El humanitarismo y la equidad


Cada uno en el mundo arriesga su vida por algo. Si la arriesga por humanitarismo y equidad, luego la costumbre lo llama un caballero; si la arriesga por bienes y riqueza, la costumbre lo llama un hombre pequeño. El riesgo es el mismo, y sin embargo, aquí tenemos un caballero, allí un hombre pequeño. En cuanto a la destrucción de sus vidas y al arruinar su naturaleza innata, el Ladrón Chih y Po Yi eran de la misma clase. ¿Cómo puede distinguirse al caballero del hombre pequeño en tal caso?

El que aplica su naturaleza al humanitarismo y a la equidad puede ir tan lejos con ella como Tseng y Shih, pero yo no lo llamaría un experto. El que aplica su naturaleza a los cinco sabores puede ir tan lejos con ella como Yü Erh, pero yo no lo llamaría un experto. El que aplica su naturaleza a las cinco notas puede ir tan lejos con ella como el Maestro de música K’uang, pero yo no llamaría a esto escuchar bien. El que aplica su naturaleza a los cinco colores puede ir tan lejos con ella como Li Chu, pero yo no llamaría a esto buena visión. Mi definición de habilidad y destreza no tiene nada que ver con el humanitarismo y la equidad; significa ser experto respecto de su Naturaleza, eso es todo. Mi definición de habilidad y destreza no tiene nada que ver con el humanitarismo y la equidad; significa seguir la verdadera forma de su naturaleza innata, eso es todo. Cuando hablo de escuchar bien, no me refiero a escuchar a los otros; quiero decir simplemente escucharse a sí mismo. Cuando hablo de buena visión, no me refiero a mirar a los otros; quiero decir simplemente mirarse a sí mismo. El que no se mira a sí mismo sino a los otros, el que no se sostiene a sí mismo sino que se sostiene de los otros, eso es obtener lo que obtuvieron los otros y dejar de obtener lo que él mismo tiene. Ese encuentra felicidad en lo que le da felicidad a los otros, pero no encuentra felicidad en lo que le da felicidad a él mismo, entonces, ya sea un Ladrón Chih o un Po Yi, se encuentra en el mismo estado de engaño y perversión. Tengo un sentido de vergüenza ante el Tao y su Naturaleza, y por esa razón no oso elevarme con actos de humanitarismo y equidad, ni rebajarme con prácticas de engaño y perversión.


Zhuang Zi, capítulo 8