El quinto día


De este modo la liberación es segura, pero, incluso después de haber sido instruidos de esta forma, hay quienes no pueden abandonar sus tendencias inconscientes a causa de un prolongado hábito, y bajo la influencia de la envidia y el mal karma sienten miedo ante los sonidos y las luces; no son cogidos por el gancho del rayo de luz de compasión, sino que vagan errantes hacia abajo hasta el quinto día del estado de bardo. Entonces, las legiones celestiales del bienaventurado Amoghasiddhi, con sus rayos de luz de compasión, saldrán a recibirles, y el camino de luz de los dioses celosos, construido por la envidia, también les tentará. En consecuencia, a fin de proporcionarle la instrucción necesaria, se debe invocar a la persona muerta por su nombre y decir estas palabras:

«Oh hijo de noble familia, escucha sin distracción. En el quinto día, una luz verde, el elemento purificado del aire, brillará y, al mismo tiempo, el bienaventurado Amoghasiddhi, Señor del Círculo, aparecerá delante de ti desde el Reino verde del norte, llamado el de las Acciones Acumuladas. Su cuerpo es de color verde, sostiene un doble vajra en la mano y se sienta en un trono de águila elevándose en el cielo, abrazando a su consorte Samaya-Tara. Está acompañado por dos boddhisattvas masculinos, Vajrapani y Sarvanivaranaviskambhin, y dos boddhisattvas femeninas, Gandha y Naivedya; así aparecerán ante ti estas seis formas del Buddha que surgen del espacio de la luz del arco iris.

»La luz verde de la sabiduría en su pureza básica, la sabiduría que realiza la acción, verde brillante, adornada con discos de luz, luminosa y clara, penetrante y brillante, vendrá hacia ti desde el corazón de Amoghasiddhi y su consorte y atravesará tu corazón de tal modo que tus ojos apenas podrán soportarlo. No tengas miedo de ella. En el juego espontáneo de tu mente, descansa en el estado supremo, libre de actividad y preocupación, allí donde no hay cerca ni lejos, amor ni odio. Al mismo tiempo, junto con la luz de la sabiduría, la luz roja y tenue de los dioses celosos, causada por la envidia, también brillará. Medita sobre la ecuanimidad, sin apego ni aversión. Pero si tu inteligencia es débil, entonces, simplemente, no te complazcas en ello.

»Al mismo tiempo, bajo la influencia de la envidia intensa, serás aterrorizado y escaparás de la luz verde, penetrante y brillante; por el contrario, te sentirás agradablemente atraído por la luz roja y tenue de los dioses celosos. En ese momento no deberás estremecerte ni sentirte confundido por la luz verde, penetrante y brillante, luminosa y clara, sino que deberás reconocerla como sabiduría. Deja que tu mente descanse en ella, relajada en un estado de no acción y suplícale con devoción manteniendo en tu mente este pensamiento: "Es el rayo de luz de la compasión del bienaventurado Amoghasiddhi. Tomo refugio en él". Es el gancho del rayo de luz de la compasión del bienaventurado Amoghasiddhi, llamado la sabiduría que realiza la acción. Deséalo y no huyas. Incluso si escapas, estará inseparablemente contigo.

»No tengas miedo. No te complazcas en la luz roja y tenue de los dioses celosos. Éste es el camino de luz tentador del karma acumulado por tu intensa envidia. Si eres atraído hacia él caerás en el dominio de los dioses celosos, y experimentarás una insoportable angustia de lucha y disputa. Es un obstáculo que bloquea el camino de la liberación, así que no te dejes atraer por él; abandona tus tendencias inconscientes. No las desees. Anhela tan solo la luz verde, brillante y luminosa, y repite con intensa concentración esta invocación al bienaventurado buddha Amoghasiddhi y su consorte.

»Ahora que por mi intensa envidia vago errante en el samsara,
que el bienaventurado Amoghasiddhi me guíe
en el sendero luminoso de la sabiduría que realiza la acción,
que su sublime consorte Samaya-Tara me dé su apoyo.
Ayudadme a cruzar el peligroso camino del bardo
y llevadme al estado perfecto del Buddha.

»Diciendo esta invocación con devoción profunda, te disolverás en la luz irisada que surge del corazón del bienaventurado Amoghasiddhi y su consorte, y te convertirás en un buddha samboghakaya en el Reino del norte, el de las Acciones Perfectas.»

Padma Sambhava - Bardo thodol
Traducción: Agustín López y María Tabuyo