¡Oh tú gran
Alma, potente y llena de vigor!
¡Heme aquí!
¡Llego! ¡Te admiro!
He pasado
las puertas del Más Allá
para
admirar a Osiris, ¡mi padre divino!
Ahora
esfumo las tinieblas que te rodean,
pues te
amo, Osiris, y vengo a admirar tu rostro.
Yo he
perforado el corazón de Seth;
he
realizado los ritos fúnebres por Osiris, Padre mío.
Yo despejo
los senderos en el Cielo y en la Tierra,
pues soy
Osiris, tu hijo, que te ama…
He vuelto
aquí, con Espíritu puro y santificado.
Estoy
fortificado por Palabras de Potencia…
¡Dioses del
gran Cielo! ¡Espíritus Divinos!
Todos
vosotros, ¡Contempladme!
¡Verdaderamente!
habiendo concluido mi viaje
llego aquí
ante nosotros.
Libro
egipcio de los muertos – Conjuro IX