos distintos. El primero es el recuerdo histórico de un turbión en las montañas de Armenia, el que» según Ur of the Chaldees de Woolley» hizo que se desbordaran el Tigris y el Eufrates hacia el año 3200 a. de C, cubriendo las aldeas
sumerias en una extensión de 40.000 millas cuadradas con ocho pies de arcilla y cascotes. Sólo unas pocas ciudades situadas a gran altura de sus montículos y protegidas por murallas de ladrillo se salvaron de la destrucción.

Un segundo elemento es la fiesta de la vendimia de Año Nuevo que se celebraba en el otoño en Babilonia, Siria y Palestina, en la que el arca era una nave en forma de media luna creciente que contenía los animales destinados al sacrificio.

Esa fiesta se celebraba en la Luna Nueva más próxima al equinoccio de otoño con libaciones de vino nuevo para estimular las lluvias invernales.

Restos del arca en el Ararat —"Monte Judi cerca del lago Van"— son mencionados por Josefo, quien cita a Beroso y otros historiadores; Beroso había escrito que los kurdos locales todavía sacaban de ella trozos de betún para emplearlos como amuletos. Una reciente expedición americana sostiene haber encontrado maderas medio fosilizadas que datan de alrededor del año 1500 a. de C. Un historiador armenio, Moses de Chorene, llama a ese lugar sagrado Nachidsheuan ("el primer lugar de descenso").

"Ararat" aparece en una inscripción de Salmanassar I de Asiría (12724243 a. de C.) como Uruatri o Uratru Posteriormente se convierte en Urartu y se refiere a un reino independiente que rodeaba al lago Van y al que los hebreos de la época bíblica llamaban la Tierra de Ararat (2 Reyes XIX.37; Isaías XXXVIL38).

6. El mito griego dice así: "Disgustado por la antropofagia de los impíos pelasgos, Zeus Omnipotente desencadenó un gran diluvio en la tierra con el propósito de exterminar a toda la raza humana, pero Deucalion, rey de Tesalia, prevenido por su padre Prometeo, el Titán al que había visitado en el Cáucaso, construyó un arca, la abasteció y entró en ella con su esposa Pirra, hija de Epimeteo. Luego sopló el viento Sur, comenzó a llover y los ríos corrieron con estrépito al mar, el que, elevándose con una velocidad asombrosa, arrasó todas las ciudades de la costa y la llanura, hasta que el mundo entero quedó inundado, con excepción de unas pocas cumbres de montañas, y todas las criaturas mortales parecían haber muerto, menos Deucalión y Pirra, El arca flotó de un lado a otro durante nueve días, hasta que por fin las aguas descendieron y fue a posarse en el monte Parnaso o, según dicen algunos, en el monte Etna; o en el monte Athos, o en el monte Orthrys en Tesalia. Se dice que a Deucalión le tranquilizó una paloma que había enviado en vuelo exploratorio.

7. Cuando desembarcaron a salvo, ofrecieron un sacrificio al Padre Zeus, el preservador de los fugitivos, y descendieron para orar en el templo de la diosa Temis junto al río Cefiso: su techo estaba cubierto con algas marinas y el altar helado. Suplicaron humildemente que la humanidad fuese renovada, y Zeus oyó sus voces desde lejos y envió a Hermes para que les asegurase que cualquier petición que pudieran hacer sería concedida inmediatamente. Temis apareció en persona y dijo: "Cubrios la cabeza y arrojad los huesos de vuestra madre a vuestra espalda". Como Deucalión y Pirra tenían diferentes madres, ambas muertas, decidieron que la diosa se refería a la Madre Tierra, cuyos huesos eran las piedras que había a la orilla del río. En consecuencia, agachándose con las cabezas cubiertas, recogieron piedras y las arrojaron por encima del hombro; esas piedras se convertían en hombres o mujeres según las arrojaba Deucalión o Pirra. La humanidad se renovó, y desde entonces "un pueblo' (Utos) y "una piedra" (loas) han sido casi la misma palabra en muchos idiomas. Sin embargo, el diluvio resultó poco eficaz, pues algunos pelasgos que se habían refugiado en el monte Parnaso reanudaron las abominaciones antropófagas que habían provocado la venganza de Zeus'.

