Enseñando sin enseñar a nadie


Preparar métodos de enseñanza es inevitablemente un recurso; en términos de lo esencial, no hay nada a que ajustarse. Por lo tanto el sutra continúa con una sección sobre la enseñanza sin enseñar a nadie.
“¿Qué piensas Subhuti? No debes decir que el Realizado tiene el pensamiento: ‘Debo liberar a los seres’. Subhuti, no pienses esto. ¿Por qué? Porque realmente no hay seres para que el Realizado libere. Si hubiera seres para que el Realizado liberara, entonces el Realizado tendría yo, persona, ser y el que vive la vida.”
Subhuti imagina que el Realizado tiene el sentido de liberar a los seres; para terminar esta suposición de Subhuti, el Buda le dice que él no tiene ese pensamiento. Todos los seres son ellos mismos originalmente Budas; si dices que el Realizado libera los seres para que ellos lleguen a ser budas, entonces esto es una declaración falsa. Siendo una declaración falsa, eso sería estar refiriéndose al yo, a la persona, al ser y al que vive la vida. Esto es con el propósito de terminar el sentido del ‘mí’ y de lo ‘mío’. Aunque todos los seres tienen la naturaleza búdica, si no es por la enseñanza de los budas, ellos no tendrían forma de realizarla; ¿cómo pueden ellos cultivar la práctica que los capacite a lograr la budeidad?
“Subhuti, el Realizado dice que teniendo el yo no es teniendo el yo, sin embargo las personas ordinarias piensan que tienen el yo. Subhuti, el Realizado dice que las personas ordinarias no son personas ordinarias, ellos son llamados personas ordinarias.”
El yo que al que el Realizado se refiere, existe en el yo inherentemente puro de la eternidad, la bienaventuranza, el Yo y la pureza, y no es el mismo que el yo irreal egoísta, encolerizado, ignorante y falso de las personas ordinarias. Por lo tanto él dice que las personas ordinarias piensan que ellos tienen un yo. Aquellos que tienen yo y persona son las personas ordinarias. Aquellos cuyas mentes tienen fluctuación son personas ordinarias, mientras que aquellos que sus mentes no tienen fluctuación no son personas ordinarias. Aquellos que no realizan la perfección de la sabiduría son personas ordinarias; si ellos realizan la perfección de la sabiduría, entonces ellos no son personas ordinarias. Aquellos que tienen sujeto y objeto en la mente son personas ordinarias, mientras que aquellos que no tienen sujeto ni objeto en la mente no son personas ordinarias.

Hui Neng – Comentario sobre el sutra del Diamante, capítulo 26