En ningún
lugar descubriremos jamás una entidad que podamos considerar como surgida a
partir de sí misma. Tampoco será posible suponer que se origine a partir de
otras o pensar que surja como resultado de una combinación de las dos posibilidades
anteriores. Por último, carece de sentido pensar que las entidades puedan
originarse de forma aleatoria, es decir, sin causa o por causa del azar: por casualidad.
Existen
cuatro tipos de condiciones 12 para la explicación del fundamento u origen de
las cosas: la causa eficiente, la causa material, el antecedente inmediato y la
ausencia de condiciones desfavorables (o condición propicia).
Pero
ninguna entidad tiene su naturaleza propia o inherente en el conjunto de estas
condiciones que supuestamente la producen. Y si esta naturaleza propia no se
encuentra en ellas, muchos menos podremos hallarla en las condiciones que producen
una entidad diferente.
No podemos
decir que la eficacia tenga condiciones ni que la eficacia carezca de
condiciones (se trata de términos correlativos, como izquierda y derecha). 14
Tampoco podremos decir que las condiciones puedan darse sin eficacia pues no
tiene sentido hablar de las condiciones de algo que no existe (sería como
preguntar cómo ha crecido el bigote del hijo de la mujer estéril) ni tiene
sentido atribuir condiciones a algo que ya existe.
Tendemos a
pensar: “esto surge debido a estos factores”, y llamamos a esos factores
condiciones. Pero si eso mismo no se originara ya no hablaríamos de factores ni
de condiciones, pues, como dijimos, no es lógico pensar en las condiciones de
algo que no existe. Y lo que ya existe no necesita de condición. Esto se aplica
también a la causa eficiente, a la causa material y al antecedente causal
inmediato (pues en entidades que no han surgido carece de sentido hablar de
cesación).
Si no
pudiera existir ninguna entidad que no tuviera naturaleza propia, entonces no
se podría decir “dado esto, surge aquello”. Además, el fruto no existe en las
condiciones, ni en cada una de ellas por separado ni en el conjunto de todas
ellas. Si el fruto no está en las condiciones, ¿cómo podría surgir de ellas? Se
dirá que el fruto, que no existe antes del proceso, surge de las condiciones. Entonces, ¿por qué no decir que el fruto surgirá de lo que no son las
condiciones? (o sea, ¿por qué no decir que la cuajada surge del agua y no de la leche o que el aceite brota de la arena si ese surgir se presenta como milagroso?).
Además, los
frutos son a su vez condiciones en otro proceso posterior. Cada causa es el
efecto de una causa precedente, cada estado proviene del anterior y determina
el subsiguiente, luego, las condiciones no surgen de sí mismas sino que dependen
a su vez de otras. ¿Cómo puede el efecto que surge de algo y no de sí mismo ser
condición de otra cosa? Por eso el efecto no lo constituyen ni las condiciones
ni lo que no son las condiciones. Así, nos vemos en la imposibilidad de definir
el efecto y sin el efecto, ¿cómo hablar de causas?
Nagarjuna -
Mūla
madhyamaka kārikāh