8. En esta versión, al parecer importada en Grecia desde Palestina, la diosa Temis ("Orden") renueva al hombre; y lo mismo hizo probablemente Ishtar, la Creadora, en una versión anterior de la Epopeya de Gilgamesh. Heleno, el hijo de Deucalión, era el supuesto antepasado de todos los griegos, y "Deucalión" significa "marinero de vino nuevo" (deuco-halieus), lo que establece una relación con Noé, inventor del vino (véase 2La). Heleno era hermano de la Ariadna de Creta, la que se casó con Dioniso, el dios del vino. Dioniso viajó también en una nave en forma de luna nueva llena de animales, entre ellos un león y una serpiente. La esposa de Deucalión era Pirra, cuyo nombre significa "rojo brillante", como el vino.

9. Las dimensiones del arca bíblica contravienen los principios de la construcción naval: una nave completamente de madera, tres cubiertas y 450 pies de longitud se habría roto con la más ligera oleada. La madera utilizada por Noé no era necesariamente de cedro, como sostienen la mayoría de los eruditos, y el "árbol de madera amarilla" era desconocido en otras partes. Puede haber sido madera de acacia, la de la embarcación fúnebre de Osiris.

10. Aunque falta en los mitos del diluvio griego y mesopotamio, el arco iris como una seguridad de que no se producirán nuevos diluvios aparece en el folklore europeo y asiático. Se imagina a las estrellas como pernos brillantes insertados en el firmamento, sobre el cual se hallan las Aguas de Arriba.

11. La agresión sexual es considerada una prerrogativa masculina en el Medio Oriente; de las mujeres se espera la pasividad completa. La fantasía midrásica transfiere esta opinión de los hombres a los animales.

La atención incansable de Noé a los animales que estaban a su cargo se refleja en Proverbios XII.10: "El justo provee a las necesidades de sus bestias". La creencia en que el vidrio quebrado es el único alimento del avestruz, más bien que utilizado como el cascajo que tragan las aves de corral como un medio para habérselas con el contenido de su buche, se encuentra dos o tres veces en la literatura midrásica.

12. Los cuervos eran venerados y rehuidos por los hebreos. En Job XXVIIL41 y Salmo CXLVIL9, Dios cuida especialmente de ellos. En Deuteronomio XIV.14 se los clasifica entre las aves impuras; y en Proverbios XXXJ7 sacan para devorarlos los ojos de los impíos. Pero en 1 Reyes XVIL4-6, a pesar de sus picos malditos, alimentan a Elias; y en El Cantar de los Cantares V.ll, se elogia los rizos de Salomón por ser negros como las alas de un cuervo. Es posible que en una versión anterior el cuervo, y no Cam, fuera ennegrecido como castigo, pues los descendientes de Cam eran los cananeos no negroides, y en el mito griego el cuervo es convertido de blanco en negro por Atenea (Anat-Ishtar) por llevarle la mala noticia de la muerte de su sacerdotisa, o por Apolo (Ea) por no haber arrancado los ojos a su rival Ischys. 

13. La "perla" es un símbolo gnóstico del alma del hombre, como en el apócrifo "Himno de la Perla" (Hechos de Santo Tomás), y en la Kephalaia maniquea. Un texto mandeano dice: "¿Quién se ha llevado la perla que iluminaba nuestra casa perecedera?" Según Jonás, a veces equivale a "Palabra de Dios", que parece ser su significado en este caso. El Libro de la Sabiduría que dio a Noé Rafael ha sido omitido en el Génesis, aunque el libro sagrado de Sippar mencionado por Beroso demuestra que formaba parte del mito del Diluvio babilonio primitivo. Esto refuerza la opinión de que Enoc, quien, como Utnapishtim, fue recompensado por sus virtudes con la residencia en el Paraíso y a quien los ángeles ayudaron a escribir un libro de sabiduría, es realmente Noé. "Rafael" parece un error por "Raziel" (véase 6.6.Í2).

14. Las Pléyades estaban asociadas con la lluvia porque su aparición y su puesta marcaban los límites de la estación de navegación en el Mediterráneo. Una de ellas (no dos) parece, según el mito griego, que se extinguió a fines del segundo milenio a, de C.

Robert Graves y Raphael  Patai, Los mitos hebreos
Imagen: La paloma con la rama de olivo, mosaico bizantino siglo XII