Popol Vuh - He aquí los nombres de los primeros hombres


Popol Vuh - He aquí los nombres de los primeros hombres


He aquí los nombres de los primeros hombres que fueron construidos, que fueron formados. He aquí el primer hombre: Brujo del Envoltorio; el segundo: Brujo Nocturno; después, el tercero: Guarda-Botín; y el cuarto: Brujo Lunar. Tales eran los nombres de nuestras primeras madres, [primeros] padres. Solamente construidos, solamente formados; no tuvieron madres, no tuvieron padres; nosotros les llamamos simplemente Varones. Sin [la mujer] fueron procreados, sin [la] mujer fueron engendrados, por Los de lo Construido, Los de lo Formado, los Procreadores, los Engendradores. Solamente por Poder [Mágico], solamente por Ciencia [Mágica], [fue] su construcción, su formación, por los Constructores, los Formadores, los Procreadores, los Engendradores, los Dominadores, los Poderosos del Cielo. Entonces tuvieron apariencia humana, y hombres fueron; hablaron, dijeron, vieron, oyeron, anduvieron, asieron: hombres buenos, hermosos; su apariencia; rostros de Varones. La memoria fue, existió. Vieron; al instante su mirada se elevó. Todo lo vieron, conocieron todo el mundo entero; cuando miraban, en el mismo instante su vista miraba alrededor, lo veía todo, en la bóveda del cielo, en la superficie de la tierra. Veían todo lo escondido sin antes moverse. Cuando miraban el mundo veían, igualmente, todo lo que existe en él. Numerosos eran sus conocimientos. Su pensamiento iba más allá de ¡a madera, la piedra, los lagos, los mares, los montes, los valles. En verdad, hombres a los que [se les debía] amar: Brujo del Envoltorio, Brujo Nocturno, Guarda-Botín, Brujo Lunar. Fueron entonces interrogados por Los de la Construcción, Los de la Formación. “¿Qué pensáis de vuestro ser? ¿No veis? ¿No oís? Vuestro lenguaje, vuestro andar, ¿no son buenos? Mirad pues y ved el inundo, si no aparecen los montes, los valles: ved para instruiros”, se les dijo. Vieron en seguida el mundo entero, y después dieron gracias a los Constructores, a Los Formadores. “Verdaderamente dos veces gracias, tres veces gracias. Nacimos, tuvimos una boca, tuvimos una cara, hablamos, oímos, meditamos, nos movemos: bien sabemos, conocemos lejos, cerca. Vemos lo grande, lo pequeño, en el cielo, en la tierra. ¡Gracias [damos] a vosotros! Nacimos, oh Los de lo Construido, Los de lo Formado: existimos, oh abuela nuestra, oh abuelo nuestro”, dijeron, dando gracias de su construcción, de su formación. Acabaron de conocerlo todo, de mirar a las cuatro esquinas, a los cuatro ángulos, en el cielo, en la tierra. Los de lo Construido. Los de lo Formado, no escucharon esto con placer. “No está bien lo que dicen nuestros construidos, nuestros formados. Lo conocen todo, lo grande, lo pequeño”, dijeron. Por lo tanto, celebraron consejo Los Procreadores, los Engendrados. “¿Cómo obraremos ahora para con ellos? ¡Que sus miradas no lleguen sino a poca distancia! ¡Que no vean más que un poco la faz de la tierra! ¡No está bien lo que dicen. ¿No se llaman solamente Construidos, Formados? Serán como dioses, si no engendran, [si] no se propagan, cuando se haga la germinación, cuando exista el alba; solos, no se multiplican. Que eso sea. Solamente deshagamos un poco lo que quisimos que fuesen: no está bien lo que decimos, ¿Se igualarían a aquellos que los han hecho, a aquellos cuya ciencia se extiende a lo lejos, a aquellos que todo lo ven?”, fue dicho por los Espíritus del Cielo, Maestro Gigante [Relámpago], Huella del Relámpago, Esplendor del Relámpago, Dominadores. Poderosos del Cielo. Procreadores. Engendradores. Antiguo Secreto, Antigua Ocultadora, Constructora, Formadores. Así hablaron cuando rehicieron el ser de su construcción, de su formación.

Entonces fueron petrificados ojos[1] [de los cuatro] por los Espíritus del cielo, lo que los veló como el aliento sobre la faz de un espejo; los ojos se turbaron; no vieron más que lo próximo, esto sólo fue claro. Así fue perdida la Sabiduría y toda la Ciencia de los cuatro hombres, su principio, su comienzo. Así primeramente fueron construidos, fueron formados, nuestros abuelos, nuestros padres, por los Espíritus del Cielo, los Espíritus de la Tierra.

Entonces existieron también sus esposas, vivieron sus mujeres. Los dioses celebraron consejo. Así, durante su sueño, [los cuatro] recibieron mujeres verdaderamente bellas, quienes existieron con Brujo del Envoltorio, Brujo Nocturno. Guarda-Botín, Brujo Lunar. Cuando se despertaron, sus mujeres existieron: sus corazones se regocijaron al instante a causa de sus esposas

[1] Fue disminuida considerablemente su visión física y psíquica.

Popol Vuh, capítulo 26
Traducción de la versión francesa de Georges Raynaud,
director de estudios sobre las religiones de la América
Precolombina, en la Escuela de Altos Estudios de París,
por los alumnos titulares de la misma
MIGUEL ÁNGEL ASTURIAS y J. M. GONZÁLEZ DE MENDOZA