Cesa y desiste


Es esencial para ti que abandones y prescindas de tus anteriores conocimientos, opiniones, interpretaciones y comprensión. Pero no se logra deteniendo la mente, ni mediante una temporal renuncia; hacerlo sería engañarte a ti mismo desperdiciando el cuerpo y la mente, y al final no conseguirías nada.

Te digo que nada hay comparable a cesar y desistir. No hay ningún lugar al que aplicar tu mente. Compórtate como un imbécil las veinticuatro horas del día. Sé espontáneo y ligero, deja que tu mente sea como el espacio, pero un espacio sin límites. Debes ir más allá de la luz y de la oscuridad, del budismo, del cuerpo o de la mente, cada año debes avanzar más en ello. Si no logras olvidarlo todo, habrás vivido en vano. Por eso se dice: «Aunque aprendas cuestiones relacionadas con la Budeidad, todavía haces un mal uso de tu mente. Debes liberarte de las preocupaciones y ser normal».

Sin embargo, es sin duda difícil hallar a este tipo de personas. No sólo ahora, sino en cualquier época. Si ya era difícil antiguamente, ¡cuánto más lo será en la actualidad, que la gente que estudia es ahogada en la maleza por los viejos calvos e ignorantes que los guían! Por eso se dice: «Al principio nuestros ojos veían con claridad, pero se empañaron por culpa de los maestros». 


Ch'eng-ku
En Thomas Cleary - Las enseñanzas del Zen